Hace unas fechas – escribe nuestro colaborador Fermín Dominguez – unos trabajadores que limpiaban un refugio abandonado, próximo a la iglesia de Saint-Florent, localidad francesa de Saumur, observaron como tres hombres huían precipitadamente en una camioneta blanca. Los trabajadores penetraron en la gruta y descubrieron vídeos, banderas del Daesh y periódicos en árabe… ¡Terroristas! Pero […]
Hace unas fechas – escribe nuestro colaborador Fermín Dominguez – unos trabajadores que limpiaban un refugio abandonado, próximo a la iglesia de Saint-Florent, localidad francesa de Saumur, observaron como tres hombres huían precipitadamente en una camioneta blanca. Los trabajadores penetraron en la gruta y descubrieron vídeos, banderas del Daesh y periódicos en árabe… ¡Terroristas! Pero no todo es lo que aparenta.
Según informa la Red Voltaire, hace unas fechas unos trabajadores que limpiaban un refugio abandonado, próximo a la iglesia de Saint-Florent, localidad francesa de Saumur, observaron como tres hombres huían precipitadamente en una camioneta blanca. Al penetrar en la gruta, los trabajadores descubrieron material de video, un grupo electrógeno, diarios en lengua árabe y banderas del Emirato Islámico (Daesh).
El hecho tuvo lugar hace un mes, el pasado 22 de septiembre. El incidente, como no podía ser menos, provocó el pánico y alarma entre los habitantes de la zona. El desconcierto no sólo afectó a los pobladores de el Saumur sino, también, a la propia policía.
Pero hay cosas que no son lo que parecen. Ante la alarma general, la presencia de televisiones, y corresponsales periodísticos llegados desde muy lejos , el general Arnaud Nicolazo de Barmon, comandante de las Escuelas Militares de Saumur, se vio obligado a reconocer que la ubicación encontrada por los trabajadores franceses no era una «guarida de terroristas», sino una ubicación utilizada por el ejército en un ejercicio de formación del Centro Interarmas de la Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química.
Este curioso incidente vuelve a poner de de actualidad el hecho de que el Estado francés ha estado participando en el conflicto de Siria, desde sus inicios, en el año 2011. Nos recuerda a todos, también, que la presencia de militares franceses en ese país de Oriente Medio se remonta al año 2011. Justamente fue un año después de esta fecha, cuando 19 militares galos fueron capturados por el Ejército Arabe Sirio y entregados en persona al jefe del Estado Mayor de la Fuerzas Armadas francesas. La presencia de los militares franceses en territorio sirio no obedecía a un hecho baladí, sino que acompañaban nada menos que al almirante Edouard Guillaud, en tareas de dirección y entrenamiento de los ultraconservadores yihadistas del emirato islámico de Baba Amro.
Dos años después se produce un nuevo incidente. En noviembre de 2014, el Pentágono comunicó oficialmente que había dado muerte, en la localidad de Samarda, a David Drugeon, miembro de la inteligencia exterior francesa (DGSE). La prensa estadounidense descubrió que el agente Drugeon había participado en el el entrenamiento militar de Mohamed Mera, -el autor de los atentados de Toulouse y de Montauban-, y también de los hermanos Kouachi, autores de la matanza perpetrada en París, en las oficinas de la publicación Charlie Hebdo. Naturalmente, el gobierno francés negó siempre ningún tipo de vínculos con el agente Drugeon.
Para muchos analistas internacionales está muy claro que la responsabilidad del Estado francés y sus servicios de inteligencia en la guerra de Siria ha sido, y continúa siendo, decisiva.
Fuente original: http://canarias-semanal.org/not/19251/la-decisiva-participacion-francesa-en-la-guerra-de-siria/