La Fiscalía General del Estado de Israel rechazó el 27 de enero procesar a los policías implicados en la muerte de doce árabes- israelíes y un palestino en los disturbios de octubre de 2000, pocos días después del inicio de la ‘Intifada de Al-Aqsa’. El asesor jurídico de Estado de Israel, Menajem Mazuz, decidió aceptar […]
La Fiscalía General del Estado de Israel rechazó el 27 de enero procesar a los policías implicados en la muerte de doce árabes- israelíes y un palestino en los disturbios de octubre de 2000, pocos días después del inicio de la ‘Intifada de Al-Aqsa’.
El asesor jurídico de Estado de Israel, Menajem Mazuz, decidió aceptar a trámite la posición de la Oficina de la Fiscalía General, que alegaba que el Estado no veía razón para revertir la decisión de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía sobre la materia, ‘ante la falta de pruebas’, informan medios de comunicación locales.
En septiembre de 2005, ese organismo de la policía, adscrito al Ministerio de Justicia israelí, resolvió cerrar el caso tras investigar los enfrentamientos registrados en octubre de 2000, principalmente por falta de pruebas.
Entonces, los investigadores dijeron que no habían encontrado evidencias suficientes para condenar a ningún oficial de policía.En algunos casos, los ‘investigadores’ ni siquiera pudieron localizar a los agentes que acudieron a aplacar los choques que se desencadenaron tras la visita del entonces líder político de la oposición israelí Ariel Sharón a la Explanada de las Mezquitas.
En otros casos, no se pudo determinar qué oficial fue responsable de haber disparado y matado a manifestantes.
Aquella decisión despertó airadas reacciones entre la comunidad árabe de Israel, que se siente desamparada ante la brutal represión de las fuerzas que deberían garantizar su seguridad.
De forma cínica el portavoz israelí Mazuz en el informe declaró: ‘Es preocupante y triste que trece personas murieran en esas circunstancias, pero no obstante, la ley tiene unas directrices sobre pruebas y responsabilidad criminal’.
La Comisión Or, que investigó las circunstancias los hechos, acusó a los entonces primer ministro israelí, Ehud Barak, y titular de Seguridad Interior, Shlomo Ben Amí, de ser los responsables indirectos de la muerte de los trece árabes en los disturbios.
Mazuz afirma en su escrito que dicha comisión ‘sólo apuntó a sospechosos y sospechas sobre diferentes circunstancias recomendando que se abriera una investigación penal del asunto; pero no proveyó datos o pruebas de ninguna acción criminal en sí misma’.
Los heridos y lesionados durante la represión de los manifestantes fueron centenares, entre ellos el informe incluye a decenas de policías, que a su vez aplacaron las protestas disparando además balas de acero recubiertas de caucho y gases lacrimógenos.
Los árabes-israelíes, alrededor de un millón, son los palestinos que quedaron dentro de las fronteras expandidas del Estado de Israel en 1948, así como sus descendientes, y se concentran, en su mayoría, en la zona de Galilea y en el desierto del Neguev.
Miles de árabes israelíes marcharon en Sajnín
Más de 20.000 personas se manifestaron ayer viernes, día 1, en la ciudad de Sajnín (en la zona de Galilea) contra la decisión de la Fiscalía de no procesar a los policías responsables de la muerte de 13 árabes israelíes en octubre de 2000.Durante la manifestación, los participantes portaron ataúdes con los nombres y fotografías de los árabes israelíes muertos durante los choques que se produjeron poco después de la irrupción del alzamiento palestino conocido como la «Intifada de Al-Aqsa» o segunda Intifada.
El diputado árabe del partido comunista Hadash, Mohamed Barakeh, señaló durante la manifestación que «la impresionante participación supone un grito de protesta contra el aparato racista encabezado por Mazuz, la Fiscalía y el Departamento de Investigaciones de la Policía, cuyas decisiones legitiman los
asesinatos».
El jefe del partido árabe Balad, Jamal Zahalka, dijo por su parte que «las fuerzas que escribieron la decisión de Mazuz son las mismas que apretaron el gatillo y mataron a 13 de nuestros hijos. Tanto la pluma como el rifle tienen las mismas huellas digitales».
Zahalka añadió que la ciudadanía árabe dio al sistema legal en Israel la oportunidad de juzgar a los que cometieron los asesinatos, pero fracasaron porque se continúa considerando a los árabes como el enemigo.
Por su parte, el jefe del Alto Comité de Seguimiento Arabe, Shauki Hatib exclamó en la manifestación: «Seguimos sojuzgados por los resultados de la Nakba (‘Catástrofe’, término palestino que se emplea para describir la creación de Israel en 1948)».
Agregó que,»sabemos bien que sus maliciosas intenciones siguen ahí. La protesta de hoy es la primera de una serie de medidas que adoptaremos, pediremos ayuda internacional legal para llevar a los asesinos ante la justicia. Si existe un hebreo con raciocinio en este país entonces debería condenar la decisión.
http://www.nodo50.org/csca/agenda08/palestina/arti172.html