Traducido para Rebelión por Nadia Hasan
Mientras los periódicos regionales han sido completamente consumidos esta semana con los interminables análisis de los cambios sísmicos que actualmente convulsionan la política israelí – el posible rejuvenecimiento del Partido Laborista bajo la dirección de Amir Peretz; la posible disolución del Likud; la formación de un nuevo partido de centro-derecha conformado por pro Sharon-Likud y antiguos laboristas – se ha logrado marginar una de las noticias más serias de la semana. De hecho, uno tendría que ser un lector muy diligente para entender los numerosos intentos que el Gobierno Israelí realizó la semana pasada para invitar a continuar con la construcción de casas – por ejemplo, expansiones ilegales – en tres grandes asentamientos en Cisjordania (Ma’ale Adumim, Adam y Ariel) infringiendo claramente sus obligaciones bajo la Hoja de Ruta.
Estas ultimas noticias constituyen una bofetada en la cara no solo a la Autoridad Nacional Palestina, que continua su lucha por mantener la calma en los Territorios, y para los palestinos, quienes también continúan luchando para tener una vida normal a pesar de seguir siendo marginados de sus tierras y medios de sustento, sino que también para el Presidente norteamericano George Bush y su Secretaria de Estado Condoleeza Rice, quién reiteró en diversas oportunidades durante su visita a la región la semana pasada sus expectativas de que Israel detenga la expansión de asentamientos y evacue los puestos de control.
Luego de una oleada de asesinatos extrajudiciales, por parte de Israel, de líderes de Hamas y militantes de las Brigadas de Al Aqsa a comienzos de la semana, las últimas noticias acerca de la expansión de asentamientos en Cisjordania indica la determinación del Gobierno Israelí de impedir que el cese de las hostilidades (un paso para la paz en estas partes) tenga éxito.
Dado que los dirigentes del gobierno israelí continúan murmurando acerca del fracaso por parte de la ANP de cumplir con su obligación acordada en la Hoja de Ruta de «prevenir el terrorismo», las últimas expansiones territoriales por parte del Gobierno de Israel revelan no solamente un profundo cinismo sino que además ocultan sus claras intenciones de hacer todo lo posible por provocar actos de «terrorismo» que luego serían usados como justificación para, primero, continuar negando la libertad de todos los palestinos y, segundo, continuar con la negativa de negociaciones bi-laterales con el gobierno palestino.
El gobierno israelí ha usado históricamente los asentamientos para una variedad de razones políticas y estratégicas, muchas de las cuales parten del interés de apoderarse de la mayor cantidad posible de tierras palestinas antes de que las conversaciones acerca del «estatuto final» comiencen, y de esta manera renunciar a la menor cantidad de ellas durante las negociaciones. Es una idea bastante seria que estos días los asentamientos están siendo utilizados para propósitos más peligrosos y que van aún más lejos y retardar a toda costa cualquier tipo de conversación real acerca de paz.
Analistas políticos y expertos de todo el mundo evalúan los efectos de los últimos cambios en la política interna israelí acerca de los pasos para la paz como parte de un proceso, ellos deberían ponderar, también, los letales efectos que en ese proceso tienen las noticias impresas en letras pequeñas de las páginas interiores de los periódicos.
Mientras Maale Adumim continúe expandiéndose, las posibilidades para la creación de un Estado Palestino contiguo y viable, retroceden. Este hecho debe ser resaltado, no importando cuál sea la noticia destacada del día.
21 de noviembre de 2005