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Dimite un “gran profesional” de la represión

La gran caída de don Manel

Fuentes: Rebelión

Martes 27 de mayo. Don Manel Prat comparece ante los medios y lee-comenta un comunicado en el que anuncia su dimisión (forzada con toda probabilidad) como director general de los Mossos d’Esquadra, la policía autónoma catalana. Llevaba en el cargo desde 2011. Sufrimos todos y todas las consecuencias: brutal intento de desalojo de la Plaza […]

Martes 27 de mayo. Don Manel Prat comparece ante los medios y lee-comenta un comunicado en el que anuncia su dimisión (forzada con toda probabilidad) como director general de los Mossos d’Esquadra, la policía autónoma catalana. Llevaba en el cargo desde 2011. Sufrimos todos y todas las consecuencias: brutal intento de desalojo de la Plaza de los Indignados, ex plaza Cataluña. Algunas personas, además, sufrieron su irresponsabilidad político-represiva (y la de sus jefes en plaza) en su propio rostro (Ester Quintana por ejemplo, no es el único caso) y otras en su propia vida (el ciudadano del Raval entre otros, tampoco es el único), sin olvidar los actos de chulería fascistoide en los juzgados de algún grupo de agentes apenas sancionados… o no sancionados.

Lo esencial tras la dimisión: ¡bien, muy bien, que suenen canciones de lucha, el gran alegrón del año hasta el momento! Brindemos con cava, como en los viejos tiempos. Es un éxito del movimiento crítico ciudadano que no ha cesado. Como el rayo de Miguel Hernández.

Eso sí, la dimisión se ha puesto en escena con el tono al que nos ha tenido acostumbrados don Manel, sin inmutarse un positrón, con su cara de palo-hierro, con la seguridad de un «gran profesional» de la represión (sigamos a partir de ahora su ubicación profesional, veremos qué sorpresas nos da la vida y nos depara su destino). En síntesis, con su lema clásico-esencial: sostenella y no enmendalla. Lo de la autocrítica es para estúpidos e idiotizados grupos leninistas, «peligrosos colectivos antisistema» en su lenguaje ultraconservador.

La dimisión se ha producido 24 horas después del «glorioso» desalojo de Can Vies (ayer hubieron más movilizaciones), el centro social autogestionado del barrio de Sants de Barcelona, desalojo en el que la presión de la alcaldía de don Trias el convergente (¡busquen por favor sus declaraciones!) ha jugado un gran papel. No nos olvidemos, que no habite tampoco aquí el olvido, de las cargas policiales contra la manifestación de apoyo y del ataque policial, sin ninguna justificación, contra la sede del seminario de la Directa y la librería «Ciutat invisible». La información facilitada en TV3 sobre lo ocurrido a la altura de lo que es actualmente TV3: un canal ultraconservador de derecha nacionalista.

¿Quién escribió el comunicado que leyó don Manel? Probablemente nunca lo sabremos exactamente pero desde luego que fue consensuado con sus dos grandes jefes, el actual conseller Espadaler, de Unió, y con el ex, don Felip el Puig. Probablemente también con el portavoz Homs, Quico para sus amigos, e incluso (o sin el incluso) con el president Mas el privatizador, la supuesta voluntad encarnada de un poble.

El tono usado en su comparecencia, su referencia chulesca y semifascista a lo ocurrido en el caso de Ester Quintana y el uso para él no demostrado (faltan fotografías, vídeos, etc) de pelotas de goma (el insulto a la víctima es un ejemplo de infamia en estado impuro que debemos registrar), son indicios suficientes de la enorme bajura poliética del personaje. Es sabido por todos, era sabido por todos. Que haya durado el tiempo que ha durado en su cargo político, a pesar de lo visto, comentado y sufrido, es responsabilidad directa de sus dos jefes de Interior y del gran Jefe Mas, el que elogió en su momento el gobierno de los mejores. Maria, quin riure!

¿Y por qué el molt honorable Mas ha dejado caer a su protegido en estos momentos? Tal vez por la anunciada comparecencia en el Parlament; más escándalos no nos convienen, han podido pensar. Probablemente también por los excesos «inoportunos» de los Mossos en el ataque a la librería y al seminario La Directa dadas las vinculaciones políticas de ambas plataformas. Pudieron pensar del mismo modo: ésta es la nuestra dadas las «molestias» que ocasionaba el personaje. Y también, si me apuran, por los resultados del 25M. Más allá de lo dicho y manifestado en público, más allá de sus caras de alegría y enorme satisfacción, saben que las cuentas no les salen del todo. Han movilizado todo lo que han podido, y un poco más, y han conseguido un 45% (o un 55%, depende como queramos contar) de un 47% de participación. Y no pueden perder apoyos, ningún apoyo, entre los partidarios del derecho (independentista) a decidir… la independencia. Lo del «dret a decidir» así, en abstracto, les importa -con perdón- un carajo y medio.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.