Una amplia delegación de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), encabezada por su secretario general, Anthony Bellanger, e integrada por miembros de diversos países, entre ellos mi querida amiga y compañera en tantas luchas, Zuliana Lainez, lider de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP)… ha estado en Palestina hace unos días con el […]
Una amplia delegación de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), encabezada por su secretario general, Anthony Bellanger, e integrada por miembros de diversos países, entre ellos mi querida amiga y compañera en tantas luchas, Zuliana Lainez, lider de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP)… ha estado en Palestina hace unos días con el propósito de comprobar sobre el terreno las duras condiciones de vida que sufre el pueblo palestino bajo la ocupación militar sionista y la colonización de su territorio, cada vez más escaso y troceado por los asentamientos ilegales, y condenados por la ONU, así como por el Muro de la Vergüenza, monumento a la barbarie del gobierno israelí que condena a los palestinos de Cisjordania a vivir en inmensas cárceles a cielo abierto. Ese encarcelamiento es el mismo o peor, si cabe, como todo el mundo sabe, en la Franja de Gaza.
La delegación de la FIP también tenía por objeto verificar las difíciles condiciones en las que deben realizar su labor informativa los medios y los periodistas palestinos, y hacer llegar a éstos y al conjunto del sufrido pueblo palestino un testimonio de solidaridad y compromiso fraterno con su libertad y su vida.
Y ya lo creo que verificaron los periodistas internacionales solidarios como viven sus hermanos palestinos. Y en carne propia. El pasado sábado, en el siniestro control militar de Qalandia, obligado para viajar de Ramallah a Jerusalem, sólo comparable al no menos siniestro para ir de Belén a Jerusalem (conozco y he sufrido ambos «check point»), la delegación de la FIP realizaba su trabajo mientras esperaba para pasar el control (fotos del muro, del gentío esperando, de la chulería de los militares, jovencísimos en general). Fueron abordados brutalmente con exigencia de cesar cualquier foto o filmación; la delegación exibía muy visiblemente sus credenciales de periodistas, «press», «press». Todo inútil, la siguiente reacción fueron cargas violentas y gases lacrimógenos … Es decir, el trato habitual que da el ejército de ocupación a la población palestina, a los periodistas y a cuantos osan poner en cuestión aquel estado de cosas del que se han cumplido ahora 70 años, 70, que se dice pronto…
La delegación de la FIP envió una durísima carta de condena por estas agresiones al primer ministro israelí y al secretario general de la ONU y de la UNESCO.
La compañera Zuliana está en Catalunya y describe lo vivido en Qalandia con una mezcla de indignación y rabia pero también, y esto es lo más importante, de voluntad resuelta de explicarle al mundo el genocidio objetivo que sufre el pueblo palestino, ante el cual no caben inhibiciones ni medias tintas. Y este es un dato muy importante para la causa palestina, porque Zuliana es una gran periodista, una gran activista solidaria y una dirigente de la más importante y prestigiosa Internacional de Periodistas, la FIP. Y, además, se lleva el testimonio de aquella brutalidad contra la información libre y la verdad en fotos aterradoras.
El Estado sionista, sin más apoyo que el del tipo de la tortilla en la cabeza, dirigido por un personaje cruel e imprevisible, al frente de un gobierno en descomposición por el militarismo, el extremismo religioso, el odio a Palestina y la corrupción … no es sólo una tragedia para los hermanos pueblos de Israel y Palestina; puede serlo para la Paz y la estabilidad de la Humanidad entera. Insisto.
Manuel Zaguirre. Exsecretario general de la USO. Militante PSC.
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