Al igual que en las oleadas de indignación que estallaron en octubre de 2015 y julio de 2017, la última acción popular en Jerusalén representa la política de resistencia en su forma más elocuente. Las combativas acciones colectivas en Jerusalén han desencadenado e inspirado en toda Palestina un levantamiento embrionario cuyo objeto es abordar las causas de la fragmentación palestina y unificar la voluntad política y los medios de lucha contra al colonialismo de asentamiento y el apartheid israelíes.
Se trata de acciones de confrontación que pretenden reajustar los parámetros del llamado conflicto palestino-israelí y abordar los desequilibrios de poder entre el colonizado y el colonizador. Esta tarea titánica la lidera una nueva generación a la vez que construye y cohesiona sus posiciones, estrategias y programa para el futuro. Y lo está haciendo anclando sus acciones en un modelo de liderazgo colectivo y participativo del que carece el actual régimen político en Palestina.
La huelga general del 18 de mayo en toda Palestina, convocada y liderada por actores políticos no convencionales (nuevos grupos emergentes liderados por jóvenes), el nivel de compromiso con esta convocatoria, el lanzamiento del Manifiesto por la Dignidad y la Esperanza (véase más abajo en castellano), el poderoso discurso que se está elaborando y publicando en los principales medios de comunicación escritos y televisivos por parte de analistas palestinos, el papel de liderazgo de las mujeres palestinas en la vanguardia de todas estas iniciativas, la capacidad de movilización a través de la llamada “Línea Verde» y al otro lado –a pesar de todos los mecanismos de control y represión–, la aparición de grupos dirigidos por jóvenes como la Generación para la Renovación Democrática, y las acciones de rechazo para reducir al pueblo palestino a los aislados en la “prisión marco de Oslo”, constituyen ejemplos de una nueva dinámica en evolución que podría transformarse en una oportunidad política si la sostienen, respaldan y adoptan amplios sectores del pueblo palestino.
Estos desarrollos y dinámicas podrían ser “invisibles” en este momento, especialmente habida cuenta de los crímenes tan tangibles que se acumulan en la Franja de Gaza. Sin embargo, no debemos descartarlos a pesar de que estén en su fase inicial ya que son vías de esperanza en medio de la escalada de dolor. El ciclo de confrontación actual ya está generando señales que se echaban de menos en lo que respecta a la lucha palestina por la autodeterminación y la liberación. Es imperativo aprovechar estas señales para emprender un proceso de cambio positivo en el futuro.
La juventud palestina quería expresar su opinión en las elecciones que estaban previstas para el 22 de mayo. Ni Israel, ni la comunidad internacional ni el liderazgo político palestino convencional han permitido que estas elecciones se celebraran a través de las urnas. Sin embargo, podríamos argumentar que hoy en día las calles de Palestina (de toda Palestina) son la mayor urna, y que la juventud palestina está intentando dictar las vías de su futuro.
“La liberación está a nuestro alcance”, ese es el lema que llevan. Ciertamente, no quiere decir que la liberación esté a la vuelta de la esquina. Pero significa que la brújula está apuntando lejos de la noción de Estado, del marco de los Acuerdos de Oslo y del perjudicial statu quo. Y esto es una fuente de esperanza –en medio de la escalada de dolor y de la acumulación de crímenes –que no debemos desestimar ni ignorar.
Manifiesto por la Dignidad y la Esperanza
Larga vida a una Palestina Unida, Viva la Intifada de la Unidad
Manifiesto por la Dignidad y la Esperanza sobre los objetivos y la visión del actual levantamiento en Palestina
Intifada de la Unidad
Pueblo de Palestina,
Aquí estamos, escribiendo un nuevo capítulo de coraje y orgullo en el que contamos una historia de justicia y de la verdad que ningún nivel de represión colonial israelí puede borrar por muy cruel y brutal que sea esa represión.
La historia de la verdad es sencilla en nuestra tierra: la verdad es que las y los palestinos somos un pueblo, una sociedad. Las bandas sionistas expulsaron a la mayoría de nuestra gente, robaron nuestras casas y destruyeron nuestros pueblos. Luego el sionismo decidió destrozar lo que quedaba de Palestina, aislándonos y separándonos en pequeñas franjas de nuestra propia tierra. Intentaron convertirnos en sociedades diferenciadas viviendo separadamente, cada una en su propia prisión. Así es como el sionismo ha tratado de controlarnos, así es como ha operado para fragmentar nuestra voluntad política y para impedir una lucha unida contra el colonialismo racista de asentamiento en toda Palestina.
Así es como Israel nos encarceló en prisiones de aislamiento; algunos de nosotros encarcelados en la “prisión de Oslo” en Cisjordania, otros en la “prisión de la ciudadanía” en la Palestina ocupada en 1948, otros aislados por el monstruoso asedio y el continuo y devastador asalto de la “prisión de Gaza”, otros separados bajo las sistemáticas campañas de judaización en la “prisión de Jerusalén”, y otros aislados de toda Palestina, dispersos por todos los rincones del mundo.
Ya es hora de que acabe esta tragedia.
En estos días escribimos un nuevo capítulo de una Intifada unida que persigue nuestro único objetivo: reunir a la sociedad palestina en todas sus partes; reunir nuestra voluntad política y nuestros medios de lucha para enfrentarnos al sionismo en toda Palestina.
Esta larga Intifada es, en el fondo, una Intifada de la conciencia. Es una Intifada para derrocar la inmundicia de la inmovilidad y el derrotismo. Por ella, las valerosas generaciones que vendrán se habrán levantado, una vez más, sobre el principio fundamental de nuestra unidad. Harán frente a todas las élites que maniobran para profundizar y afianzar las divisiones entre nosotros y entre nuestras comunidades. Esta Intifada permanecerá en las calles de Palestina y en las de todo el mundo; una Intifada que combate contra la mano de la injusticia allí donde intente llegar, que lucha contra las porras de los regímenes crueles allí donde intenten golpear. Es una Intifada de torsos desnudos y frentes en alto, armada de objetivos revolucionarios, de conocimiento y de comprensión profundos, y del trabajo y compromiso organizativo, individual y colectivo, frente a las balas de la ocupación israelí dondequiera que se disparen.
Larga vida a una Palestina unida
Larga vida a la Intifada de la unidad
Nota del editor: Este manifiesto es una traducción del inglés de un documento original en árabe que circula por toda Palestina a raíz de la histórica huelga general que las y los palestinos organizaron el pasado 18 de mayo. Versión en inglés para compartir en Instagram y Twitter.
Alaa Tartir es el director de programas de Al Shabaka
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.