Las corporaciones más grandes del mundo de semillas y agroquímicos están llenando cientos de solicitudes de patentes de amplísimo espectro sobre genes múltiples, en una apuesta por controlar la biomasa vegetal del planeta, según el informe del Grupo ETC publicado este lunes 25 de octubre. Un puñado de corporaciones multinacionales están presionando a los gobiernos […]
Las corporaciones más grandes del mundo de semillas y agroquímicos están llenando cientos de solicitudes de patentes de amplísimo espectro sobre genes múltiples, en una apuesta por controlar la biomasa vegetal del planeta, según el informe del Grupo ETC publicado este lunes 25 de octubre.
Un puñado de corporaciones multinacionales están presionando a los gobiernos para que acepten, mediante el sistema de patentes, el apropiamiento de la biodiversidad más amplio y peligroso de la historia, advierte el Grupo ETC en Nagoya, durante la reunión del Convenio sobre Diversidad Biológica. (18 al 29 de octubre de 2010).
«Los gigantes genéticos están acumulando patentes que amenazan con restringir totalmente el acceso a la biomasa y al suministro de alimentos en el futuro», advierte Silvia Ribeiro del Grupo ETC. «El alcance de muchas de estas patentes sobre genes diseñados para el clima es asombroso: en mucho casos, una sola patente reclama la propiedad de secuencias genéticas que podrían desarrollarse en virtualmente todos los cultivos importantes del planeta, así como en el procesamiento de alimentos para humanos y animales», explica Ribeiro.
El Grupo ETC identifica más de 262 familias de patentes de las que derivan 1663 documentos publicados en todo el mundo (tanto de patentes solicitadas como otorgadas) que hacen reclamos específicos de propiedad sobre tolerancia en vegetales al estrés ambiental (sequía, calor, inundaciones, heladas, salinidad). DuPont, Monsanto, BASF, Bayer, Syngenta y sus aliados acaparan tres cuartas partes de las patentes identificadas. Solamente tres de estas corporaciones —-DuPont, BASF y Monsanto- tienen en su poder dos terceras partes del total. Los investigadores del sector público tienen únicamente el 10%.
«En una apuesta desesperada por obtener legitimidad moral y lograr aceptación del público a los cultivos genéticamente modificados, los gigantes genéticos han «donado» algunos genes de cultivos ya patentados a agricultores pobres en África», explica Ribeiro.
«Quieren que los gobiernos del Sur abran sus mercados a sus cultivos modificados genéticamente y se acostumbren a que las leyes de patentes sobre biotecnología son amigables. Es una lógica inaceptable: quieren que a cambio de esas tecnologías no probadas, los gobiernos del Sur renuncien a su soberanía nacional sobre la propiedad intelectual, la biomasa y los alimentos,» advirtió.
«Esas patentes son la última forma de la biopiratería», enfatiza Vandana Shiva, Directora de la Research Foundation for Science, Technology, and Ecology en India. «Los agricultores han criado semillas para la sequía, las inundaciones y la tolerancia a la salinidad por milenios. La adaptabilidad climática depende en última instancia de la innovación de los agricultores, de que la biodiversidad y los procesos agroecológicos permanezcan en las manos de las comunidades agrícolas», dijo Shiva.
«Los gobiernos reunidos en el Convenio sobre Diversidad Biológica en Nagoya, Japón, deben poner un alto a este acaparamiento de patentes sobre genes ‘para el clima’, una más de las falsas soluciones al cambio climático. Deben instruir a sus oficinas de propiedad intelectual para que rechacen todas estas patentes» dijo Neth Daño del Grupo ETC, presente en la reunión. «El CDB y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) deben hacer en conjunto una revisión fundamental de todos los reclamos de propiedad intelectual, pues estas patentes también violan claramente el Tratado sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO y su organismo de gobierno debe investigar y tomar acción.»