Traducido para Rebelión por Francisco Báez Baquet
«Finalmente, al menos, hablaremos de amianto y eso es urgente porque ya hay proyectos en marcha alterando los residuos».
El «Bureau d’audiences publiques sur l’environnement» (BAPE) comienza oficialmente su mandato de investigar el legado de asbesto de la provincia el 25 de noviembre, ocho meses después de que al menos uno de los proyectos que examinará recibió un certificado de autorización de Quebec departamento de medio ambiente.
El Gobierno ya ha invertido decenas de millones de dólares de dinero público en Alliance Magnesium, una compañía que planea convertir los residuos de asbesto de la mina Jeffrey en el asbesto en valiosos lingotes de magnesio y sílice. Y media docena de otras compañías que esperan comercializar las montañas de relaves que quedaron de los días de extracción de asbesto de Quebec se encuentran en diferentes etapas de desarrollo.
«Se debe elogiar al Gobierno de Quebec por iniciar esta investigación pública», dijo Kathleen Ruff, activista antiasbesto de mucho tiempo, de RightOn Canada. «Sin embargo, su sincronización es incorrecta. Esta investigación debería haberse llevado a cabo antes de que se aprobaran los principales proyectos para comercializar los desechos mineros de asbesto, no después».
«Estamos contentos por el BAPE», dijo Gilles Mercier, presidente de la Asociación de Víctimas del Asbesto de Quebec. «Finalmente, al menos, hablaremos sobre el asbesto y eso es urgente, porque ya hay proyectos en marcha que alteran los residuos».
Traductor: Francisco Báez Baquet ([email protected])
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