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La gran marcha de la esperanza: Gaza se resiste a ser eliminada

Fuentes: Rebelión [Foto: La población palestina desplazada por los ataques israelíes continúa regresando a sus tierras en el norte desde el sur de Gaza (Ashraf Amra - Agencia Anadolu)].

Traducido del inglés para Rebelión por Jesica Safa

El regreso el 27 de enero de un millón de palestinos y palestinas desde el sur al norte de Gaza se sintió como si la historia coreografiara uno de sus eventos más trascendentales en los últimos tiempos.

Miles de personas marcharon por una sola calle, la calle costera Rashid, en el tramo más occidental de Gaza. Aunque estas masas estaban aisladas unas de otras en los campamentos de desplazamiento masivo en el centro de Gaza y la región de Mawasi (más al sur), cantaban las mismas canciones, entonaban los mismos cantos y tenían los mismos temas de conversación.

Durante su desplazamiento forzado no tuvieron electricidad ni medios de comunicación, y mucho menos coordinación. Eran personas comunes que llevaban consigo algunas prendas de vestir y cualquier herramienta de supervivencia que tuvieran, tras un genocidio israelí sin precedentes. Se dirigieron al norte a casas que sabían que probablemente habían sido destruidas por el ejército israelí.

Sin embargo, mantuvieron su compromiso con su marcha de regreso a sus ciudades y a sus campamentos de refugiados aniquilados. Muchas personas sonreían, otras cantaban himnos religiosos, y algunas recitaban canciones y poemas nacionales.

Una niña pequeña ofreció a un reportero un poema que había compuesto. «Soy palestina y estoy orgullosa», dijo en voz alta. Recitó unos versos sencillos, pero emotivos sobre su idea de ser una «niña palestina fuerte y resiliente». Habló de la relación con su familia y su comunidad como la «hija de héroes, la hija de Gaza», y declaró que los gazatíes «prefieren la muerte a la vergüenza». El regreso a su hogar destruido fue un «día de victoria».

«Victoria» es una palabra que repiten prácticamente todos las personas entrevistadas en los medios de comunicación e innumerables veces en las redes sociales. Aunque muchas, incluidas algunas simpatizantes de la causa palestina, pusieron abiertamente en duda la opinión de los habitantes de Gaza sobre lo que consideraban una ‘victoria’, no tuvieron en cuenta la historia de Palestina, que en realidad es la historia de todos los pueblos colonizados que arrancaron su propia libertad de las garras de extranjeros y enemigos brutales.

«Las dificultades quiebran a algunos hombres, pero forjan a otros. Ningún hacha es lo suficientemente afilada como para cortar el alma de una persona armada con la esperanza de que se levantará, aunque sea al final», escribió en 1957 desde su celda el icónico líder sudafricano antiapartheid Nelson Mandela en una carta a su esposa. Sus palabras escritas en el contexto de la lucha de Sudáfrica se sienten como si hubieran sido escritas para los palestinos y palestinas, especialmente ante el último triunfo, tanto físico como psicológico, de Gaza contra su eliminación.

Para entenderlo mejor, hay que examinar lo que los líderes políticos y militares israelíes afirmaron sobre el norte de Gaza inmediatamente después del inicio de la guerra genocida el 7 de octubre de 2023:

Israel mantendrá «la responsabilidad de la seguridad general» en la Franja de Gaza «por un período indefinido», dijo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en una entrevista con la red ABC News en noviembre de 2023.

Un año después el ejército israelí reiteró la misma postura. El general de brigada israelí Itzik Cohen dijo a los periodistas israelíes en una declaración que no habría «retorno» para ningún residente del norte de Gaza.

El ministro de hacienda, Bezalel Smotrich, fue más allá. «Es posible crear una situación en la que la población de Gaza se reduzca a la mitad de su tamaño actual en dos años», dijo el 26 de noviembre, y afirmó que Israel debería reocupar Gaza y «alentar» la migración de sus habitantes.

Muchos otros funcionarios y expertos israelíes repitieron la misma idea como un coro predecible. Los grupos de colonos celebraron una conferencia en junio pasado para evaluar las posibilidades inmobiliarias en Gaza. En sus mentes eran los únicos que podían opinar sobre el futuro de Gaza. Los y las palestinas parecían irrelevantes en la rueda de la historia que, como creían arrogantemente los poderosos, está controlada solo por Tel Aviv.

Pero la masa interminable de personas cantaban: «¿Creen que pueden estar a la altura de los libres, a la altura del pueblo palestino?… Moriremos antes de entregar nuestro hogar; nos llaman los luchadores por la libertad”.

Muchos medios de comunicación, incluidos los israelíes, informaron sobre un estado de shock en Israel cuando la población gazatí regresó en masa a una región totalmente destruida. El shock no termina ahí, Israel no ocupó el norte, ni limpió étnicamente a la población palestina de Gaza ni quebró su espíritu colectivo. En cambio, esta población emergió más fuerte, más decidida y, lo que es igual de aterrador para Israel, con un nuevo objetivo: regresar a la Palestina histórica.

Israel invirtió durante décadas en un singular discurso sobre el internacionalmente reconocido Derecho al Retorno del pueblo palestino a sus hogares en la Palestina histórica. Casi todos los líderes o altos cargos israelíes desde la Nakba de 1948 (la ‘catástrofe’ resultante de la destrucción de la patria palestina) se hicieron eco de él. El exprimer ministro israelí Ehud Barak lo resumió en el año 2000, durante las negociaciones de Camp David, cuando dibujó su «conclusión» de cualquier acuerdo de paz con el pueblo palestino: no habría derecho de retorno para las y los refugiados palestinos.

Como ha demostrado Gaza, el pueblo palestino no sigue las indicaciones de Israel, ni siquiera de aquellos que dicen representarlo. Mientras marchaban hacia el norte, cuatro generaciones de palestinos caminaron juntas, a veces tomados de la mano, cantando por la libertad y el retorno, no solo al norte sino más al norte, hasta la mismísima Palestina histórica.

Desde la Nakba Israel ha insistido en que escribirá la historia de la tierra entre el río Jordán y el mar. Pero las y los palestinos siguen demostrando que Israel está equivocado. Sobrevivieron en Gaza a pesar del genocidio, permanecieron, regresaron, resurgieron con un fuerte sentido de victoria. Están escribiendo su propia historia que, a pesar de las inconmensurables e inimaginables pérdidas, es también una historia de esperanza y victoria.

Texto original: https://www.middleeastmonitor.com/20250203-the-great-march-of-hope-gazas-defiance-against-erasure/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.