Publicamos este texto como una pequeña muestra de lo que hacen los llamados Cascos Blancos, cinco de cuyos miembros fueron asesinados en el bombardeo contra su sede en Atareb (Alepo) el 25 de abril de 2016. Para saber más sobre ellos, puede visitarse su página. «Si quieres conoce el significado de las palabras humanidad, sacrificio […]
Publicamos este texto como una pequeña muestra de lo que hacen los llamados Cascos Blancos, cinco de cuyos miembros fueron asesinados en el bombardeo contra su sede en Atareb (Alepo) el 25 de abril de 2016. Para saber más sobre ellos, puede visitarse su página.
«Si quieres conoce el significado de las palabras humanidad, sacrificio a cambio de nada, y espíritu de colaboración, tienes que ver el trabajo de la Defensa Civil en Siria». Eso es lo que repiten los habitantes de la provincia de Idleb, reconociendo la labor de la Defensa Civil, que no escatima esfuerzos para salvar a los civiles en Siria en general, y en las zonas cercadas por el régimen de Asad o fuera de su control en particular.
Los activistas de Idleb dicen: «Antes de que se produzca un ataque, trabajan en la prevención, la concienciación y la preparación; después del ataque, trabajan en la rehabilitación y protección; y durante los ataques, intervienen y responden a las necesidades».
Los activistas añaden: «La guerra siria ha reforzado su papel y ha aumentado su actividad, realizando continuas campañas y actividades en las que participan con la gente, además de entrenar y formar a quienes desean unirse a ellos. Su papel es especialmente importante cuando se producen intensos bombardeos aéreos e indiscriminados, cuando se utilizan armas químicas, o cuando caen bombas de racimo o cualquier otra arma prohibida internacionalmente».
Abu Muhammad, de la ciudad de Idleb, dice: «No hay incendio o situación de emergencia a la que no lleguen los primeros para ayudar a salvar vidas, y todos nosotros les profesamos un gran respeto, porque allá donde van, ofrecen su noble ayuda».
El vicedirector de la Defensa Civil en Siria, Munir al-Mustafa, en su primera rueda de prensa en el interior de Siria el 20 de abril de 2016, bajo patrocinio de Masar Press, no ocultó la realidad de su actividad: «La Defensa Civil siria ha realizado una extensa actividad en los últimos años en Siria en 8 provincias, que son Damasco y su zona rural, Alepo, Idleb, Daraa, Homs, Hama y Latakia, donde tiene 119 centros y un equipo de 2.830 voluntarios».
La Defensa Civil ha prestado sus servicios a seis millones de personas, y ha rescatado a más de 50.000 personas en peligro. A cambio, 110 de sus efecticos, han muerto mientras intentaban llevar a los heridos al centro de salvamento más próximo tras los ataques. 27 de ellos han muerto durante el período de intervención rusa.
No solo los civiles, sino que ellos mismos se exponen al peligro y son objetivo directo, debido a que son un elemento muy efectivo en el florecimiento y desarrollo de las zonas bajo dominio del régimen, y no son menos importantes que los militares, porque Siria necesita unir todos los posibles esfuerzos para enfrentarse a esta destructiva guerra.