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La familia Pita Armada

Fuentes: Insurgente

Todos los años, cuando las circunstancias me lo permiten, intento dejarme caer en el mes de Agosto por la Ría de Ortigueira, en A Coruña. Uno de los municipios que la componen es Cariño. Concello independiente desde 1988. Anteriormente formaba parte de la Villa de Ortigueira. Hoy es conocido por el Cabo Ortegal, bañado por […]

Todos los años, cuando las circunstancias me lo permiten, intento dejarme caer en el mes de Agosto por la Ría de Ortigueira, en A Coruña. Uno de los municipios que la componen es Cariño. Concello independiente desde 1988. Anteriormente formaba parte de la Villa de Ortigueira. Hoy es conocido por el Cabo Ortegal, bañado por el mar Cantábrico y el océano Atlántico, y que convierte al Concello cariñense en el único pueblo de todo el Estado bañado por dos mares.

Durante mi estancia estival en tan maravillosas tierras conocí a Pancho. Pancho de Pita. Pancho es uno de esos viejos socialistas. Viejo no porque gaste ya 70 primaveras. Si no porque es un socialista de los de antes. De esos que están en política para ayudar a sus semejantes, por ideas, y no para lucrarse. Fue concejal en la primera legislatura, cuando Cariño se segregó de Ortigueira, siendo anteriormente presidente de la asociación de vecinos de Cariño. Aparte de todo esto, Pancho es conocido por la historia de su familia en tiempos de la República y la guerra.

La familia Pita Armada está compuesta por 11 hermanos. El padre, abuelo de Pancho, Luis Pita quedó huérfano a la edad de 15 años y tuvo que sacar adelanta a sus hermanas. Trabajó durante años en la construcción 14 horas diarias. Salió adelante, casó con Asunción Armada, tuvo 11 hijos y llegó a poseer una fábrica de conservas y salazones donde trabajaron sus hijos. A pesar de llegar a vivir en una situación de moderada comodidad, los hijos de Luís y Asunción se dieron cuenta de las necesidades y penurias de marineros y trabajadores de Cariño. Fueron los impulsores del S.I.P., Sindicato de la Industria Pesquera, ligado a la C.N.T. gallega. En 1934 se organizó una huelga en la que participaron 2.000 personas, paralizando la actividad pesquera y conservera. Sobra decir que en Cariño los organizadores fueron los hermanos Pita, entre los que destacaba Manuel, organizador del S.I.P. en Cariño, y que mantenía correspondencia con Castelao, Risco y otros galleguistas de la época. La huelga fue un éxito, ya que consiguieron sus reivindicaciones y los sindicalistas detenidos fueron puestos en libertad, entre ellos el propio Manuel.

En el año 1936, el S.I.P. cuenta con 1.200 afiliados, siendo uno de los sindicatos más importantes de la Confederación Regional Galaica de la C.N.T. Cuando se produce el alzamiento contra la República, los sindicalistas de Cariño intentaron defenderse, al igual que hicieron en otras localidades y parroquias. La resistencia fracasa y deciden marcharse en el bonitero ARKALE, donde embarcan 38 personas. Entre ellas José y Manuel, tíos de Pancho, y Vicente, su padre, al que no verá hasta que tenga 31 años. En aquel entonces Pancho apenas contaba con 3 meses de edad. Los otros hermanos varones de la familia, Luís, Francisco y Antonio se quedan en tierra. Se niegan a abandonar a sus familias ya que no habían hecho mal a nadie. Los llevaron a Ferrol y los asesinaron. Cuando se los llevaban por las calles de Cariño, un individuo que se encontraba en la puerta de su casa les espetó a los falangistas: «Volved a sus casas y llevar también a las crías (por las hermanas), que no quede nada».

Los huidos del ARKALE llegaron a Francia, donde fueron recluidos en campos de concentración. Pudieron embarcar para Chile en el WINNIPEG. Trabajaron en las conserveras chilenas, y como si de una maldición se tratase, les tocó vivir también el golpe de Estado de Pinochet contra el gobierno constitucional de Allende y la Unidad Popular.

Los abuelos de Pancho, Luis y Asunción, y sus hijas pasaron sufrimientos, víctimas de la maquinaria represora franquista en alianza con los caciques locales y la iglesia. Tuvieron que huir para A Coruña porque les hacían la vida imposible.

Pancho tampoco se libró del largo brazo represor. En 1967 emigró a Francia con su esposa. Fue vigilado por agentes secretos de la policía española. No pudo ingresar a trabajar en la Citröen por los informes negativos que enviaron las autoridades locales. Le tocó vivir el Mayo del 68 en París. Regresó en 1978 y aún entonces tuvo problemas para instalar un negocio.

Todo esto no es más que un brevísimo extracto de lo acontecido por la familia Pita Armada. La familia Pita Armada es una entre las miles a las que les tocó sufrir represión, cárcel y muerte. El 23 de Agosto el Barco de la Memoria arribó al puerto de Ferrol para conmemorar el año de la memoria. La asociación FERROLTERRA A NOSA MEMORIA organizó un acto donde intervinieron familiares de represaliados de la comarca. Pancho tuvo su intervención. Le acompañabamos familiares y amigos, además del alcalde de Cariño, que fue el único alcalde de toda la comarca presente en el acto. Pancho expuso la historia de la familia Pita Armada y concluyo afirmando que él ni olvida, ni perdona. Porque si lo hiciera estaría traicionando la memoria de sus tíos asesinados y de toda la familia. Pancho quiere recordar no desde el revanchismo y la venganza, ya que no es un asesino como los falangistas que asesinaron a sus tíos, cuyos descendientes políticos directos (leáse PP) miran para otro lado negándose a reconocer la historia y revisándola de mano de sus plumíferos a sueldo (Pío Mora, César Vidal, Jiménez Losantos). Pancho quiere recordar para que las generaciones futuras sepan que en este país de gente mediocre, cainita y vil que lleva por nombre España, hubo un alzamiento contra un gobierno legítimamente constituido, y donde se asesinó y masacró en nombre de Dios y de la puta patria. Por eso, y porque sin haberlos conocido, se siente extremadamente orgulloso de sus tíos Antonio, Luís y Francisco y de toda la familia Pita Armada, lo cual se nota en el brillo de sus ojos cuando los menciona.

Hoy, cuando se está desarrollando la ley de la memoria, y el PSOE quiere suavizarla para contener a las hienas del PP. Hoy, cuando han pasado más de 30 años de la muerte del dictador asesino y genocida, y la transición y la mal llamada democracia todavía condenan al olvido a los republicanos y republicanas represaliadas, pero no lo hace con el alzamiento fascista, manteniendo símbolos franquistas y calles con nombres de asesinos. Hoy, que estas palabras de Pancho (de un acto anterior) sirvan para recordar aún más a todos los republicanos, y para hacernos conscientes de quién nos gobernó y nos gobierna:

«Estos son a grandes rasgos mis conocimientos del franquismo y sus consecuencias en la familia Pita, que aún cuando tiene ocasión nos lo recuerda un descendiente de la derecha franquista llamado José María Aznar, cuyos antecesores apoyaron el régimen de Franco en su lucha contra la República. Este señor hizo y hace la misma política de Franco y piensa igual. Otro que se denomina demócrata, galleguista y defensor de Galicia es Manuel Fraga Iribarne, que piensa igual y tiene las mismas ideas dictatoriales que su difunto jefe, y que si renaciese el 1936 él estaría a la cabeza. Es éste el peor enemigo de Galicia y de los gallegos, y tiene la desfachatez de crear la medalla Castelao, e imponérsela a algún personaje al que debería quemar en el pecho. Si a este padre del galleguismo lo llegase a coger, lo acabaría enterrando anónimamente en alguna cuneta como están miles de inocentes luchadores por Galicia y por la libertad.»