La implicación militar de Rusia al lado del régimen de Assad ha alcanzado un nuevo nivel el pasado 30 de septiembre, con los primeros bombardeos de la aviación militar rusa en Siria… Además, el 21 de septiembre, centenares de soldados iraníes llegaron a Siria para sumarse a las fuerzas del régimen Assad y sus aliados […]
La implicación militar de Rusia al lado del régimen de Assad ha alcanzado un nuevo nivel el pasado 30 de septiembre, con los primeros bombardeos de la aviación militar rusa en Siria…
Además, el 21 de septiembre, centenares de soldados iraníes llegaron a Siria para sumarse a las fuerzas del régimen Assad y sus aliados del Hezbolá libanés en una gran ofensiva terrestre que se está preparando con el apoyo de los ataques aéreos rusos.
Rusia en apoyo del régimen sirio
La propaganda con el tema de la «guerra contra el terrorismo» lanzada por el Estado ruso no es más que un pretexto para apoyar política y militarmente al régimen de Assad y aplastar toda forma de oposición. Por otra parte, desde el comienzo de los bombardeos de la aviación rusa, más de 40 civiles han muerto bajo las bombas rusas y 14 combatientes yihadistas del Estado Islámico, así como miembros de Jabhat Al-Nusra, Ahrar Sham y de los batallones del Ejército Sirio Libre (ESL).
El objetivo de los bombardeos rusos está claro: salvar y consolidar la potencia militar y política del régimen de Assad. El pasado 28 de septiembre, antes del comienzo de los bombardeos rusos, Putin declaraba: «No hay otra forma de poner fin al conflicto sirio que reforzando las instituciones del actual gobierno legítimo en su combate contra el terrorismo»…
Estos últimos días se están produciendo numerosas manifestaciones en las regiones liberadas de Siria para condenar los bombardeos rusos. Así, los Comités de Coordinación Local (CCL) han condenado los bombardeos rusos cuyo fin es «garantizar la supervivencia del régimen», llamando a «todas las fuerzas revolucionarias a unirse por todos los medios y actuar contra la agresión militar rusa».
Consenso de las grandes potencias
Esta situación se da ante la pasividad y un cierto asentimiento de las potencias occidentales que quieren, a cualquier precio, estabilizar la región, sin que la salida de Assad sea la precondición para abrir un período de transición.
Obama declaró públicamente, en su discurso del 28 de septiembre pasado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, su voluntad de trabajar con Rusia e Irán para encontrar una solución en Siria, a la vez que planteaba la imposibilidad de volver al statu quo de antes del comienzo de la guerra…
Antes de producirse los primeros ataques de la aviación rusa, los oficiales rusos informaron a la embajada americana en Bagdad y pidieron a la aviación militar estadounidense que evitara el espacio aéreo sirio durante sus operaciones. Los oficiales israelíes también fueron informados por Rusia una hora antes del comienzo de los ataques, pues en el seno de los círculos de toma de decisión de Tel Aviv existe un consenso sobre la importancia del mantenimiento del régimen de Assad.
Todo los jefes de gobierno occidentales han ido en el mismo sentido, declarando en su gran mayoría que no había que excluir a Assad para abrir un período de transición en Siria, a la vez que aseguraban que no podía formar parte del futuro del país a largo plazo. Sin precisar este período…
Estas posiciones se han reforzado con la «crisis de los refugiados». Diversos medios oficiales no han dudado en declarar que los Estados europeos deberían coordinarse con el régimen de Assad y sus aliados, Rusia e Irán, para poner fin al problema de Daesh y, por tanto, al de los refugiados. Significa, por supuesto, olvidar que la raíz de los problemas en Siria es el régimen de Assad, ¡responsable de más del 90% de los refugiados que han abandonado el país!
No a la hipocresía, no a las intervenciones militares
El presidente francés ha mantenido un discurso similar: «La solución política (fin del conflicto en Siria) supone integrar a todas las partes participantes, y Francia discute con todos y no descarta a nadie»… Fabius [Ministro de asuntos exteriores francés] ha declarado que Assad no puede dirigir eternamente Siria… pero que lo esencial por el momento es emprender una negociación sobre una transición política, no haciendo ya de la salida de Assad una condición política a toda transición.
Y el gobierno francés continuó desarrollando sus propios ataques en Siria a fines de septiembre, argumentando «legítima defensa» frente a la amenaza terrorista…
Hay que oponerse a esta nueva intervención militar imperialista de los aliados del régimen de Assad para salvar la dictadura, intervención que se traduce en nuevas víctimas civiles y destrucciones. Hay que denunciar toda la hipocresía de los Estados occidentales: quienes pretenden apoyar a la revolución siria… a la vez que niegan todo apoyo real a las fuerzas democráticas de Siria y al suministro de armas sin condiciones políticas a las fuerzas democráticas del ESL y a los kurdos en su combate contra el régimen y sus aliados y contra las fuerzas islámicas fundamentalistas. Las políticas de los Estados europeos hacia los refugiados y la construcción de una Europa fortaleza son una prueba más de esta hipocresía.
* Joseph Daher es miembro de la Izquierda Revolucionaria Siria.
Fuente original: http://www.npa2009.org/
Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur- http://www.vientosur.info/