La Liga Árabe decidió ayer suspender a Siria en todas las actividades de la organización y llamó a los países miembros a retirar a sus embajadores e imponer sanciones económicas y políticas contra el Gobierno del presidente, Bashir al-Assad. Además, la Liga Árabe invitó a la oposición siria a una reunión en los próxi- mos […]
La Liga Árabe decidió ayer suspender a Siria en todas las actividades de la organización y llamó a los países miembros a retirar a sus embajadores e imponer sanciones económicas y políticas contra el Gobierno del presidente, Bashir al-Assad. Además, la Liga Árabe invitó a la oposición siria a una reunión en los próxi- mos tres días en la capital egipcia para «acordar una visión unificada para la gestión de la próxima transición en Siria», anunció el primer ministro y canciller de Qatar, y presidente de turno del Consejo de la organización, Hamad ben Yassem al-Zani.
«Hemos sido criticados por tardar mucho tiempo, pero se debió a nuestra preocupación por Siria», explicó al término de un consejo extraordinario de ministros árabes de Relaciones Exteriores en El Cairo. «Necesitábamos tener una mayoría para aprobar estas decisiones», añadió. Y la tuvieron. En total, 19 de los 22 miembros de la Liga Árabe -Líbano y Yemen se opusieron e Irak se abstuvo- votaron a favor de la resolución.
La Liga llamó a imponer «sanciones económicas y políticas contra el poder sirio» por su negativa a aplicar el plan presentado por la organización de los estados árabes para la solución de la crisis política, señaló.
Además, la resolución prevé disponer «protección a los civiles en coordinación con las organizaciones de derechos humanos y la ONU», aunque Al-Zani insistió en que la Liga Árabe rechaza la intervención extranjera y busca una «solución árabe». «No hablamos de armar (a la oposición) ni de exclusión aérea», en alusión a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Libia, que avaló los bombardeos de la OTAN.
«Contraria al Tratado»
La decisión de la Liga Árabe de suspender a Siria es «ilegal y contraria al Tratado» de esa organización, afirmó el embajador sirio Yussef al-Ahmad, quien denunció la «flagrante injerencia en los asuntos internos e instigación a la violencia de EEUU». Se trata de una decisión «nula», porque debería haber contado con el apoyo unánime de todos los miembros de la organización, que «pone fin a la acción árabe común, y prueba que la administración (de la Liga) sigue un programa dictado por los estadounidenses y los occidentales», agregó.
Durante su discurso previo ante los ministros de Exteriores árabes, Al-Ahmad aseguró que su país cumple y avanza en sus compromisos con el plan árabe y acusó a la oposición de hacer fracasar cualquier intento para salir de la crisis. «El éxito del plan árabe no sólo está vinculado a los pasos que dé el Gobierno sirio sino también a los de los grupos armados en el interior y los sectores de la oposición en el exterior», apostilló.
Antes de conocerse la reunión, el embajador sirio aseguró que el Gobierno sirio está comprometido, «pese a los intentos por parte de grupos terroristas armados» de impedirlo.
Asimismo, Al-Ahmad arremetió contra los medios de comunicación internacionales y contra la «instigación» exterior, impulsada por EEUU y el Estado francés.
Precisamente, Washington, Londres, París y la Unión Europea, entre otros, aplaudieron la decisión de la Liga Árabe, mientras que el Consejo Nacional Sirio (CNS) consideró que la decisión da la razón a la oposición, que considera que Damasco no va a cumplir con el plan árabe y que su visto bueno fue «una maniobra para ganar tiempo».
La suspensión se aplicará a partir del día 16 y estará en vigor hasta que Damasco cumpla el plan de la Liga Árabe, que preveía el cese de la represión, y a la que Damasco dio su visto bueno la semana pasada sin que ello haya significado el fin de la represión.