Los jefes de Estado árabes se negaron ayer, al término de la cumbre en Kuwait, a reconocer Israel como «Estado judío», condición planteada por el Gobierno de Benjamin Netanyahu para firmar cualquier acuerdo de paz con los palestinos. «Proclamamos nuestro rechazo absoluto y definitivo al reconocimiento de Israel como un Estado judío», señala el comunicado […]
Los jefes de Estado árabes se negaron ayer, al término de la cumbre en Kuwait, a reconocer Israel como «Estado judío», condición planteada por el Gobierno de Benjamin Netanyahu para firmar cualquier acuerdo de paz con los palestinos.
«Proclamamos nuestro rechazo absoluto y definitivo al reconocimiento de Israel como un Estado judío», señala el comunicado final de la cumbre de la Liga Árabe, que responsabiliza a Israel del bloqueo del diálogo con la Autoridad Palestina (ANP) de Mahmud Abbas que impulsa EEUU.
El primer ministro israelí insiste en que los países árabes y los palestinos reconozcan Israel como estado judío y convirtió esa demanda en condición para un eventual acuerdo de paz, diciendo que la «raíz del conflicto» entre israelíes y palestinos es el rechazo árabe de un Estado judío y no la ocupación de los territorios palestinos desde 1967.
Los dirigentes palestinos se niegan a ese reconocimiento porque consideran que sería negar el «derecho al retorno» de los palestinos que se exiliaron en 1948 cuando se creó el Estado de Israel.
La ANP señala que los palestinos reconocen Israel desde 1993 y recuerda que Israel nunca exigió a Egipto y Jordania -los dos países árabes con los cuales ha firmado tratados de paz- su reconocimiento como Estado judío.
Paralelamente, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, llegó ayer a la capital jordana, Amman, para intentar reactivar las conversaciones entre Israel y la ANP, amenazadas por la posibilidad de que Israel no excarcele, el 29 de marzo, al cuarto grupo de presos palestinos.
En la misma cumbre, la Liga Árabe pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que halle una solución al conflicto árabe-israelí sobre la base de la creación de dos estados y el regreso de Israel a las fronteras de 1967. También respaldó la «legitimidad» de Abbas e instó a la reconciliación palestina entre Al-Fatah y Hamas y a la creación de un Gobierno de unidad.
Al-Sissi formaliza su renuncia al Ejército para aspirar a la Presidencia de Egipto
El jefe del Ejército egipcio y ministro de Defensa, el mariscal Abdelfatah al-Sissi, anunció ayer que deja las Fuerzas Armadas y que presentará su candidatura a las próximas elecciones presidenciales para ponerse «a las órdenes del pueblo».
«Me presento por última vez vestido de militar porque he decidido que mi etapa de ministro de Defensa ya ha terminado y estoy a la orden del pueblo», dijo Al-Sissi en las primeras palabras de su discurso televisado a la nación.
Como un «soldado a las órdenes del pueblo» se presentó el hasta ahora mariscal, quien finalmente anunció su candidatura presidencial, después de varios meses insinuándolo en medio de la expectación popular.
El hasta ahora jefe del Ejército destacó que la primera vez que se vistió de militar fue en 1970 y que ahora deja el uniforme «para defender también al pueblo».
«Quiero hablaros directamente desde el corazón, como siempre, para deciros que me quiero enfrentar a los retos que este pueblo me ha puesto delante y me ha pedido», dijo en su habitual tono paternalista.
Al-Sissi prometió que, en caso de salir elegido presidente, intentará dar «estabilidad, seguridad y esperanza, si Dios quiere», al país, aunque reconoció que ese objetivo es «complicado».
«Este es mi ultimo día vestido con este uniforme, pero seguiré luchando por este país para acabar con el terrorismo y el miedo, no solo aquí, sino en toda la región», afirmó Al-Sissi, quien advirtió de que los egipcios están «amenazados por terroristas que quieren derrotarlos».
El discurso se produjo después de que la cúpula militar, liderada por Al-Sissi, se reuniera con el presidente interino, Adli Mansur, quien elevó de rango al jefe del Estado Mayor del Ejército, Sedki Sobhi, un movimiento que se interpretó como el primer paso para que este sustituyera a Al- Sissi al frente de las Fuerzas Armadas y como ministro de Defensa.
Para presentarse a las elecciones, Al-Sissi, que capitaneó el golpe de Estado contra el presidente electo, el islamista Mohamed Morsi, debía renunciar a la jefatura del Ejército, ya que la nueva Constitución egipcia impide a un militar convertirse en presidente.
«Una prueba más»
Los Hermanos Musulmanes consideraron ayer que la candidatura presidencial anunciada por el jefe del Ejército egipcio y ministro de Defensa, Abdelfatah al-Sissi, «no necesita más pruebas para demostrar la conspiración que hay contra la legitimidad constitucional».
Sostuvo que esa candidatura es una «prueba más del golpe de Estado contra el presidente elegido», en alusión a Morsi.
A juicio de los Hermanos Musulmanes, Al-Sissi pretende «eliminar la voluntad del pueblo y apoderarse de la decisión de los egipcios».
Un muerto en protestas de estudiantes islamistas
Una persona murió ayer y ocho resultaron heridas en protestas de estudiantes islamistas frente a las universidades de El Cairo y de Al-Azhar, que habían sido convocadas por los Hermanos Musulmanes.
Una portavoz de los estudiantes, que pidió el anonimato, señaló a Efe que el fallecido es un joven de 18 años que recibió un golpe en la cabeza por parte de las fuerzas de seguridad cuando estas empezaron a usar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en la Universidad de El Cairo.
Numerosos universitarios participaron en las protestas junto a la Facultad de Derecho de ese centro. La seguridad de la universidad ordenó cerrar los accesos principales al campus y permitió a los estudiantes salir por las puertas alternativas mientras comprobaba sus identidades.
Centenares de estudiantes de la también cairota Universidad de Al-Azhar marcharon en algunas facultades y frente al edificio principal de la institución en el barrio de Ciudad Naser.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a ocho estudiantes por provocar disturbios, romper ventanas y amenazar a profesores y compañeros, en la Universidad de Zaqaziq, en la provincia de Sharqiya, en el delta del río Nilo.
Fuente original: http://www.naiz.info/eu/hemeroteca/gara/sections/mundua