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La mayoría sindical vasca sigue su propia agenda

Fuentes: Diagonal

Las centrales ELA y LAB, junto a un grupo de sindicatos sectoriales y minoritarios, preparan un paro el día 27 de enero como respuesta a la reforma para recortar el sistema de pensiones y modificar la negociación colectiva. Grecia, Francia o Portugal son buenos ejemplos del actual espíritu movilizador que recorre el continente. Euskal Herria […]

Las centrales ELA y LAB, junto a un grupo de sindicatos sectoriales y minoritarios, preparan un paro el día 27 de enero como respuesta a la reforma para recortar el sistema de pensiones y modificar la negociación colectiva.

Grecia, Francia o Portugal son buenos ejemplos del actual espíritu movilizador que recorre el continente. Euskal Herria no es una excepción a esta realidad, y no lo es gracias a una dinámica propia que ha conseguido desembarazarse de la tutela de las dos grandes centrales, CC OO y UGT. En el caso vasco los esfuerzos por construir una dinámica propia se remontan hasta mediados de los años ’90, con las primeras unidades de acción entre los sindicatos ELA y LAB en defensa de un marco propio de relaciones laborales. En varias ocasiones, las convocatorias de huelga han visto el surgimiento de fricciones entre los sindicatos nacionales vascos y los estatales, hasta el punto de que se han dado llamamientos paralelos o incluso en fechas distintas. El último ejemplo es reciente. En primavera de 2010, ante la inminencia del primer paquete de medidas sobre la reforma laboral, la mayoría sindical vasca convocó huelga general para el 29 de junio, mientras que CC OO y UGT retrasaban su llamamiento hasta el 29 de septiembre. En esa ocasión, CC OO-Euskadi, cuyo marco de acción es la Comunidad Autónoma Vasca, se unió a la llamada de ELA y LAB, secundando su convocatoria.

Frente a la reforma del sistema público de pensiones existen menos incertidumbres, ya que la posición de las centrales estatales no es favorable a la convocatoria de una nueva huelga. En cambio, los sindicatos vascos no han alargado los debates. Las razones de la oposición a la reforma se centran en tres puntos esenciales: la ampliación del cómputo para calcular la cuantía de la pensión de 15 a 20 años; la ampliación del período cotizado para recibir la pensión completa de 35 a 40 años y el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. Pero además, las centrales convocantes rechazan la limitación de las prejubilaciones, la congelación de las pensiones para 2011 o el impulso que se está dando a los seguros privados, con la posibilidad de que se mejoren aún más sus beneficios fiscales.

Una pensión digna

Con motivo del registro de la convocatoria en la sede del Gobierno autónomo en Bilbao, el día 5 de enero, el representante de ELA Mikel Noval expuso que «tener una pensión digna es un derecho de todos y eso sólo lo podemos conseguir con la movilización». Por su parte el representante de LAB en Nafarroa, Igor Arroyo, en un acto similar realizado en Pamplona el mismo día, manifestó que asistimos a «un robo colectivo y gigantesco, porque el gran capital, los bancos y la patronal, mediante esta serie de reformas legales, se están apropiando de la parte mayor de la riqueza que se produce mediante el trabajo de la gente trabajadora«.

Pese a que la centralidad de la protesta se ubica en el rechazo frontal a la reforma del sistema de pensiones, flota en el ambiente el tercer paquete de reformas que impulsa el Gobierno de Zapatero, dedicado a la negociación colectiva. La patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT están hablando sobre la conveniencia de «agilizar» la negociación colectiva, lo que desde Euskal Herria se interpreta como un nuevo intento de centralización, eliminando los actuales convenios provinciales por otros de carácter estatal, en general más favorables a los intereses patronales. De darse ese cambio, supondría un nuevo ataque al marco vasco de relaciones laborales, un marco que ELA y LAB consideran irrenunciable.

Huelga y movilización

Una de las características principales de las convocatorias de la mayoría sindical vasca radica en su capacidad movilizadora en la calle. Con motivo de la anterior huelga, se desarrolló al mediodía en Bilbao la mayor marcha de carácter laboral de los últimos años, fenómeno que se repitió en el resto de capitales. La dinámica movilizadora se plantea de forma similar para el día 27, aunque esta vez incluye dentro del abanico de cuestiones a criticar las posturas mantenidas por el PNV, partido que, según los sindicatos vascos, está sirviendo de apoyo parlamentario indispensable al Gobierno para que éste saque adelante sus planes antisociales.

El calendario general para preparar la jornada de huelga se inició el día 10, con las convocatorias de asambleas de delegados. A partir del 17 de enero, ese trabajo previo se dinamiza en las fábricas y centros de trabajo, para dar paso, a partir del próximo día 24, al desarrollo de la labor de extensión del paro en pueblos, barrios y ciudades, con el objetivo de que la huelga sea lo más amplia posible.

Aparte de los sindicatos convocantes, ELA, LAB, el sindicato de la enseñanza STEE-EILAS, el agrario EHNE y el de transportistas Hiru, la convocatoria de huelga general cuenta por el momento con el apoyo de la central ESK, de la izquierda abertzale y del partido Alternatiba, así como de la corriente de UGT denominada UST, con presencia en la provincia de Álava. Por su parte, el sindicato federal CNT también convoca a la huelga del día 27 de enero. CGT de Euskal Herria no ha convocado el paro pero apoya los contenidos del mismo y ha confirmado a este periódico que participará en las manifestaciones. Ese mismo día CGT, CNT Catalunya, COS y Solidaritat Obrera han convocado una huelga general en Catalunya.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-mayoria-sindical-vasca-sigue-su.html