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La ley no es suficiente para proteger a los niños palestinos

Fuentes: 972mag

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

En Jerusalén Este, la policía israelí ha estado arrestando e interrogando a niños de tan sólo seis años, a menudo sin informar a sus padres.

 Palestinian children from the East Jerusalem neighborhood of Silwan demonstrate against the route of the Jerusalem Marathon, which led to a closure on Palestinian neighborhoods in the city.

 Niños palestinos de Silwan, aldea vecina de Jerusalén Oriental, se manifiestan contra la ruta de la Maratón de Jerusalén, lo que llevó a un cierre en los barrios palestinos de la ciudad.

El martes a las 2 de la tarde dos niños de ocho años de edad, fueron detenidos por agentes de la policía israelíes en la vecindad de Jerusalén oriental, Silwan. Los funcionarios afirmaron que los niños estaban tirando piedras. Los niños dicen que sólo estaban jugando en la calle. Minutos más tarde ya estaban siendo conducidos a la comisaría.

Este es un buen momento para recordar la política que estipula que la policía no puede bajo ninguna circunstancia detener o interrogar a un niño menor de 12 años -según la ley israelí la edad de responsabilidad penal es de 12- y que a pesar de los puestos de control, las clausuras y barreras de concreto del Gobierno de Netanyahu también se aplica a los residentes de Jerusalén Este.

Los niños fueron llevados a una estación policial y ningún miembro de su personal se tomó el tiempo para notificar a sus padres. Los padres, después de buscar a sus hijos en todas partes, apelaron a los activistas locales, quienes llamaron a un abogado que ayudase a localizar a los niños. Para entonces ya eran las 5 de la madrugada. El abogado Muhammad Mahmoud, una figura bien conocida en los pasillos de los juzgados y comisarías de policía, llegó a la estación de Oz para exigir la liberación de los niños. Según Mahmoud, el oficial a cargo de la estación de policía pidió mantener a los menores detenidos y entregarlos a los interrogadores. Después de la insistencia de Mahmoud los dos fueron liberados finalmente sin que nadie tenga responder por el hecho de que dos niños pequeños fueron retenidos ilegalmente durante horas. Al igual que en tantos otros casos.

El 21 de octubre un niño de 10 años fue detenido en la casa de su pariente en Silwan. A pesar de su edad fue llevado para una investigación. Su madre llegó a la estación de policía donde se le negó la entrada. El primo del niño, de 13 años, que también fue arrestado, fue interrogado sin la presencia de uno de sus padres. El 25 de octubre dos hermanos de 6 años y 9 -también de Silwan- fueron llevados a la comisaría y sólo salieron en libertad después de varias horas. Estos son sólo dos ejemplos ocurridos en un barrio en las últimas semanas. Uno puede suponer que muchos de esos casos suceden por debajo del radar.

Las leyes israelíes relativas a los derechos de los adolescentes durante la detención y el interrogatorio son en realidad bastante progresistas en el papel. Aseguran de que los adolescentes son interrogados en las horas adecuadas y con la presencia de uno de los progenitores. También asegura que los adolescentes no son esposados ​​en público y que son interrogados por alguien que ha sido autorizado para hacerlo. Basta con decir que aseguran muchas cosas importantes. Sin embargo, cuando se trata de la conducta policial frente a frente con los niños palestinos en Jerusalén Este no es difícil ver que las leyes se convierten en nada más que una mera serie de recomendaciones.

Solamente en los últimos seis meses ha habido docenas de casos documentados donde la policía arresta a los menores sin informar a sus padres y, como era de esperar, los ha interrogado sin un progenitor presente. Al menos nueve de ellos eran menores de la edad de culpabilidad penal. La ley permite el interrogatorio de un menor sin supervisión de los padres sólo en circunstancias excepcionales y con la aprobación de un oficial. Pero en Jerusalén la excepción es la regla, y la aprobación de los interrogatorios se concede de forma casi automática. Los tribunales, a pesar de las protestas de los abogados, permiten seguir este tipo de conducta. Incluso el Shin Bet tiene una función cuando retiene niños para sus propios interrogatorios.

Los niños de Jerusalén Este han sido objeto de ataques desde hace varios años. En Silwan no hay un solo niño que no haya experimentado detenciones de primera mano, ya sean propias o de sus familiares o amigos. Muchos niños reportan abuso físico y verbal contra ellos durante la detención, los maestros reportan que los niños se distraen por la conducta de la policía, mientras que los padres están tratando de evitar que sus hijos caminen por las calles sin compañía.

Si la policía israelí o el público creen que la detención de los niños podrá prevenir el lanzamiento de piedras están simplemente equivocados. Los intentos de aliviar las regulaciones sobre el uso de la fuerza letal y legislar penas mínimas para los lanzadores de piedras sólo aumentará el daño causado a los niños.

Estamos haciendo participar a toda una generación de niños en una sociedad enferma, violenta, basada en el control policial y la lucha por la supervivencia, un lugar donde los derechos y las necesidades de los niños no tienen sentido. Cuando estos niños son liberados, por lo general son más impotentes y están mucho más enojados. Mientras crezcan la frustración, la rabia y la incapacidad de imaginar un futuro mejor, su resistencia crecerá también.

El portavoz de la policía de Jerusalén aún no ha respondido a las afirmaciones arriba descritas. Una respuesta, si se recibe, se publicará aquí.

Alma Biblash es una activista de los derechos feministas y humanos con sede en Jaffa. Este artículo fue publicado originalmente en hebreo en llamada local, donde ella lleva un blog.

Fuente: http://972mag.com/the-law-is-not-enough-to-protect-palestinian-children/113677/