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Entrevista a Rafael Burgos sobre "Crema catalana. Amiguismo, corrupción y otras miserias" (y XVI)

«La escuela que fundó Mas-Colell, Barcelona Graduate School or Economics, ha sido agraciada con ayudas públicas nada desdeñables»

Fuentes: Rebelión

Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña. Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus publicaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books, ediciones catalana y castellana). Recientemente ha publicado en Icaria, Crema catalana, un libro apasionante […]

Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña. Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus publicaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books, ediciones catalana y castellana).

Recientemente ha publicado en Icaria, Crema catalana, un libro apasionante sobre la corrupción, el amiguismo y los negocios turbios-más-que-turbios. Sobre esta publicación conversamos en esta serie de entrevistas.

***

Estábamos en el capítulo V: «Políticos: la tentación vive arriba», uno de los más esenciales. Acabamos con él la serie. ¡Qué lástima! Nos habíamos quedado en las reacciones ciudadanas.

¿La sociedad catalana ha reaccionado con suficiente espíritu crítico ante lo que ya sabemos del caso del clan familiar Pujol-Ferrusola? Por ejemplo, ¿ANC ha elevado su voz con fuerza suficiente? ¿Nos olvidaremos del caso en dos o tres años?

En general vivimos el día a día periodístico con tal profusión de datos, de ruido, que un nuevo caso se come al siguiente. Recuerda que Millet y Montull están en la calle. También Josep Lluís Núñez, en este caso con sentencia firme. Quizás peque de optimista pero es verdad que sin todo el proceso que se ha iniciado en Cataluña es probable que no estuviéramos hablando del caso Pujol. Bienvenido sea, pues. Aprendamos, eso sí, la lección. No es de recibo que todo esto supure porque desde la otra trinchera vean una estrategia política en todo ello y no una actitud sincera por acabar con la corrupción. Si queremos construir un nuevo país es para hacerlo mejor, no para repetir las mismas inercias. Como siempre digo, se necesitan grandes dosis de autocrítica. Por arriba y por abajo.

¿También por abajo? ¿De quiénes?

De todos. La autocrítica siempre es buena. De nada sirve tirar contra los de arriba y decir que los políticos son unos corruptos o el alcalde de mi pueblo es un…lo que sea, mientras saco a pasear al perro y no recojo sus regalitos; o, se hace una reunión informativa o una asamblea y no va casi nadie.

¿Hay que pasar página como dicen algunos?, ¿fue tan sólo, como dijo inicialmente Artur Mas, un asunto privado?

No. Es una manera de proceder que ha campado a sus anchas durante muchos años. Las páginas hay que pasarlas una vez se han leído y se ha analizado el texto. Una lectura en diagonal puede ser algo socorrido pero que al final te obliga a volver atrás para revisar algunos párrafos. Hay que hacer una limpieza original del sistema. Yendo al origen, como decía Gaudí.

¿Por qué Millet, como decías, sigue tan tranquilo paseándose por las calles de Pedralbes?

La lentitud del caso exaspera a más de uno. Y parece ser que aún podrían pasar dos años hasta la celebración del juicio. Increíble.

El actual presidente de la Generalitat o su entorno, ¿está implicado en algún caso? ¿No forma parte también de la crema?

Muchos de los colaboradores de Artur Mas son un lastre para el propio partido. Sus nombres aparecen relacionados en algunos casos de corrupción, desde Felip Puig a Oriol Pujol pasando por no pocos alcaldes de la federación nacionalista. Aunque, todo sea dicho, no debe resultar fácil hacer borrón y cuanta nueva con el pasado. ¿Reniegas de él de la noche a la mañana? No dejaría de ser un suicidio político. A la vez, todos estos nombres son un buen arsenal del que saca partido la oposición y algunos medios de comunicación. En cualquier caso, todo ello es una consecuencia de los equilibrios y maneras de hacer que ha formado parte de la política en los últimos años. Era cuestión de tiempo que todo ello le estallase en la cara a los actuales responsables.

En cuanto a Duran i Lleida: su partido condenado, algunos miembros de UDC en la cárcel o a punto de entrar, y él tan tranquilo, como si la fiesta no fuera con él. ¿Va también con él o está alejado de escándalos?

Perdona por la dureza de mis palabras pero Duran i Lleida posiblemente sea el peor político que ha tenido España en los últimos años. Una actitud muy cobarde de hacer política sustentada por los poderes fácticos catalanes y españoles. Su manera de proceder jugando a hacerse el interesante en momentos clave, sin aportar ninguna solución, es la consecuencia de un fracaso. El fracaso de la política antigua, del siglo XIX, que intenta sobrevivir en el siglo XXI. Su partido, Unió, salpicado de casos de corrupción a diestro y siniestro. Y, él, impertérrito. No le gusta mucho que le digan que es un lobista profesional. Rápidamente se difiende diciendo que sí, que actúa como defensor de las empresas y los ciudadanos catalanes. ¡Cuánta hipocresía! Eligiendo al sector farmacéutico o bancario queda bien retratado. ¿Por qué no hace de lobista de las mujeres maltratadas, de la PAH o del Colectivo Gay y Lésbico, por ejemplo?

Déjame «defender» causas que no son las mías. ¿Peor político Duran? Las encuestas no parecen indicar eso. ¿No aporta ninguna solución? Defiende una salida que está entre el independentismo y mantener la situación tal cual.

Las últimas encuestas no le son nada favorables ni aquí ni allá. Incluso el otro día escribió un artículo el ex primer ministro de Italia Enrico Letta y, ¡oh sorpresa!, aludía a Duran viniendo a decir que era el más sensato por defender la opción intermedia. Puro masaje derivado de alguna previa llamada telefónica. Aquello de échame un cable. No son momentos de putes i ramonetes o peixos al cove, o lo que es lo mismo, de no implicarse ni mojarse. Y no sólo en el tema del independentismo, basta recordar todo el tema social sin ir más lejos. Duran sigue ahí. Es lo que ha hecho siempre. Claro que ahora debe estar ocupado intentando materializar el encargo de Josep Oliu (Banco Sabadell) de montar una especie de Podemos del centro derecha. Parece ser que ya no existe la derecha a secas.

No son momentos, dices, de putes i ramonetes o de peixos al cove, o lo que es lo mismo, de no implicarse ni mojarse. ¿Pero estar por opciones no independentistas, no pienso ahora en Duran i Lleida, no es una forma de implicarse y mojarse? ¿Sólo se implican los que están por la vía independentista?

En absoluto. Estar a favor de las luchas de la PAH, de las mareas verdes o de una educación pública de calidad es estar muy, pero que muy implicado. Volveríamos a lo que comentábamos el otro día. Me refiero a aquello de dejar el carné e implicarse en todas las luchas. Sería lo ideal poder elaborar un decálogo en el que todos nos pusiéramos de acuerdo y que entre la defensa de unos servicios públicos dignos, una nueva normativa que pare los desahucios, una auténtica ley de transparencia, menor gasto militar, la creación de un banco público o el derecho a la autodeterminación de los pueblos. No sé si soy ingenuo, pero yo creo que cualquier persona podría suscribirlo. Parafraseando al ministro español de exteriores, José García Margallo, sería «de buen nacido». Y perdón por la fuente.

¿El caso Bustos demuestra que la corrupción está extendida también en las filas del PSC?

Exacto. El caso Mercurio y el caso Pretoria son un buen ejemplo. Incluso en el caso de La Camarga habría jugado un gran papel algún que otro reconocido cargo socialista. Volvemos a hablar del poder y del dinero. La tentación difumina las siglas y enfoca, en cambio, los intereses económicos.

Hay un apunte sobre el conseller de Economía en el capítulo. ¿Qué pasa con el catedrático y ex dirigente del PSUC Andreu Mas-Colell? ¿También está en la crema?

Digamos que la escuela que fundó en 2006, la Barcelona Graduate School or Economics, ha sido agraciada con ayudas públicas nada desdeñables. Tanto por parte de la Generalitat como del Gobierno español. Puede ser legal pero chirría un poco.

Lo que denuncian Marta Sibina y Albano Dante, hablas de ello en el capítulo, ¿es exagerado?, ¿la sanidad catalana está y ha estado en esas manos?

Aun siendo anecdótico ya sería irritante. Lamentablemente, según vamos sabiendo por el sumario del caso Innova, todas estas connivencias entre empresas privadas y sanidad pública no resultan exageradas. Es un claro ejemplo de lo que se conoce como puertas giratorias. Lo peor es que muchas empresas privadas reciben dinero público y es imposible conocer en qué se gasta todo este presupuesto. Y la prensa mirando hacia otro lado. No es justo que quienes denuncia todo esto tengan que pasar un via crucis por destapar estas corruptelas.

¿Y qué pasa en la Diputación de Barcelona?

Es una especie de Senado provincial. Cargos y sueldos elevados y una vía para recolocar a aquellos representantes del partido que ha perdido las elecciones. El caso ITV o el caso Mercurio están ligados indirectamente con la Diputació. Además, cuando a muchos alcaldes que compaginan ambos cargos les dijeron que tenían que elegir solo un sueldo no dudaron en quedarse con el de la Diputació, mucho más generoso. Ya ven, ¡la política entendida como un servicio público y no como el interés económico! Un sueldo digno, sí, por supuesto. Pero creo que la voluntad por cambiar el entorno y mejorarlo debería primar sobre la remuneración por el cargo.

¿No hay entonces personas honradas entre los políticos institucionales catalanes?

Claro que sí. Muchas. El problemas son los aparatos de partido. Las bases muchas veces no pueden (o no quieren) hacer nada y esto genera impotencia. Sin embargo, cuando hay tantos casos de corrupción, ¿por qué nadie dentro de los partidos que están implicados levanta la voz y señalan a los corruptos de sus filas en lugar de socorrido y tú mas? En el fondo no deja de ser una actitud connivente. No podemos exigirles que sean justicieros solitarios pero sí, al menos, que no sean cómplices. Eso ya sería un primer paso. En política, como en la educación, el ejemplo es primordial.

Al final hemos podido oír al ex molt honorable, el que algunos siguen llamando president, en el Parlament. ¿Algún comentario sobre su comparecencia?

Un poco lo que algunos esperábamos y con la marca Pujol de otros tiempos. Esto es, la que a veces dejaba caer a alguno de sus colaboradores. Un poco de reprimenda y a cuadrarse. Una versión 2.0 de aquel «no vamos a hacernos daño». Una manera de hacer que, espero, esté viviendo sus últimos estertores. Entre otras cosas porque ya no toca.

Cuatro o cinco preguntas finales, no abuso más, en torno a la comisión parlamentaria sobre el caso. Me alejo un poco del libro. ¿Debería o debería declarar Artur Mas? ¿Habría que seguir presidiendo la comisión si no lo hiciera?

Creo que si uno se cree el valor institucional de la comisión debería presentarse a declarar. Transparencia y explicaciones, siempre. Respecto al presidente, David Fernández de la CUP, ya dio muestras de hartazgo -con respecto a la elección de los comparecientes- al ver el circo que estaban montando los partidos. He seguido en vídeo las sesiones (incluso he asistido a uno de ellas) y creo que está consiguiendo un tono que, en un principio, creía difícil de alcanzar. Otra cosa es el papel limitado que tiene esta o cualquier otra comisión parlamentaria.

¿Por qué ERC, junto con CDC, impiden la comparecencia? ¿Quién puede confiar en formaciones políticas que obran de este modo?

Es el juego político que muchos deseamos que se supere de una vez por todas. Es politiquería, no política. El PP tampoco quiere hablar del caso La Camarga, al igual que el PSC. Ciutadans, por su parte, de la cuenta suiza de Javier Nart…y así vamos. Todos tienen sus cadáveres en el armario. 

¿Todos sin excepción? ¿Y del mismo tamaño?

Bien, casi todos. No sería justo dejar de nombrar a los que se salvan. Algo, por cierto, sobre lo que habría que incidir más. Ahí están la CUP e ICV-EUA. El primero de ellos no sólo está libre de corrupción, sino que ha destapado el caso Innova (relacionado con la Sanidad catalana) o, incluso, en uno de los municipios en los que gobernó devolvió la titularidad pública al sistema de suministro del agua potable.

¿Qué podemos esperar de esta comisión? Si hay elecciones anticipadas, ¿quedará en suspenso?

Se suspenderá, aunque casi todas las formaciones han mostrado interés por su continuidad, por retormarla en la próxima legislatura (en caso de elecciones anticipadas). Teninedo en cuenta el contexto actual es probable que así sea.

Me voy del libro y de la comisión. En estos últimos meses ha irrumpido Podemos. Hace poco estuvo Pablo Iglesias en Barcelona. Se le ha acusado de todo: de españolista, de lerrouxista, de estar en contra del ejercicio del denominado dret a decidir, etc. ¿Qué opinión te merece esa nueva fuerza política desde una perspectiva catalana?

Me parece estimulante si se mantienen firmes en sus postulados. Unos postulados que me da la sensación están virando. Entiendo la estrategia de salir como ganador, con ambiciones (algo que le ha faltado siempre a partidos como IU o ICV-EUA y, así, han acabado como una muleta del PSOE-PSC). Pero hay tres ejes o temas que yo considero fundamentales y no los abordan, entre otras cosas porque saben que perderían votos y no conseguirían ganar las elecciones. Son: el papel de la Iglesia (el pago del IBI y el Concondarto, por ejemplo), el del Ejército (el gasto militar o el anacronismo de una Justicia propia en este ámbito) y, como bien dices, el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Cualquiera de ellos se debería poder abordar con calma y sensatez. Algo pasa en un país cuando hacerlo significa perder votos. Ya sabes que no peco de pesimista precisamente pero miro a Pablo Iglesias y veo a Felipe González meses antes de su primera victoria electoral. El decir votadme a mí y luego resolveremos el asunto de la autodeterminación (o cualquier otro) me produce cierta decepción. Me huele a política rancia y dejà vu. Es aquello de primero ganar la guerra y luego la revolución. Algunos creemos que se debería poder hacer ambas cosas a la vez sin renunciar ninguna de ellas. Y cuidado a las fuerzas políticas alternativas y minoritarias que no acaben desdibujando una historia de años por sumarse a un movimiento que cuenta con mucha cabeza y poco cuerpo.

Sin entrar en los otros temas y comparaciones (con las que no acabo de coincidir del todo aunque entiendo muy bien tus reservas), me sorprende lo que señalas sobre el derecho de autodeterminación que aquí suele llamarse como sabes, no de forma inocente, dret a decidir. Cuando estuvo en Barcelona habló claramente del tema: dret a decidir sobre cuestiones territoriales y también sobre otros temas. Ha vuelvo a hablar de ello el pasado 28 de diciembre en términos aún más claros si cabe.

Siempre y cuando reciba el apoyo suficiente para gobernar. Es decir, algo así como dadme un cheque en blanco e iniciaré el proceso para hablar sobre el derecho a decidir. Es decir, otros cinco o seis años más (siendo optimistas) y siempre que Podemos consiga una mayoría suficiente como para llevarlo a cabo solo. Algo, seamos realistas, poco factible. Respecto a la acepción de derecho a decidir o la autodeterminación se podrían discutir los matices, pero a veces me recuerda a la tramitación de la ley sobre la unión de parejas del mismo sexo. Muchos de los que estaban en contra intentaban centrar el tema en el término matrimonio cuando en el fondo no querían hacer extensivo ese derecho. Un simple excusa nominativa que escondía un pensamiento retrógrado y alejado de la igualdad legal a la que muchos aspiramos. Pero, volviendo a la pregunta, antes hablábamos de la CUP. David Fernández argumentó que muchas veces se dice que los partidos soberanistas hablan del derecho a decidir para no hablar de políticas sociales pero que también hay quienes hablan sólo de derechos sociales para no hablar del derecho a decidir. Yo creo que ambas cosas deberían ser compatibles por cualquier persona que elabore sus propuestas desde una desacomplejada radicalidad democrática. Aún no entiendo qué problema hay con la autodeterminación o el derecho a decidir. ¿Tanto cuesta una posición clara? Políticas sociales, por supuesto. Derecho a decidir, también. A mí no es algo que me quite el sueño. A lo mejor soy un poco ingenuo pero no sé qué problemas o conflictos hay. Es muy fácil aceptar ambas cosas, si necesidad de exigir cheques en blanco que demorarán la cuestión varios años más y que, por lo tanto, recuerdan a tiempos pasados en los que la connivencias entre partidos, de aquí y de allí, no hicieron más que enquistar la cuestión.

¿Quieres añadir algo más para finalizar esta larga conversación? Por mi parte, gracias, un millón de gracias. Se aprende mucho leyéndote. Mucho.

Gracias a ti, Salvador. El interés que has tenido a la hora de difundir el contenido del libro es encomiable. No puedo por menos que agradecértelo y supongo que estarás de acuerdo conmigo en que no hay nada más satisfactorio que acercar los argumentos y los puntos de vista de cualquier persona siempre que se haga desde el respecto y la educación. Siempre con la intención de exponer no de imponer. Gracias, de nuevo. Echaré en falta, más que las preguntas, las contrapreguntas que me hacías para acabar de concretar algunas cuestiones. Eran algo así como los detalles en la literatura. Un abrazo y adelante en la labor de divulgación de temas no tratados lo suficiente en otras publicaciones. 

El que debe agradecer tu trabajo y tu admirable cortesía y buen hacer soy yo. Gracias, muchas gracias.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.