Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Alrededor de 150.000 residentes en Ghuta oriental han sido evacuados al norte de Siria (Reuters)
Mientras miles de sirios huyen de sus hogares en Guta oriental tratando de escapar de la feroz ofensiva por tierra y aire desplegada por las fuerzas progubernamentales, el presidente Bashar al-Asad ha presentado una nueva ley en virtud de la cual el Estado puede potencialmente confiscar las tierras de millones de personas desplazados.
La Ley Número 10, presentada a principios de la pasada semana, llama a los sirios a registrar sus propiedades privadas en el plazo de 30 días en el Ministerio de Administraciones Locales.
Quienes posean títulos de propiedad deben aportar pruebas de dichos documentos o asegurarse de que un familiar lo haga en su nombre. De lo contrario, se enfrentan a tener que renunciar a sus propiedades a favor del Estado.
Según el artículo 2 de la Ley, se establecerá un organismo regulador encargado de elaborar una lista de propietarios de inmuebles -condicionada a la recepción de documentos que respalden esas reclamaciones de propiedad- en las zonas bajo control del gobierno.
Las propiedades que no sean reclamadas por sus propietarios en el período de un mes, pasarán a formar parte que un plan que reorganizará las áreas a las que pertenecen en nuevas zonas residenciales.
Con alrededor de 13 millones de sirios que están interna o externamente desplazados y que, por tanto, no tienen acceso a sus tierras, muchas familias se enfrentan a una potencial pérdida de sus hogares para siempre.
«Esta ley puede privar efectivamente a millones de sirios de sus tierras y propiedades», dijo Nizar Ayoub, un abogado internacional y experto en resolución de conflictos.
«Es la más reciente de una serie de medidas adoptadas por el Estado para castigar a quienes se han opuesto al gobierno de Asad negándoles sus derechos sobre sus tierras», añadió Ayoub, fundador de Al-Marsad, Centro Árabe para los Derechos Humanos en las Alturas del Golán.
«Ley de Ausentes» de Siria
Expertos juristas han comparado rápidamente la legislación recientemente presentada con la Ley de Propiedad de Ausentes de Israel.
Esa ley se incorporó tras la guerra de 1948 a fin de permitir que los judíos que iban llegando ocuparan los hogares de millones de palestinos obligados a abandonar sus tierras.
«Al igual que la Ley de Ausentes permitió a los israelíes apoderarse de las propiedades de los palestinos expulsados de sus tierras en 1948, la nueva ley de Asad puede facilitar que el Estado confisque las tierras de millones de desplazados y refugiados sirios», dijo Ayoub.
En Israel, en los últimos años, la Ley de Ausentes ha sido utilizada por los grupos de extrema derecha que buscan incrementar la presencia judía en Jerusalén Este, cuyos barrios han sido siempre mayoritariamente árabes.
«Si regreso, me matarán o me arrestarán»
La medida adoptada por el gobierno de Asad se produce pocos días después de que el último grupo de unos 19.000 sirios abandonaran sus hogares en Ghuta oriental para dirigirse a la provincia norteña de Idlib, en cumplimiento de dos acuerdos de evacuación alcanzados con el ejército ruso en el mes de marzo.
«Esta ley es sencillamente una extensión de las evacuaciones forzosas que tratan de vaciar las zonas de la oposición de sus legítimos propietarios para entregar esas tierras a Asad», dijo Abu Jawad, uno de los miles de sirios que han huido de sus hogares en Ghuta oriental en estas últimas semanas.
«Es imposible que yo pueda regresar a casa para demostrar mi derecho a mis tierras y propiedades», dijo a Al Jazeera el joven de 27 años, que posee dos casas y una tienda de electrónica en Hammuria.
«Si se me ocurriera hacerlo, las fuerzas progubernamentales procederían a arrestarme o a matarme», añadió Abu Yawad, que huyó este mes hacia la provincia noroccidental de Idlib.
Se estima que, hasta la fecha, alrededor de 150.000 residentes en Guta oriental han escapado hacia el norte de Siria.
Cambio forzoso
El gobierno dice que la nueva ley tiene como objetivo hacer frente al problema de las zonas que tienen ocupantes ilegales y la reconstrucción de las que han sufrido el impacto de la guerra.
Sin embargo, los expertos sostienen que el verdadero propósito es castigar a quienes se han opuesto a Asad, así como crear cambios demográficos sobre el terreno en Siria.
«Es totalmente ilógico que una ley que trata de reconstruir Siria y repoblar las zonas afectadas por la guerra se introduzca cuando la guerra aún no ha terminado», dijo a Al Jazeera Diala Shehade, abogada por los derechos humanos.
«Poner en marcha esta fase transitoria de reconstrucción y repoblación antes de abordar el problema de que millones de sirios son refugiados o personas internamente desplazadas, está indicando las intenciones perversas del gobierno de Asad», añadió.
Ayoub se muestra de acuerdo: «Lo más peligroso de esta ley es que se ha promulgado en medio de un conflicto armado en curso y que millones de sirios no pueden regresar a sus hogares para demostrar la titularidad de sus propiedades», dijo a Al Jazeera.
El gobierno de Bashar al-Asad alega que la ley trata de reorganizar las áreas con inquilinos ilegales y las tierras afectadas por la guerra en nuevas zonas residenciales (Reuters)
Según Ayoub, la ley puede, por tanto, auspiciar lo que se ha descrito como plan para cambiar la demografía de Siria, que, según varios informes elaborados a partir de 2015, ha ido registrando cómo comunidades chiíes de toda Siria, Líbano, Irán e Iraq se iban reasentando en zonas anteriormente habitadas por suníes que se habían visto forzados a abandonar sus hogares. Esos cambios de población han sido claves para un plan que lleva a cabo cambios demográficos en algunas partes del país.
El objetivo, según mantienen algunos, es posibilitar que el gobierno y sus aliados consoliden aún más sus intereses estratégicos creando zonas específicas que estarían bajo su control directo.
«Si tomamos Guta oriental como ejemplo, los miles de familias que han tenido que desplazarse ahora por haber formado parte de la oposición a Asad podrían ser sustituidas por quienes le hayan apoyado», dijo Ayoub.
Arwa Ibrahim es periodista y editor. Está especializado en temas de Oriente Medio y África del Norte.
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.