Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
Un 6% de la población siria ha muerto o ha resultado herida y la esperanza de vida del país, devastado por la guerra, se ha desplomado veinte años, según un nuevo y alarmante informe.
Desde el estallido de la guerra civil en 2011, «la población ha disminuido un 15% durante el conflicto; 3,33 millones de sirios han huido como refugiados a otros países», según el Centro Sirio para la Investigación Política, de Damasco. El centro añade que el deterioro de las condiciones ha provocado que la gente «ponga sus vidas y sus bienes materiales en manos de traficantes ilegales con la esperanza de llegar a salvo a las costas europeas». Miles de personas se han ahogado en el mar Mediterráneo «o han sido sableadas y robadas por traficantes de personas y bandas criminales».
Ahogamientos en el Mediterráneo
Cuando las adversas condiciones meteorológicas del invierno desaparecen aumenta el tráfico de personas en el Mediterráneo. La agencia de noticias Reuters informó el 4 de marzo de que 941 inmigrantes fueron rescatados por la guardia costera italiana en siete operaciones independientes al sur de Sicilia en un período de 24 horas.
«Todavía no hay un desglose detallado de sus nacionalidades aunque la mayoría de los supervivientes parecen ser subsaharianos africanos y eritreos, así como sirios y palestinos», según ha declarado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la semana pasada.
Entre los 60 inmigrantes que se ahogaron al hundirse la embarcación en la que viajaban el 4 de marzo había al menos dos palestinos. Más de sesenta personas siguen desaparecidas. Un diplomático palestino informó a la agencia de noticias Ma’an que había al menos otros 59 palestinos a bordo del barco, que se cree transportaba aproximadamente a unos 180 emigrantes.
Un informe más detallado publicado en árabe por Ma’an afirma que nueve personas a bordo del barco eran de Gaza, entre ellos cuatro niños. Otros pasajeros palestinos eran refugiados del campamento de Yarmuk, próximo a la capital siria, y de los campamentos de Líbano.
«Dos de los emigrantes fallecidos fueron identificados como Ahmad Jalid Hasan, de 17 años, y Mahmud Hmeid, de 23, del campamento de refugiados de Ein al-Hilwe, en Líbano», según el informe publicado en inglés.
Cinco mil personas perdieron la vida cuando emigraban el año pasado, la mayoría de ellos en el mar Mediterráneo. Fue el peor año en fallecimientos de emigrantes. Y 2015 parece que será aún más letal.
Seiscientas personas han perdido la vida mientras emigraban en lo que va de año, un aumento enorme respecto a las cien muertes registradas en el mismo periodo de 2014, tal y como informó la OIM esta misma semana.
El Mediterráneo es la ruta migratoria más mortal del mundo. Pero la desesperación que asola lugares como la sitiada Gaza, los marginados campos de refugiados en Líbano y Siria devastada por la guerra fuerza cada vez a más personas a embarcarse.
La destrucción de Siria
El informe del Centro Sirio para la Investigación Política, publicado en colaboración con la UNRWA y el PNUD, dependientes de Naciones Unidas, detallan el impacto de las condiciones económicas y sociales de las que huye la población en Siria.
Al haberse destinado los recursos y el capital del país «a la maquinaria de guerra», la economía siria se ha derrumbado y se ha fragmentado regionalmente. El conjunto de la pérdida económica desde el inicio de los disturbios en Siria a principios de 2011 hasta finales de 2014 se estima en 202.6 mil millones de dólares, según el informe.
El desempleo «se disparó» de casi un 15% en 2011, año en que comenzaron los enfrentamientos, al 57,7 % a finales del año pasado, cuando se registraron 3,7 millones de personas desempleadas.
«Los conflictos armados, la desintegración económica y la fragmentación social han transformado la geografía humana de Siria», agrega el estudio, lo que ha dado lugar a un vaciamiento poblacional» pasando de 20,870 millones habitantes en 2010 a sólo 17,65 millones a finales del año pasado.
La transformación demográfica en Siria resulta aún más llamativa si se compara la población real respecto a la población potencial proyectada por las cifras relativas a la tasa de crecimiento anteriores al conflicto.
«Si no hubiera estallado el conflicto y la tasa de crecimiento de la población siria se hubiera mantenido al 2,45% anual, la población total habría llegado a 22,990 millones de habitantes a finales de 2014», señala el informe. «En contraste, el potencial respecto a la población real se ha reducido en un 23%».
A finales del año pasado más de la mitad de la población se había trasladado o había huido a causa de las hostilidades. Aproximadamente el 58% de este grupo eran personas desplazadas en el interior de Siria», mientras que el 28% huyeron como refugiados y el 14% emigró a otros países».
Según las estimaciones, 3,33 millones de personas han huido del país al cierre de 2014, incluyendo 2 millones de niños; los refugiados de Siria actualmente constituyen la segunda población de refugiados más grande del mundo después de los palestinos.
Turquía superó a Líbano como anfitrión principal de refugiados sirios el año pasado, con un 35,1% refugiados en el primero y 34,5% en Líbano. «Jordania acogió a un 18,7% de refugiados sirios, mientras que Iraq ha servido de refugio a un 6,9%», agrega el estudio.
Las condiciones de deterioro han hundido a 4 de cada 5 sirios en la pobreza; un 30% de la población está en la pobreza extrema sin poder satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. La pobreza abyecta en zonas de conflicto «afronta dificultades especiales» que incluyen el hambre, la desnutrición e incluso la inanición.
Escuelas atacadas
La mitad de todos los niños en edad escolar ya no asistieron a la escuela durante el año académico 2014-15 ; «casi la mitad de todos los niños y niñas ya han perdido tres años escolares».
«Los logros académicos básicos de Siria en el año 2014 fueron los segundos peores del mundo», señala el informe, al mismo tiempo que «la diferente tasa de asistencia en las distintas regiones del país es un indicador de una desigualdad creciente».
El año pasado se produjeron 68 ataques contra escuelas sirias, incluido el ataque de noviembre contra una escuela primaria en las proximidades de Damasco en el que murieron 11 niños, de acuerdo con un nuevo informe de UNICEF.
Una de cada cinco escuelas en Siria ha sido dañada, destruida o sirve actualmente para proteger desplazados internos, según UNICEF.
La esperanza de vida se desploma
Mientras tanto, el 6% de la población del país ha sido asesinada, mutilada o herida como consecuencia del conflicto armado que se ha cobrado 210.000 vidas y 840.000 heridos.
«Igualmente horrendo es el desastre silencioso que ha reducido la esperanza de vida de 75,9 años en 2010 a un estimado de 55,7 años a finales de 2014, reduciendo la longevidad y la esperanza de vida en un 27%», según el Centro Sirio de Estudios para la Investigación Política.
La infraestructura sanitaria del país ha sido devastada; sólo la mitad de los centros de atención primaria que existían antes del conflicto seguían funcionando a finales del año pasado. La mayoría de los hospitales presentan escasez de trabajadores de la salud, especialmente de médicos de urgencias.
[La organización] Médicos por los Derechos Humanos ha documentado los asesinatos de más de 560 miembros del personal médico desde el inicio del conflicto, según el informe de UNICEF, y «en una zona de Alepo, la ciudad más grande de Siria, veinte médicos siguen atendiendo las necesidades de unos 300 mil civiles».
Por su parte, UNICEF declara que «sigue sin acceder a 80 mil niños pequeños que no han podido ser vacunados contra la poliomielitis como estaba programado» después de la gran movilización de recursos sanitarios tras haberse producido un brote de la enfermedad a finales de 2013.
El suministro de ayuda humanitaria a Siria, aunque sustancial, «sigue siendo muy inferior a las necesidades de las personas en el contexto de la catastrófica situación actual», declara el reciente informe de crisis sobre Siria.
Yarmuk
Los combates y el asedio impiden la distribución de ayuda humanitaria también en el sufrido campamento de Yarmuk.
La UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, ha podido entregar paquetes de alimentos a más de trescientas familias el 5 de marzo, la primera distribución exitosa desde el 6 de diciembre.
Yarmuk era el mayor centro de población palestina en Siria. Antes del violento levantamiento en el país, el número de habitantes del campamento «ascendía a unos 180 mil refugiados palestinos y cientos de miles de ciudadanos sirios», según Amnistía Internacional. En la actualidad, sólo unos 18 mil civiles siguen en el campamento. Yarmuk ha estado sitiado por las fuerzas del gobierno sirio desde diciembre de 2012 cuando rebeldes armados entraron en el campamento. Decenas de sus habitantes murieron de hambre cuando las fuerzas gubernamentales «comenzaron a impedir todo acceso a Yarmuk» en julio de 2013, señala Amnistía.
Los residentes no han tenido electricidad estable desde entonces, cuando se cortó el suministro principal, según la UNRWA.
La mayoría de los palestinos en Siria la componen refugiados a causa de la limpieza étnica de Palestina en 1948, sus descendientes, así como los desplazados después de la ocupación militar israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza en 1967. Israel se niega a respetar el derecho de los refugiados palestinos a regresar a su tierras y propiedades.
El año pasado la UNRWA únicamente pudo distribuir «el equivalente a 400 calorías por habitante y día, cantidad drásticamente inferior a las 2.100 calorías diarias que recomienda el Programa Mundial de Alimentos para civiles en las zonas de crisis».
Esta semana el portavoz de la agencia, Chris Gunness advertía de un déficit de financiación de cientos de millones de dólares.