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La crucifixión de Palestina

Fuentes: Rebelión

La historia del Medio Oriente está basada en el conflicto. Es una zona de frontera entre la cultura occidental y oriental; límite de religiones; pero preferentemente, encuentro entre diferentes razas. Occidente comprendió tempranamente la idea de que para obtener supremacía debía dominar los territorios allende el mar Mediterráneo.

Los primeros conflictos entre Oriente y Occidente ocurrieron en la época de la civilización griega, amenazada por el gran imperio persa y sosteniendo diferentes encuentros militares conocida como las Guerras Médicas.

Existieron diferentes periodos en que el choque civilizatorio adquirió fases álgidas, como las guerras entre Roma y Cartago por el dominio del Mediterráneo, conflicto ganado por el primero cuando logró la unidad política de carácter imperial (dominio) de los pueblos italianos y posteriormente europeos.

Por su parte, las poblaciones asiáticas con la llegada del islam lograron la unidad política que se manifestó en la expansión hacia el occidente, hacia la Península Ibérica, que fue sentida como una amenaza existencial para toda Europa.

Posteriormente, los turcos selyúcidas dominaron sobre el Mediterráneo, pero Occidente contragolpeó con las Cruzadas que lograron hacerse con Jerusalén, tuvieron posesión de las tierras de Palestina por 100 años. Los cruzados mostraron la rapacidad y crueldad que serían signo distintivo de la voluntad de poder (Nietzsche) occidental para hacerse con el control del mundo.

La importancia geopolítica de la región de Palestina fue rápidamente entendida por los occidentales, una región clave para dividir al islam entre sus poblaciones africanas y las asiáticas, una cuña en el corazón de la religión rival.

Desde allí, los sucesivos enfrentamientos adquirieron connotaciones religiosas, cosmovisión que enfrentaba a las dos religiones monoteístas pero que escondían formas diferentes de entender el mundo.

La religión occidental se basó en las creencias judeocristianas donde Cristo es el salvador del hombre que, al sacrificarse en la cruz, permitió la redención de los pecados humanos. 

La creencia principal del cristianismo es la del sacrificio para obtener una recompensa, ya sea en este mundo o en el otro. La esencia de la religión cristiana fue desfigurada por la iglesia católica al asumir un papel político preponderante en las naciones europeas. La traición de la iglesia es contra el pueblo tanto como a las enseñanzas de Jesucristo; éste, se decantó por la opción hacia los pobres, mientras los otros, por el poder del dinero.

En el siglo XX, la solución final de los nazis para acabar con lo que llamaron el “problema judío” es idéntico a lo que hace el sionismo (nacionalismo judío) contra los palestinos de Gaza. Sin embargo, es aún peor, ya que los nazis escondieron su industria de la muerte a los ojos del mundo, ellos lo exhiben con orgullo de su superioridad racial de ser “el pueblo elegido de Dios”.

El Holocausto judío realizado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, dio origen al Estado de Israel. Los países de Europa y los Estados Unidos entregaron las tierras de Palestina a los judíos que habían sido perseguidos y exterminados; el sacrificio de los hebreos logró su ansiado Estado, pero inició el sacrificio del pueblo palestino.

Un crimen de genocidio dio origen a un nuevo crimen de genocidio, reconociendo, implícitamente, que los judíos tienen un valor humano superior al de los árabes, en evidente oposición a los postulados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) de la ONU de 1948. Los árabes palestinos no cabrían entonces en el género humano, ideas que han sido explicitadas por ministros del gobierno sionista.

El Estado de Israel se fundó también en 1948, por lo que la contradicción es evidente con la DUDH, ya que el nuevo país se creó sobre las tierras pobladas por los árabes palestinos, los que fueron expulsados de sus propiedades en los que se conoce como la Nakba (“catástrofe o desastre”).

La razón geopolítica del origen del Estado de Israel se encuentra en la mantención del dominio occidental sobre Medio Oriente al crear una nación subsidiaria en el corazón de los países colonizados, aprovechándose de sus recursos naturales (petróleo).

Israel como Estado, desde su génesis, estuvo marcado por las ideas racistas de desprecio y superioridad sobre los árabes, pero principalmente, estas ideas están instaladas en las mentes de la elite gobernante de los Estados Unidos y Europa. 

Siguiendo este racionamiento se comprende el por qué el occidente colectivo permite la “solución final” del sionismo para los habitantes de Gaza tanto como la amenaza para los países de Medio Oriente. 

El sionismo vio en el Holocausto judío de Europa la posibilidad de hacer realidad su sueño de crear un Estado hebreo en las tierras de los palestinos. De esta forma, el sacrificio de los judíos europeos (la mayoría de ellos personas pobres de Polonia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) permitiría la concreción de su ideología supremacista.

La idea de superioridad racial judía es básica para el sionismo como lo fue para el Nacional Socialismo, por lo que la expansión de Israel sobre otras tierras de Medio Oriente es una estrategia permanente en lo que han llamado El Gran Israel como lo fue para los nazis la doctrina del “espacio vital” (Lebensraum).

La crucifixión de Palestina ha sido tan grotesca, que los pueblos europeos lentamente comienzan a reaccionar, existiendo protestas en España y otros países occidentales que obligan al poder político a cuestionar a Israel. Los crímenes israelíes, al igual que los de los nazis, tendrán consecuencias en el ámbito geopolítico con el proyecto de la creación de un Estado Palestino.

Sin embargo, este Estado que se acepta construir desde Occidente, será vasallo de Israel, sin poder ni capacidad de defensa, estaría hecho a la medida del pensamiento racista de los Estados Unidos y Europa.

Por otra parte, el reciente ataque en Doha, Qatar, donde el Estado sionista intentó eliminar a la cúpula de Hamas que estaba negociando un alto al fuego en Gaza, provoca temor en los países de Medio Oriente, donde todos se sienten amenazados, incluso los aliados de Occidente. Esto llevó a que Pakistán y Arabia Saudita firmen un acuerdo de defensa mutua creando un paraguas nuclear para el país árabe que les permite mantener tranquilidad frente a la amenaza del Gran Israel.

Las contradicciones en Medio Oriente podrían morigerarse con el fin del pensamiento racista sionistas, pero este está arraigado en la mentalidad de Occidente, por lo que el conflicto solamente podría terminar con la construcción de un mundo multipolar donde no domine exclusivamente la raza blanca colonialista occidental.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.