Interesado en mostrar la existencia de un Diálogo Nacional, iniciado a raíz de las revueltas de 2011 que fueron brutalmente aplastadas, el monarca Sheij Hamad bin Isa Al Jalifa ha anunciado la promulgación de un decreto real con enmiendas constitucionales que darían más poder al Parlamento. El principal grupo de la oposición, Wefaq, insiste en […]
Interesado en mostrar la existencia de un Diálogo Nacional, iniciado a raíz de las revueltas de 2011 que fueron brutalmente aplastadas, el monarca Sheij Hamad bin Isa Al Jalifa ha anunciado la promulgación de un decreto real con enmiendas constitucionales que darían más poder al Parlamento. El principal grupo de la oposición, Wefaq, insiste en que las reformas no significan nada si el Gobierno continúa ejerciendo una represión sin medida contra toda forma de disidencia; contra todo perfil opositor, como médicos, blogueros, profesores y, también, deportistas . Por lo que los opositores no van a permitir que el Gobierno lave su imagen con la celebración del campeonato de Fórmula 1, que ya se anuló el año pasado, y han iniciado una campaña para boicotear la competición programada para abril.
La doble cara del monarca ha sido una constante durante todo 2011, que apoyado por las monarquías del Golfo, y a su vez presionado por Estados Unidos, para que manifestara algún síntoma de asumir la situación, ha intentado acallar unas protestas que continúan en 2012. Este mes de enero al tiempo que publicaba una nota de prensa «dando la bienvenida a organizaciones pro derechos humanos» negaba la entrada al director del Programa por la Defensa de los Derechos Humanos de Human Rights First, Brian Dooley, aplazando su permiso hasta el mes de marzo.
El 14 de febrero se cumple el aniversario de las primeras manifestaciones que sacaron a la calle a miles de bahreníes y terminaron con cientos de arrestados, denuncias de torturas, desapariciones y varias víctimas. Bahréin estaría evitando un nuevo estallido de las protestas cuando realmente no han conseguido controlarlas, pese a la sistemática violación de derechos humanos y los violentos ataques de las fuerzas de seguridad contra los participantes en las manifestaciones pacíficas que se han seguido celebrando este mes de enero.
El Centro de Derechos Humanos (CDHB) ha documentado 248 casos de represión contra el personal militar (torturas, arrestos, muertes y procesamientos), todos ellos trabajadores del Ministerio del Interior y del Departamento de Defensa, instituciones dirigidas por miembros de la Familia Real.
Una mujer de 59 años, cuyo hijo había sido arrestado y golpeado severamente frente a su madre, se inmoló el pasado 14 de enero.