La tan anunciada «gran confrontación» por parte de los rebeldes sirios para capturar la capital Damasco ha terminado en un empate con el ejército de Bashar Assad, al igual que todas sus anteriores ofensivas en los últimos meses. No lograron abrirse paso hacia el corazón de la capital más allá de la posición de la […]
La tan anunciada «gran confrontación» por parte de los rebeldes sirios para capturar la capital Damasco ha terminado en un empate con el ejército de Bashar Assad, al igual que todas sus anteriores ofensivas en los últimos meses. No lograron abrirse paso hacia el corazón de la capital más allá de la posición de la poderosa 4ª División del ejército sirio bajo el mando del general Maher Assad, hermano del presidente. Los rebeldes también perdieron su posición en la carretera de Damasco a Alepo. Pero en medio de fuertes batallas con las tropas de la división, los rebeldes siguen aferrándose a los suburbios del sur de Damasco.
La capital de Siria (1,9 millones de habitantes) es por lo tanto la segunda ciudad después de Aleppo (2,3 millones), que está dividida entre combatientes y militares del ejército sirio. Fuentes militares de Debkafiles informan de que, a pesar de la amarga lucha, el flujo de refugiados que huyen de Siria ha disminuido considerablemente, ya que muchos optan por la vida en las zonas de guerra por causa de las miserables condiciones que prevalecen en los campos de refugiados turcos, libaneses y jordanos, donde rudimentarios elementos esenciales tales como alimentos, agua limpia, calefacción y servicios médicos básicos escasean para los cientos de miles de sirios que han huído del conflicto.
Además de estos horrores, algunas familias sirias se dice que están vendiendo a sus hijas por comida. El movimiento de refugiados sirios hacia el exterior tiende ahora a ser interno, personas de las zonas asediadas que buscan asilo en regiones fuera de las zonas de guerra, como el sureste de las montañas drusas del Golan y zonas kurdas del norte. Desde el ataque aéreo israelí contra el complejo militar sirio de Jamraya el 30 de enero, las partes en guerra en Siria han estado mirando por encima del hombro para evaluar los movimientos de Israel antes de iniciar la siguiente etapa de su campaña por dos consideraciones:
1. Fuentes militares de Debkafiles informan que cuando los rebeldes al principio parecían abrirse paso hacia el corazón de Damasco en la primera parte de su ofensiva -y así obligar al presidente sirio Bashar Assad a huir de la capital- el presidente ordenó que los tanques de la 4ª División de su ejército y los misiles de corto alcance en superficie fueran armados con armas químicas. Iban a ser utilizados si las defensas de la ciudad eran violadas. Esto habría hecho de la batalla por Damasco el primer enfrentamiento de la guerra siria en el que se desplegan armas químicas en el combate.
La única fuerza militar lo suficientemente cercana para evitar que esto sucediera y destruir las fuerzas armadas con armas químicas sería la Fuerza Aérea de Israel. Su intervención habría sido fundamental para darle la victoria a los rebeldes.
2. Desde el episodio de Jamraya, fuentes militares del Líbano reportan que cazas de la Fuerza Aérea de Israel y aviones de vigilancia están llevando a cabo vuelos sobre la zona casi todos los días.
Según nuestras fuentes militares, los aviones israelíes están densamente desplegados por las fronteras de Siria con Israel, Jordania y el Líbano, para protegerse contra dos eventualidades, a las que está obligado el gobierno de Netanyahu a adelantarse:
a) La información ha llegado a la inteligencia de EE.UU. e Israel de que Bashar Assad ha prometido a su círculo más cercano que hará que Israel pague por el ataque contra Jamraya.
b) El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha instado al gobernante sirio a que haga todo lo posible por transferir a Hezbolá en el Líbano el lote de armas sofisticadas suministradas por Irán y almacenadas en Siria. Esta directiva se entregó a Assad por medio del Director de Seguridad Nacional de Irán, Saeed Jalilee, cuando se reunieron en Damasco el pasado domingo, 3 de febrero.
Todas las partes interesadas entienden que Israel está tan decidido a bloquear esta transferencia como Teherán y Damasco están decididos a conseguir que se efectúe.
A la vista de estos retos y su potencial para un conflicto armado, Israel mantiene un ojo de águila en cada movimiento de las fuerzas de Assad en Damasco en busca de cualquier indicio de la aparición de la guerra química o de tráfico de armas hacia la frontera libanesa para Hezbolá.
El gobernante sirio, por su parte está ocupado en incubar esquemas para mantener este tráfico de armas fuera de la vista electrónica de la Fuerza Aérea de Israel, mientras que los rebeldes sirios están haciendo planes para provocar un enfrentamiento entre el ejército sirio y la fuerza aérea israelí, para proporcionarles un momento oportuno para traer una conclusión exitosa a su «gran confrontación» en Damasco.
Tomado de http://www.laproximaguerra.com/2013/02/fuerza-aerea-israel-clave-control-de-damasco.html