Egipto envió el martes a Hosni Mubarak a un tribunal penal por la muerte de manifestantes y otros cargos, desafiando los rumores de que el ex presidente se iba a librar de un juicio público gracias a los nuevos gobernantes militares del país. Mubarak fue destituido del poder el 11 de febrero tras manifestaciones masivas […]
Egipto envió el martes a Hosni Mubarak a un tribunal penal por la muerte de manifestantes y otros cargos, desafiando los rumores de que el ex presidente se iba a librar de un juicio público gracias a los nuevos gobernantes militares del país.
Mubarak fue destituido del poder el 11 de febrero tras manifestaciones masivas que pedían el fin de sus 30 años en el poder. Después la fiscalía ordenó su detención por delitos de corrupción durante su régimen y la represión contra manifestantes.
Sus dos hijos Alaa y Gamal, que muchos creían que había sido preparado por su padre para que lo sustituyera, también fueron remitidos al tribunal penal con los mismos cargos, dijo el fiscal en un comunicado.
La decisión se anunció antes de otra manifestación prevista en la plaza Tahrir en El Cairo, el corazón de la revuelta, el viernes. Activistas han pedido una gran participación para exigir una mayor celeridad en las reformas y un juicio público para Mubarak y otros dirigentes.
«Cada vez que la juventud amenaza con ir a la plaza Tahrir con un gran número de manifestantes, creo que hacen algunas concesiones», dijo Hassan Nafaa, un politólogo y crítico de Mubarak desde hace mucho tiempo.
Los delitos mencionados por el fiscal incluyen «asesinato intencionado, intento de asesinato de algunos manifestantes (…) uso indebido de influencia y malversación de fondos públicos y enriquecimiento privado ilícito», dijo el comunicado.
(Reporte de Yasmine Saleh, Dina Zayed y Alexander Dziadosz; Traducido por Iciar Reinlein en la Redacción de Madrid; Editado por Lucila Sigal)