Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Nota del editor de Global Research
El siguiente texto nos cuenta cómo el sitio de Gaza fue casi roto por un solitario barco humanitario.
Lo que logró el «Spirit of Rachel Corrie», su tripulación y pasajeros, constituye un extraordinario acto de coraje y determinación, que tomó enteramente por sorpresa a la armada israelí.
Julie Lévesque, de Global Research, participó en esta misión a Gaza organizada por la Fundación Perdana por la Paz Global (PGPF, por sus siglas en inglés). Es su relato vívido de la misión del Spirit of Rachel Corrie, sobre la vida de todos los días en el barco, detallando las acciones de los que, actuando en solidaridad con Palestina, pusieron su vida en peligro para romper el sitio ilegal israelí de Gaza.
El 16 de mayo de 2011, cuando el «Spirit of Rachel Corrie» entró a aguas palestinas sin ser detectado y fue atacado por lanchas patrulleras de la Armada israelí, los medios occidentales decidieron a coro no cubrir ese evento revolucionario…
Michel Chossudovsky, 7 de agosto de 2011
«La Armada ha impedido y seguirá impidiendo la llegada de la ‘flotilla del odio’ cuyos únicos objetivos son entrar en conflicto con soldados de las FDI [ejército israelí, N. del T.], crear provocación mediática y deslegitimar el Estado de Israel», -advertencia del comandante de la armada de Israel almirante Eliezer Marom a los organizadores de la flotilla a Gaza. (Anshel Pfeffer, comandante de la Armada de Israel: la ‘flotilla del odio’ a Gaza debe ser detenida, Haaretz.com 19 de junio de 2011).
«El Centro Simon Wiesenthal ha publicado una lista de personas clasificadas como antisemitas en 2010. Me mencionan entre los 10 principales. Supongo que lo que dije en 2010 es considerado por el Centro Judío [Wiesenthal] como calumnias, pero solo estaba ejerciendo mi derecho a libre expresión para pronunciarme contra lo que consideraba una injusticia. Condené a Israel por violar leyes internacionales, realizar un sitio ilegal de Gaza, atacar y apoderarse del Mavi Marmara y del Rachel Corrie en aguas internacionales, matar a nueve cooperantes turcos y seguir privando al pueblo sufriente de Gaza de suministros médicos, material de construcción y alimentos.» (Tun Dr. Mahathir Mohamad, The Anti-Semitic, ex primer ministro de Malasia, 24 de diciembre de 2010).
La idea de enviar flotillas a Gaza provino originalmente del ex primer ministro malasio y fundador de la Fundación Global Perdana por la paz (PFPF) Tun Dr. Mahathir Mohamad.
Durante décadas ha sido un defensor muy franco de los derechos de los palestinos. Como la mayoría de la gente que adopta una posición firme contra las acciones ilegales del Estado de Israel, fue llamado «antisemita». Este tipo de ataque ad hominem es la única estratagema que les queda a los que tratan de defender una ocupación ilegal e inmoral.
El objetivo de la PGPF es hacer que la guerra sea crimen. «No podemos permitir que se mate y se glorifique el asesinato. Tenemos que cambiar el modo de pensar y rechazar la guerra como medio de solucionar disputas. Es el comienzo de una historia muy larga que tomará muchos años,» explicó Tun Mahathir. Discurso inaugural de Tun Dr. Mahathir Mohamad en la Conferencia y Exposición de Crímenes de Guerra en octubre de 2009
En 2010, la PGPF se unió a la Flotilla de la Libertad con el «Rachel Corrie». Este año decidió actuar sola y envió su barco, el «Spirit of Rachel Corrie» (SRC), antes de la Flotilla de la Libertad II. El objetivo final de la misión era «llevar libertad a Gaza» y «demostrar al mundo que Israel no tiene derecho a imponer este sitio ilegal», dijo Mahathir a los participantes en la misión antes de partir en el SRC.
A la luz del reciente intento fracasado de la Flotilla de la Libertad II, la misión del SRC puede considerarse un éxito: es el único barco que ingresó este año a aguas palestinas. Su modus operandi debería servir de ejemplo para futuros intentos de romper el sitio ilegal de Gaza.
«Operación de bandera falsa» humanitaria
El 11 de mayo de 2011, un barco registrado como MV Finch con bandera de Moldavia partió del puerto griego de Pireus sin ser detectado. Era el «Spirit of Rachel Corrie Mission (SRC)». A bordo iban 12 tripulantes y pasajeros: 7 malasios, 2 indios, 2 irlandeses y 1 canadiense.
Por temor a que se les impidiera partir hacia su destino, los organizadores de la misión optaron por mantener un perfil bajo en lugar de una gran campaña mediática. Tampoco revelaron de dónde partían, ni hacia dónde iban.
Resultó ser una buena idea. A diferencia de la Flotilla de la Libertad II, que supuestamente debía navegar a Gaza, pudieron dejar el puerto griego de Pireus sin ninguna forma de abuso y navegar hacia Palestina.
Hay que señalar que en diciembre de 2010, el Jerusalem Post informó de que se «‘preparaba’ un acuerdo multimillonario para vender sistemas de armas para la flota de F-16 de la Fuerza Aérea Helénica«, y que en vista de la mala condición de la economía griega, «los funcionarios dijeron que buscaban maneras creativas para que Grecia pagara por los sistemas«. (Yaakov Katz, de industrias de defensa israelíes en conversaciones con el ejército griego, The Jerusalem Post, 12 de diciembre de 2010- Énfasis agregado)
El informe señaló además que los vínculos entre Grecia e Israel habían mejorado «desde el ataque de la armada en mayo contra una flotilla turca» después del cual, «Turquía suspendió todos los vínculos militares y políticos con Israel». (Ibíd.)
Si las autoridades griegas hubieran conocido el destino final del «Spirit of Rachel Corrie (SRC)! habrían impedido su salida de aguas griegas, como hicieron con la Flotilla de la Libertad de este año.
16 de mayo, 6:00 h. a.m. Saliendo de aguas egipcias cinco días más tarde, el SRC entró a aguas palestinas sin ser detectado, para gran sorpresa de pescadores palestinos, sobrecogidos al ver a pasajeros extranjeros en un barco que los saludaban con gestos de las manos y sonrisas.
Algunos botes tratan de romper el sitio regularmente. Pero no barcos.
«¡Palestina! ¡Palestina!», gritaban sorprendidos los pescadores mostrando las aguas, pensando probablemente que el capitán se había perdido.
«¡Vamos a Gaza!» les gritó uno de los pasajeros. ¿Gaza? Y comenzaron a apuntar en esa dirección, asintiendo, sonriendo y gritando «¡Gaza! ¡Gaza!»
No podían creerlo.
Ya que todos esperaban pronto un encuentro con la armada israelí, ese momento iluminó la atmósfera en el barco. Pero no duró mucho. El barco mantuvo su rumbo hasta que los pasajeros y los tripulantes vieron dos lanchas motoras de la armada israelí que se aproximaban al barco.
«¡Vienen!», dijo Jenny Graham, la activista irlandesa. Comenzó a hacer un llamado con un teléfono satelital cuando comenzaron los disparos con ametralladoras.
La mitad de los pasajeros corrieron para ponerse a cubierto en un área protegida de la cubierta. Otros pasajeros y miembros de la tripulación entraron al interior del puente.
La armada israelí contactó al capitán, Abd Jalil bin Mansor, quien explicó que el barco llevaba ayuda humanitaria a Gaza y que no había armas a bordo. Le dijeron que diera media vuelta. Se negó.
«Tengo instrucciones de ir a Gaza».
Hicieron tres series de disparos. «Bienvenidos a mi mundo», dijo Jenny, estoica, a la gente acostada junto a ella en la cubierta.
Desde allí, nadie podía ver adónde iban los «disparos de advertencia» o de dónde venían. De vez en cuando podíamos echar un vistazo a las embarcaciones que rodeaban el barco.
Uno de los pasajeros rezaba, otro alzó sus manos para mostrar que no tenía armas, aunque éramos los únicos que podían verlo.
Derek Graham había pasado antes por lo mismo. Estaba afuera fumando un cigarrillo, mirando directamente con los brazos abiertos al hombre con la ametralladora, invitándolo a disparar.
Al verlo, Alang Bendahara, periodista del News Straits Time se paró en la cubierta para filmar algunas secuencias de los botes que disparaban.
Entonces escuchamos los gritos israelíes al capitán: «¡Dé media vuelta!» ¡Dé vuelta ahora mismo o le dispararemos!»
El capitán obedeció. El barco cambió de rumbo.
Hicieron otra serie de disparos a pesar de que el capitán había obedecido sus órdenes.
Entonces la armada egipcia, que nunca notó cuando el barco entró y abandonó sus aguas, respondió a repetidos llamados de la armada israelí y les pidió que dejaran de disparar. Lo hicieron.
Mientras el barco era escoltado de vuelta a aguas egipcias, los israelíes agradecieron a los egipcios por su cooperación en el bloqueo y siguieron disparando a los pequeños y vulnerables botes pesqueros.
Como hacen usualmente, explicó Jenny indignada. «Lo que saldrá en las noticias son los disparos contra nuestro barco. No los disparos contra los pequeños botes de los pescadores. La tragedia es que ¡Ésta es su vida de todos los días!»
El SRC fue mantenido en el área de espera del puerto El-Arish en Egipto durante siete semanas. El barco trató de dirigirse de vuelta a Gaza por aguas egipcias una semana después de su primer intento. Cuando la Armada egipcia lo escoltaba fuera de aguas egipcias, ya que había ordenado al capitán que se dirigiera a aguas internacionales, el barco tuvo dificultades técnicas y fue escoltado de vuelta al área de espera en El-Arish.
Durante los primeros días en el área de espera en el puerto de El-Arish, las autoridades egipcias prohibieron a los pescadores egipcios que se acercaran al barco. Ya que se estaban acabando los alimentos, Derek y Satya, uno de los tripulantes indios, lanzaron el bote inflable para ir a comprar un poco de pescado, pero volvieron con las manos vacías.
Unos días después, permitieron que los pescadores se acercaran al MV Finch y nos vendieran pescados frescos.
Aparte de los dos activistas irlandeses y de Matthias Chang nadie más en el barco había participado en una aventura semejante. El motivo del ingeniero jefe Zainuddin Mohamed para participar en esta misión era simple: «Quería ver con mis propios ojos lo que sucede allí». El capitán Jalil Mansor reconoció: «He llegado a un punto en mi carrera en el que necesitaba un desafío». Ya que tenía entrenamiento militar, el capitán no fue intimidado por los disparos de la armada israelí y «disfrutó» de su enfrentamiento con ellos.
«Honestamente, desearía que nos hubieran capturado los israelíes», admitió uno de los malasios que quiso guardar el anonimato. «Malasia no tiene relaciones diplomáticas con Israel de modo que es la única manera de entrar al país, si me arrestan y me llevan. Estoy un poco desilusionado.»
Aunque no fueron llevados a la prisión, las personas a bordo del MV Finch estaban, en cierto modo, encarceladas en el barco. No les dijeron por qué se les impedía abandonar el barco y les prometieron innumerables veces que les permitirían atracar el día siguiente. La embajada canadiense en Egipto confirmó que el asunto estaba en manos de la inteligencia militar y que el Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores no estaba a cargo del asunto.
La gente a bordo mostró tremenda solidaridad durante varios días al negarse a partir en pequeños grupos: era todo o nada.
Finalmente se permitió que todos los tripulantes y los pasajeros abandonaran el barco el 3 de junio, 18 días después de su entrada a aguas palestinas. Tres de los malasios habían decidido partir el 31 de mayo. La nueva tripulación fue mantenida en aguas egipcias durante otro mes. El 6 de julio, la carga fue bajada y entregada a Gaza poco después, el 12 de julio. La carga, sin embargo, no fue entregada a Gaza a través del cruce en Rafah. La carga fue llevada por Karem Shalom, por Israel.
Promesas egipcias
Desde el 28 de mayo, el cruce en Rafah debía haber sido supuestamente abierto para personas y ayuda humanitaria, según declaraciones del gobierno egipcio.
No fue así. Las autoridades egipcias se negaron a permitir que la carga humanitaria de la PGPF pasara por Rafah, aunque era ayuda humanitaria: tubos de UPVC para restaurar el sistema de alcantarillado en Gaza, donde hay una terrible crisis de agua que afecta no solo a los gazanos, sino también a países vecinos, incluidos Israel y Egipto.
La destrucción del sistema de alcantarillado en Gaza por el ejército israelí ha llevado a que entre 50 y 80 millones de aguas servidas sean vaciadas a diario en el Mediterráneo.
La carga del SCT fue entregada a través de Karem Shalom, en Israel. La carga fue considerada como material de reconstrucción, que Israel exige sea entregado a través de sus puntos ilegales de control. Mientras estaban en el barco, los 12 pasajeros y tripulantes recibieron esa opción y la rechazaron categóricamente.
La negativa de las autoridades egipcias de permitir el envío de la carga humanitaria a través de Rafah sugiere que el gobierno militar interino toma sus órdenes de Tel Aviv y Washington. Mientras el SRC estuvo varado en aguas egipcias, dijeron a la tripulación y a los pasajeros a bordo que no se permitiría que el barco atracara por «motivos de seguridad». El asunto estaba en manos de la Inteligencia Militar.
La Inteligencia Militar depende del Ministerio de Defensa dirigido por Mohamed Hussein Tantawi Soliman quien es comandante en jefe de las fuerzas armadas egipcias y jefe de Estado de facto.
Por su parte, Hussein Tantawi estaba en relación permanente con su homólogo en Tel Aviv, Ehud Barak, así como con el secretario de Defensa Robert Gates en Washington.
En marzo de 2011, poco después de que Mubarak fuera relevado de su cargo, un analista político del Centro Al-Ahram para Estudios Políticos y Estratégicos de Egipto declaró:
«Egipto adoptará […] una posición más fuerte contra Israel en el conflicto israelí-palestino y jugará un papel más positivo en el apoyo a la causa palestina». (Heba Fahmy, No drastic, immediate change in Egypt’s foreign relations, say analysts, Daily News Egypt, 29 de marzo de 2011)
El resultado de la misión del SRC indica que el gobierno egipcio post Mubarak, en lugar de adoptar «una posición más fuerte contra Israel», sigue trabajando en estrecha colaboración con Israel y EE.UU. El pueblo egipcio, no obstante, desde el personal de la Armada hasta los pescadores, demostró su fuerte apoyo para la misión malasia a Gaza.
Recientemente, sin embargo, Egipto permitió que un convoy británico de ayuda llamado
Miles of Smiles 4 llegara a Gaza por el cruce Rafah a fines de julio. Mientras tanto, se permitió al Comité Especial de la ONU para investigar Prácticas Israelíes en los Territorios Ocupados que entrara a Gaza por primera vez en julio, 43 años después de su creación.
(IPS, End blockade now, says UN group in rare Gaza visit, 1 de agosto de 2011)
El comité condenó «las horribles condiciones de vida en Cisjordania y Gaza y el devastador impacto del bloqueo económico israelí», así como «el continuo desdén por sus obligaciones según el derecho internacional». «Las condiciones económicas, educacionales, sanitarias y sociales son afectadas por el bloqueo», declaró el embajador de Sri Lanka ante la ONU, y agregó que el «continuo bloqueo de Gaza por Israel contraviene los derechos humanos del pueblo de Gaza, el derecho humanitario y los estándares internacionales». (Ibíd.)
Una vez más, un comité de la ONU denuncia las acciones ilegales de Israel. Durante años, sin embargo, esas acusaciones han resultado inútiles porque solo el Consejo de Seguridad puede imponer sanciones contra Israel y nunca lo ha hecho. De hecho, todo lo contrario: las acciones ilegales de Israel han sido protegidas en numerosas ocasiones por un veto de EE.UU. contra Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas críticas de Israel.
A pesar de que son calificados por gobiernos occidentales y la ONU como «inútiles», los convoyes de ayuda humanitaria, flotillas e intentos aislados de romper el sitio han tenido un impacto tangible sobre las vidas de los gazanos.
Los tubos para el alcantarillado llevados por el Spirit of Rachel Corrie están ahora en Gaza.
Médicos por los Derechos Humanos Israel publicó un informe en 2010 titulado: «Mínimo humanitario: el papel de Israel en la creación de inseguridad alimentaria y de agua en Gaza». Encara el impacto del bloqueo israelí sobre la salud pública en la Franja de Gaza.
Señala que «diarrea acuosa y diarrea acuosa aguda […] son las principales causas de morbosidad en la población», y que esas enfermedades, «según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son causadas por un suministro inseguro de agua, saneamiento inadecuado, y mala higiene». (Physicians for Human Rights Israel, Humanitarian Minimum: Israel’s Role in Creating Food and Water Insecurity in Gaza, diciembre de 2010, p.69)
Lecciones de una «operación humanitaria de bandera falsa»
Hasta ahora este año, solo el barco Spirit of Rachel Corrie logró entrar a aguas palestinas y «hacer un agujero» en el bloqueo. Aunque no logró romper el sitio, debe ser considerado como una pequeña victoria contra el ocupante ilegal, y su estrategia debe ser tomada en cuenta por los que desean romper el sitio en el futuro.
1- Favorecer un bloqueo informativo total: Para evitar que sea frustrado, hay que ocultar todo intento de romper el sitio. Los medios deben ser informados solo cuando se haya logrado el objetivo o cuando se ha impedido que la embarcación lo logre. Grandes campañas en los medios pueden tener la ventaja de atraer atención sobre el sitio ilegal, pero también revelan información que perjudica el esfuerzo y sirve al ocupante ilegal. El objetivo final de semejantes intentos debe seguir siendo romper el sitio, no publicitarlo.
2- Ocultar el sitio de partida: El país de partida debe ser revelado solo a aquellos que tienen que conocerlo por motivos logísticos.
3- Ocultar el destino: Las autoridades del país de partida debieran recibir un destino alternativo.
4- Utilizar el engaño: La misión SRC malasia, o MV Finch, llevaba la bandera de Moldavia. Los israelíes tienen que haber sabido que la PGPF estaba enviando un barco a Gaza ya que fue anunciado por la organización malasia unas semanas antes del inicio de la misión. Solo se mantuvieron en secreto las fechas. Los israelíes probablemente esperaban un barco con bandera malasia.
5- Obtener un barco o embarcación rápida: El MV Finch no podía ir más rápido que 6 millas náuticas por hora. Si hubiera sido más rápido, podría haber llegado al puerto de Gaza.
Enlaces externos:
Perdana Global Peace Foundation
Blog de Derek y Jenny Graham: Irish in Gaza
Rachel Corrie Foundation for Peace and Justice
Julie Lévesque ex investigadora y periodista en el Centre for Research on Globalization (CRG). Para contactos: [email protected]
Fuente: http://www.globalresearch.ca/