Traducción para Rebelión: Carlos Sanchis
El discurso de Ariel Sharon en la «Conferencia de Herzliya», una congregación anual de la aristocracia financiera, política y académica de Israel, demostró de nuevo su maravillosa habilidad de conjurar a un mundo imaginario y desviar la atención lejos de la realidad. Como todo conservador de éxito, él sabe que el público quiere creer noticias buenas desesperadamente y que estará contento de ignorar las malas.
Fue un mensaje optimista, como los hechizados comentaristas proclamaron. Según él, estamos camino al paraíso, el 2005 serán un año de tremendo progreso en todos los campos y todos nuestros problemas se resolverán.
La mayoría del discurso se consagró a sus fabulosos logros desde que lanzó, en la misma conferencia de hace un año, el «Plan del Desconexión Unilateral.»
Esto (en mi propia traducción libre) es lo que dijo: América está en nuestro bolsillo. El Presidente Bush apoya todas las posiciones de Sharon e incluye aquéllas que se oponen diametralmente a las propias posiciones anteriores de Bush. Europa se ha resignado a él. Los Grandes del Mundo están de pie, en fila para visitarnos, empezando por Tony Blair. Egipto y los otros estados árabes están arrimándose a nosotros. Nuestra posición internacional ha mejorado más allá del reconocimiento. La economía está adelantando por saltos y límites, nuestra sociedad está floreciendo. Aparte de la lunática ala derechista, no hay oposición. El Partido Laborista se está uniendo al gobierno y apoyará todos sus pasos. (Se olvidó de mencionar al partido Yahad de Yossi Beilin al que, también, le ha prometido un «puente de hierro».)
Sharon ha logrado todo esto solamente hablando. Sus palabras no se han acompañado, hasta ahora, por siquiera una sola acción sobre el terreno. No hay ninguna certeza de que Sharon realmente piense llevar a cabo la «desconexión» en absoluto. Sus intenciones pueden definirse como sigue:
(1) Si es posible evitar la aplicación total del plan, sobre todo la evacuación de asentamientos, sin perder la simpatía del mundo y del público israelí, mejor.
(2) Si no hay ninguna alternativa y la aplicación debe empezar – debe hacerse todo por prolongarla, sobre todo la evacuación de asentamientos, tanto como sea posible. Evacuar un asentamiento y descansar. Evacuar otro y descansar de nuevo. Debe tardar años.
(3) De ningún modo, la desconexión debe cambiar los planes sobre Cisjordania.
Y mientras tanto: En la Franja de Gaza de la que Sharon se supone se «desconecta», el ejército israelí está actuando día y noche, matando de tres a diez palestinos cada 24 horas. Las casas están siendo destruidas al por mayor. Algunas de las atrocidades cometidas por el ejército han asustado a la opinión pública israelí. Ni un solo colono ha sido evacuado. Al contrario, nuevos colonos todavía han estado llegando.
Todos esto no apunta a determinación real alguna de llevar a cabo la desconexión prometida. Las acciones de Sharon en Cisjoprdania, por otro lado, muestran una determinación sólida de llevar a cabo su plan allí.
En Cisjordania, la ocupación se ha intensificado. Los crueles puestos de control continúan impidiendo cualquier posibilidad de vida normal. La fotografía que muestra a un violinista palestino obligado a tocar para los soldados en una barricada ha evocado recuerdos terribles en las mentes de muchos israelíes. La construcción del Muro de la anexión continúa, con unos pocos cambios del trazado para aplacar al Tribunal Supremo Israelí, al tiempo que se está desatendiendo la decisión de la Corte Internacional de Justicia. Los colonos arrancan los olivares palestinos para construir nuevos bloques en su lugar. Están ampliándose los asentamientos de Cisjordania, una red de carreteras para «sólo judíos » está construyéndose, más puestos avanzados «ilegales» a modo de fortines entran a estar bajo protección del ejército y con la ayuda tácita de todos los ministerios pertinentes. Dinero suficiente fluye a estos proyectos, mientras las pensiones para discapacitados y jubilados están siendo recortadas y los enfermos son dejados por los pasillos de los hospitales.
¿Es así como un estadista con visión de paz actúa? Él se comporta más como el doctor que trata la mano de un paciente al tiempo que clava un cuchillo en su barriga.
Todos esto está pasando mientras el mundo da apoyo entusiástico, solamente por la fuerza de su charla, a Sharon. Con tal de que él diserte sobre «desconexión», puede hacer mucho más sobre el terreno de lo que hubiera imaginado.
David Ben-Gurion dijo una vez: «No es importante lo que los gentiles dicen, lo que es importante es lo que los judíos hacen.» La versión de Sharon es: «No es importante lo que nosotros decimos, lo que es importante es lo que nosotros hacemos.»
La parte más importante del discurso era la parte que no estaba allí. Había la oferta de ninguna paz con los palestinos. Él no habló sobre paz en absoluto.
Por todo el mundo, se está extendiendo la convicción de que allí, ahora, existe una » ventana de oportunidad», que éste es el tiempo para la iniciativa de una nueva y redentora, paz. De hecho, Sharon mencionó con gran satisfacción que Yasser Arafat está muerto y que hay una oportunidad ahora para la emergencia de una «dirección palestina moderada.»
¿Que qué le ofreció a esta dirección moderada en su discurso?
Ni una sola cosa.
Él apuntó vagamente a «acuerdos a largo plazo.» Significando: más acuerdos interinos sobre los acuerdos interinos existentes cuyo único objetivo es alejar el acuerdo de una paz real más allá del horizonte. Surge de su discurso que Israel retendrá para siempre no sólo los «grandes bloques de asentamientos», sino también «las áreas esenciales para nuestra seguridad.» ¿Qué áreas podría querer decir él? Son muy conocidas: el valle del Jordán y los otros territorios designados en los acuerdos de Oslo como » Áreas C.» El resultado final del «Plan de Desconexión» será, por consiguiente, la anexión de 58% de Cisjordania a Israel, lo cual Sharon ha deseado desde el principio.
Los palestinos retendrán, bajo este plan, el 10-12% de la Palestina anterior a 1948, incluyendo la Franja de Gaza (qué es no más de un 1.5% del país). El «Estado Palestino» de Sharon consistirá en varios enclaves aislados del mundo. Ése es lo que él quiere decir cuando él habla sobre «el fin de la ocupación», haciendo «concesiones muy dolorosas» y «nuestra falta de voluntad para gobernar sobre otro pueblo», palabras que han atraído una admiración extendida.
Para que no quedara ninguna duda, Benjamín Netanyahu, también, perfiló en su discurso en la conferencia las fronteras futuras entre nosotros y los palestinos,: «No en la Línea Verde, ni incluso cerca de la Línea Verde.»
Nadie está ofreciendo negociaciones de paz la nueva dirección palestina. A lo sumo, un poco de coordinación de los pasos que llevarán a la retirada de Gaza.
¿Qué más? El Ministro de Defensa, Shaul Mofaz, prometió en su discurso en la conferencia que el ejército dejaría los pueblos palestinos «durante 72 horas» para celebrar las elecciones. Entre bloqueos de carreteras y puntos de control militar, entre un «asesinato selectivo» y el próximo, la democracia palestina florecerá durante tres días.
Sharon alardeó que para todos los propósitos prácticos, el ejército ha vencido ya al terrorismo. Eso lo dijo unos días después de que los palestinos, en una acción de comando que arrancó alguna admiración silenciosa incluso del ejército, tuvieran éxito destruyendo todo un fortín del ejército en el «Eje de Filadelfia» detonando una gran cantidad de explosivos en un túnel excavado bajo el mismo y atacando los restos. (Esto no causó demasiada excitación en Israel, porque los cinco soldados muertos era árabes, voluntarios principalmente beduinos de entre los ciudadanos árabes del estado.)
De momento, el número de ataques violentos a ciudadanos israelíes ha caído de hecho, pero principalmente debido a los esfuerzos de Abu Mazen. Esto puede continuar bien durante algún tiempo, con tal de que el público palestino tenga un poco de esperanza de ver una luz al final del túnel. En cuanto pierdan esta esperanza, darán luz verde a una nueva ola de ataques.
Sharon les promete un año maravilloso, un año de seguridad y tranquilidad, crecimiento económico y progreso social, a los israelíes. No hay ninguna oportunidad para estos augurios en tanto en cuanto él está bloqueando el camino a la paz y conserva el proceso de paz «en formol», como ha sido descrito por su consejero más íntimo.
Los líderes europeos hablan de hacer una gran donación a la autoridad palestina después de la elección de Abu Mazen. Ésta es una ilusión tan vieja como el mismo sionismo: que el pueblo palestino – o cualquier otro pueblo que lucha por su libertad, por este asunto – puede sobornarse y dejar su tierra y su independencia por un rancho de potaje.
Si el dinero no va acompañado por una sólida intervención europea para el rápido final de la ocupación y la consecución de una solución Israelo-palestina permanente, la montaña (como dice el antiguo refrán dice) dará a luz un ratón.
18.12.04