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Declaraciones del presidente del Parlamento Cubano, Ricardo Alarcón

‘La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos es una vergüenza y cuestiona la retórica de cambio de Obama»

Fuentes: TeleSur

El presidente del Parlamento Cubano consideró que la resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos que resolvió rechazar el recurso de apelación en el caso de los cinco héroes cubanos, que permanecen presos en distintas cárceles de esa nación, es una «vergüenza» para aquellos que creen en el sistema de justicia de Estados Unidos. […]

El presidente del Parlamento Cubano consideró que la resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos que resolvió rechazar el recurso de apelación en el caso de los cinco héroes cubanos, que permanecen presos en distintas cárceles de esa nación, es una «vergüenza» para aquellos que creen en el sistema de justicia de Estados Unidos.

Durante una entrevista exclusiva que concedió a TeleSur, Alarcón refirió que la defensa seguirá ejerciendo los recursos legales a que haya lugar hasta lograr la libertad de Antonio Guerreo, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, y René Gonzalez quienes considera «nunca debieron estar presos».

Asimismo, refirió que nunca en la historia de Estados Unidos «un tribunal recibió una petición de anular una sentencia respaldada por 10 premios nobel, el senado de México, Asamblea Nacional de Panamá, tres vicepresidentes del parlamento europeo, por centenares de parlamentos de Europa y el mundo».

A continuación el texto completo de la entrevista:

¿Cuál es la posición de Cuba ante la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos?

Hoy es un día de vergüenza y de rabia, de vergüenza para los que creen que puede existir justicia en sistema de justicia norteamericano y de rabia para muchas personas en todo el mundo que le pidieron al Tribunal Supremo de Estados Unidos algo muy sencillo, y es que aceptase revisar el caso de los cinco compañeros.

Hay algo que quizás muchos de nuestros oyentes en Cuba, en América Latina y en el mundo no comprende, y es que en Estado Unidos no existe el derecho de apelar ante el Tribunal Supremo de EE.UU., lo que hace es como una especie de lotería y sólo entre uno y un dos por ciento de las peticiones son las que ellos acceden a reconsiderar, por ello es un juego muy arriesgado y extremadamente difícil.

Nunca antes en Estados Unidos un tribunal recibió una petición respaldada por 10 Premios Nobel, nunca recibió una petición respaldada por varios parlamento pleno como el senado de México y la Asamblea Nacional de Panamá, por tres vicepresidentes del Parlamento Europeo, por un ex vicepresidente de parlamento Europeo y por centenares de parlamentos de Europa y el mundo.

Nunca había recibido una petición de que estudiase un caso suscrito por las principales organizaciones de juristas de EE.UU. y del mundo entero, nunca había solicitado que revisase un caso que por primera vez había sido criticado por la comisión de Derechos Humanos de los Estados Unidos.

Con todo esas esas excepciones los jueces prefirieron hacer los que le pidió que hiciera el presidente Barack Obama y lo que el Gobierno de Estados Unidos les pidió, sencillamente que no accediera a revisar este caso, eso fue lo que hicieron.

Por eso creo que es un día de vergüenza y de rabia que sólo puede tener una respuesta y es multiplicar la denuncia y multiplicar la movilización y exigencia al gobierno de los Estados Unidos de América, encabezado por su presidente Barack Obama, a que haga lo que tiene que hacer, que es sencillamente poner en libertad a cinco personas que nunca debieron estar en prisión y hacerlo ya, sólo así de verdad vamos a creer que hay algo detrás de todo esa retórica de cambio y renovación que le gusta tanto al actual inquilino de la Casa Blanca.

¿Qué valoración hace del hecho en un contexto cercano a la liberación de los espías que dieron información secreta de EE.UU. al Gobierno de Israel?

Coloca los dos casos uno junto al otro y eso es probablemente la mejor explicación gráfica de qué cosa es eso que Estados Unidos llama el sistema de justicia.

El caso de la persona que le entregó esos documento secretos a dos agentes de Israel era un alto oficial al de las Fuerzas Armadas que no trabajaba en un supermercado ni en una librería, ni una farmacia de Estados Unidos, trabajaba en la oficina del vicepresidente de ese país, había trabajado en el Pentágono y en el Departamento de Estado y los medios norteamericanos cuando hablaron de aquel caso decían que la cantidad de documentos secretos que esa persona le trasladó a través de los dos agentes del Gobierno de Israel equivalían a varios contenedores llenos de papeles secretos.  Los tres están hoy libres de cargos y los tres han sido perdonados por el gobierno del presidente Obama.

Al mismo tiempo que ese Gobierno le pedía al Tribunal Supremo que no revisara el caso de los cinco, a pesar de que las propias cortes inferiores en EE.UU. reconocieron que no había ocupado ni un pedacito de papel ningún documento secreto ni información que afectase la seguridad nacional de Estados Unidos, la conclusión que uno tiene que sacar es obvia y es que el Gobierno de Israel es un aliado y amigo de los Estados Unidos y se pueden perdonar ciertos casos y la mafia terrorista de origen cubano ha sido y es aliado del régimen americano y es merecedora de eso favores que le han hecho esta administración con esa solicitud al supremo y se lo ha hecho ahora también los ilustres jueces de la Corte Suprema.

¿Qué otros recursos legales políticos quedan ahora?

Independientemente de que estamos en contacto todo el equipo de defensa y tenemos que definir en las próximas horas algunas cuestiones, yo no quiero entrar en complejidades técnicas (…) Hay todavía algunos aspectos que deben ser tratados por los tribunales norteamericanos. Uno por ejemplo que es muy concreto que dice mucho también del sistema de justicia norteamericano.

Recuerden que la corte de Atlanta determinó por unanimidad que en este caso no había habido nada de espionaje por la tanto las condenas a cadena perpetua habían sido injustificadas y declaró nulas dos de ellas, la de Antonio Guerrero y Ramón Labañino, y ordenó que se hiciese un nuevo proceso para resentenciarlos.

Por otras razones lo mismo sucede con el caso de Fernando González que no fue acusado de espionaje pero que también fue injustamente condenado en exceso, fíjense como hay arbitrariedades que hasta los tribunales reconocieron, no lo hace el Gobierno de Estados Unidos pero si sus tribunales, porque era obvio, porque sencillamente no ver la diferencia entre un contenedor lleno de papales y la vaciedad absoluta es lago que cualquier persona puede distinguir.

Al mismo tiempo esa corte de apelaciones fue tan injusta que decidió excluir a Gerardo Hernández de la misma anulación de su sentencia a pesar de decir que en ese documento que a él también le correspondía, pero de un manera muy discriminatoria y lo excluyeron. Ese era uno de los temas que debió dirimir el Tribunal Supremo, pero decidieron no hacerlo.

De manera que habrá ahora una batalla legal que continuará con relación a la resentencia de aquellos tres compañeros que hoy no tienen ninguna sentencia, Antonio, Ramón y Fernando. Batalla que habrá que ligar también enfrentando a las autoridades norteamericanas probablemente, ojalá que no y que se aproveche el momento para poner fin aunque sea parcialmente injusticia y habrá que seguir, ver que otro pasos se pueden hacer, si es que queda alguno, en relación a Gerardo Hernández y René González que son lo dos compañeros cuya sentencia han quedado reafirmadas con esta sentencia del Tribunal Supremo.