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La «guerra de los decibeles»: hablan los expertos

Fuentes: Cuba Posible

La más reciente crisis diplomática entre Cuba y Estados Unidos demuestra que el proceso de normalización de relaciones no es un éxito asegurado y, mucho menos, está libre de incertidumbres. La Administración Trump continúa poniendo en peligro el camino avanzado por el Gobierno cubano y la Administración Obama en materia de diálogo y entendimiento. Los […]

La más reciente crisis diplomática entre Cuba y Estados Unidos demuestra que el proceso de normalización de relaciones no es un éxito asegurado y, mucho menos, está libre de incertidumbres. La Administración Trump continúa poniendo en peligro el camino avanzado por el Gobierno cubano y la Administración Obama en materia de diálogo y entendimiento. Los intercambios y conversaciones entre distintas agencias e instituciones, miembros de las sociedades civiles, familias y personas residentes de ambos países, han sido reconocidos como útiles y ventajosos, incluso por funcionarios de la actual Administración.

La suma de algunos actores racionales con una visión exasperada, y de «suma cero» por parte del Presidente, más los sentimientos ultranacionalistas compartidos con otros altos funcionarios, hacen de la política exterior de la Casa Blanca una mezcla de declaraciones en ocasiones contraproducentes e improvisadas. Lo cual hace peligrar los intereses no solo de Estados Unidos, sino también de sus vecinos y de la comunidad internacional toda.

La decisión de retirar a más de la mitad de los diplomáticos estadounidenses estacionados en La Habana, suspender indefinidamente las citas para la obtención de visados, anunciar que el Departamento de Estado no enviará más delegaciones a La Habana para la celebración de rondas de discusiones, y solicitar a la Embajada cubana en Washington DC el retiro de los diplomáticos en las secciones consulares y de negocios, demuestra que la medidas fueron quirúrgicamente planeadas para atentar contra la buena marcha de las relaciones diplomáticas y el proceso de intercambio y acercamiento entre las dos naciones.

El gobierno cubano, pragmáticamente, ha llamado a no politizar la situación, y a no tomar medidas «a la ligera», sin antes tener en cuenta conclusiones con sustento científico o basadas en políticas razonables. Diplomáticos de carrera de Estados Unidos, incluyendo los que han sido afectados por los supuestos ataques acústicos, se ha reportado que se oponen a las medidas. La AFSA, gremio de los funcionarios del servicio exterior de los Estados Unidos, ha criticado duramente las medidas tomadas. Estos funcionarios, alejados de intereses y políticas partidistas, están conscientes de que retornar a la fase de enfrentamiento no es oportuno para ambas naciones, incluyendo la nación cuyos intereses representan.

El presidente Trump, quien ha estado interesado en invertir en Cuba en el pasado, ante la necesidad de una retórica de propaganda chovinista y con el precedente de sendas derrotas en el Congreso, ha cedido a presiones de unos pocos (pero poderosos) miembros del Congreso de Estados Unidos. Atentar contra la unidad de la familia, el progreso económico, y la inserción y apertura de Cuba y su pueblo, hacen de estos actores, cargados de odio, enemigos de la nación cubana.

Estas medidas traen nuevas interrogantes al estado actual de las relaciones. Para ello, el «Programa Orbe», de Cuba Posible, ha reunido a destacados investigadores, profesores, ex-diplomáticos, y miembros de las sociedades civiles cubana y estadounidense, para intentar despejar estas interrogantes. Contar con tan reconocidos analistas en este Dossier representa un privilegio, a la vez que brindará al lector la oportunidad conocer las perspectivas de personas que han moldeado, algunos, las relaciones entre ambas naciones. Desde Cuba Posible, esperamos que este Dossier le sea provechoso.

Leer en este dossier:

William M. LeoGrande: «La verdadera motivación de estas duras sanciones es la oposición del gobierno Trump a la política del presidente Barack Obama de normalizar las relaciones con Cuba»

Domingo Amuchástegui: «Lo que buscan es el colapso económico, político y social en Cuba»

Carlos Alzugaray: «La Administración Trump estaba buscando la excusa para tomar medidas agresivas que redujeran a cero los intercambios diplomáticos»

Richard Feinberg y Harold Trinkunas: «La hostilidad hacia Cuba perjudica a los intereses de Estados Unidos»

Michael J. Bustamante: «Me cuesta trabajo entender la expulsión de los diplomáticos cubanos»

Fuente: http://cubaposible.com/la-guerra-los-decibeles-hablan-los-expertos/