Los últimos datos de la Organización Meteorológica Mundial, la acumulación media en la atmósfera del principal gas de efecto invernadero alcanzó las 405,5 partículas por millón.
La quema de combustibles fósiles es una de las principales causas del aumento del CO2. AFP
La concentración de gases de efecto invernadero acumulados en la atmósfera ha alcanzado un nuevo máximo sin precedentes, sólo comparable al registrado entre tres y cinco millones de años atrás, según los últimos datos reportados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) . En aquel tiempo, la temperatura media del planeta era entre 2 y 3 grados superior a la actual y el nivel del mar entre 10 y 20 metros más alto.
«La ciencia es clara: si no reducimos rápidamente las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero, el cambio climático tendrá efectos cada vez más destructivos e irreversibles en la vida en la Tierra «, ha declarado el secretario general de la organización, Petteri Taalas. «Nuestra oportunidad de actuar está a punto de agotarse», agregó, para incidir en el sentido de urgencia que tiene revertir las tendencias de emisiones de gases que efecto invernadero causantes del cambio climático.
La concentración atmosférica de gases de efecto invernadero es la principal razón del aumento de la temperatura global. No todos los gases contaminantes que se emiten (de forma natural o por la quema de combustibles fósiles) terminan en la atmósfera, sino que aproximadamente la mitad son absorbidos por los océanos o la vegetación , que hacen de sumideros naturales impidiendo su concentración. Sin embargo, dado que las emisiones son cada vez mayores y los sumideros naturales están cada vez más saturados, la concentración en la atmósfera es cada vez mayor y se produce de forma más rápida.
Según los datos de la OMM, la concentración media de CO2 ha pasado de 400,1 partes por millón (ppm) en 2015 a 403,3 ppm en 2016 y a 405,5 ppm el último año. Según los expertos, se considera que una concentración por encima de las 450 partes por millón supondría un aumento de la temperatura media global por encima de los 2 grados centígrados , es decir, el límite considerado por la comunidad científica como de «riesgo» para unos impactos severos e impredecibles sobre las sociedades y ecosistemas.
La OMM también señaló que han subido las concentraciones de metano y óxido nitroso, y que ha reaparecido el CFC-11 (triclorofluorometano), un potente gas de efecto invernadero cuya producción ha aumentado en Asia oriental, donde es utilizado por la industria.
El Boletín de la OMM se basa en las observaciones de su Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global, que documenta los cambios en los niveles de los gases causantes del calentamiento del planeta como resultado de procesos industriales, el uso de energía procedente de combustibles fósiles, prácticas agrícolas intensivas y la deforestación.
En ese programa se evalúa la información aportada por 53 países.
La OMM dijo que estos datos científicos se suman a las pruebas aportadas por el Grupo Intergubernamental de E xpertos sobre el Cambio Climático (IPCC, como es conocido por sus siglas en inglés) de que las emisiones netas de CO2 deben quedar en cero en 2050 para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados.
La reducción a cero de las emisiones netas no implica que no hayan más emisiones, sino que la cantidad que se incorpora a la atmósfera debe ser igual a la absorbida por sumideros).