Hace un par de años cuando se comenzó a hablar del «fin de la ocupación» de Gaza, Raji Sourani dijo que hubo incluso gente que se estaba planteando buscarse otro trabajo, porque si se acababa la ocupación… a mi me dio risa el hecho y le dije que aunque «hoy» mismo se acabara la ocupación, […]
Hace un par de años cuando se comenzó a hablar del «fin de la ocupación» de Gaza, Raji Sourani dijo que hubo incluso gente que se estaba planteando buscarse otro trabajo, porque si se acababa la ocupación… a mi me dio risa el hecho y le dije que aunque «hoy» mismo se acabara la ocupación, los problemas continuarían durante al menos una generación, porque la ocupación está en la mente de las personas y es una forma de vida y de entender las relaciones de las personas basadas en la violencia y en la dominación.
Ocupación no es simplemente tener un soldado en la puerta de la calle
Cuando comenzaron los secuestros insistí en el hecho de que la violencia genera violencia y crea nuevos ámbitos de violencia. Que todo debía verse relacionado. Así, después de acabar con la escritura del libro ‘El cielo de Gaza. Retratos de un asedio’, me dediqué a mirar los informes sobre el caos en la seguridad interna y la proliferación de armas, y encontré que hay profesionales» del caos y la delincuencia con nombres y apellidos, clanes que se enfrentan unos a otros y que arreglan todas las cuestiones a tiros, incluso las más simples o las más justas, como es pedir un trabajo en una sociedad pauperizada y desesperada. Pero también encontré que se había incrementado el nivel de violencia contra las mujeres y que durante el verano, bajo la operación «lluvia de verano» murieron más mujeres por crímenes llamados «de honor» que otros años. La violencia reencuentra siempre los viejos caminos y tiene muchas caras.
En Gaza encontré una sociedad asustada y dividida. Las encuestas que tenéis en CSCAweb [véase: Una encuesta revela el grado de insatisfacción política y las carencias vitales de la población palestina] y que hizo la Universidad de Birzeit son muy claras al respecto. Pero todo el mundo tiene miedo y la gente está muy desmoralizada.
También denunciaban que se había transformado la lucha por la emancipación en una lucha por el pan y la subsistencia.
¿En qué situación creo yo que nos encontramos? Hoy los palestinos vuelven a sentir vergüenza, pero yo les pido que no la tengan, pues más deberíamos tener nosotros. En realidad la cuestión creo que hay que verla no sólo en la actuación siniestra de Abu Mazen (él mismo debería haberse dado cuenta que cuando anunció las elecciones los primeros que le felicitaron fueron USA, reino Unido e Israel y que todos los partidos políticos palestinos estaban en desacuerdo. Yo me pensaría con ese mínimo «sondeo» que estoy traicionando a mi pueblo), creo que hay un caos planificado que surge de la dificultad de definir las competencias (nadie tiene claro si puede o no convocar) pero sobre todo del desgobierno planificado: Se han bombardeado todas las instituciones palestinas y el escaso presupuesto tiene que ir a cerrar las heridas más duras, a restablecer las líneas eléctricas, a reconstruir los puentes, a salvar el mínimo sistema de salud. No se puede planificar, ni crear, ni mejorar. El acoso económico al que están sometidos no tiene precedentes y sinceramente creo que hoy más que nunca, Europa tiene las manos manchadas de sangre palestina. Hemos sembrado vientos y empezamos a ver los primeros rigores de los huracanes. Si no hay pan, no puede haber paz.
Se ha «bombardeado» a los líderes los cuales son considerados en el ámbito internacional como irrelevantes o ilegítimos, dado que ni a uno ni a otro le hacen caso y aunque a Abu Mazen le den palmaditas en la espalda y le envían armas, no frenan el muro, ni los asentamientos, ni abren las fronteras, ni alivian la situación de los palestinos, ni devuelven los impuestos, ni nada de nada. En esto Europa vuelve a dejar clara su posición, pues desde al menos un año a esta parte ha cambiado su discurso y ya no culpa a los agresores, sino a los agredidos, a los que les pide no sólo nuevos sacrificios, sino democracia tipo «tercer mundo», dócil a nuestros designios.
Un tercer elemento que han bombardeado es a la inteligencia del país, después de tantos años de ocupación y crímenes impunes, los líderes naturales, los que pueden dar unidad, los que dan alternativa, o están muertos, o están en las cárceles. En la calle queda la gente aturdida, sin líderes carismáticos ni realistas, votan y es verdad que Hamas tiene los votos y la legitimidad, pero dudo que haya tenido un minuto de serenidad para planificar, para discutir con la gente sobre cómo gobernar, para mirar al futuro. Y no son dioses, son pueblo.
Yo creo que van a salir de esta. Van a salir porque deben darse cuenta de quién está ganando en estos momentos. Pero hay demasiado miedo y demasiados colaboradores en el interior que saben también cómo encender la mecha de la violencia. También hay demasiadas armas.
¿Habrá elecciones? ¿Hubo referéndum? Abu Mazen siempre amenaza. No sé si habrá elecciones. Si las hubiera Hamas debería participar. Si las hubiera Abu Mazen no puede presentarse de nuevo ¿quién en su lugar dentro de tantas facciones enfrentadas de Fatah? ¿Has visto cómo sería el calendario? Si se convocaran elecciones habría 3 ó 4 meses de caos y enfrentamientos ¿habría elecciones en esta situación? ¿Iría siquiera la gente a votar? ¿Qué observadores extranjeros van a ir para observar de nuevo que la gente vota con libertad lo que quiere? ¿O habrá pucherazo esta vez y todos contentos? Creo que no habrá elecciones, no sé, después de escribir estas líneas lo veo difícil, sobre todo si Hamas no entra en el juego, porque los enfrentamientos serán interminables.
¿Tiene algo que ver la situación de Gaza con la de Iraq y Líbano? ¿No es mucha casualidad la generalización de la tensión y de los enfrentamientos internos en la zona? ¿No debería de verse la cuestión palestina en el marco de toda la basura que estamos echando en Oriente Próximo?
Compañeros, yo creo que es imposible pensar con libertad y serenidad bajo una ocupación beligerante que mantiene al pueblo humillado y al nivel de la subsistencia. Mucha gente se quiere ir porque ya no encuentra allí futuro.
No sé si son los mejores o son los peores. Mucha gente que invirtió allí está retirando sus inversiones y se está marchando fuera. ¿Cómo podemos desde aquí ayudar a los que resisten?
Lo que más me irrita es que hay millones de palestinos en el exterior que repiten los esquemas de la división y el enfrentamiento, y que, a pesar de contar con mejores condiciones para crear al menos una línea de trabajo, unas teorías, una opinión pública, creo que desde que se murió Edward Said no hay nadie que haya ocupado el hueco de defensa moral y ética de los palestinos, por encima de facciones y grupos. Y esa voz inexistente sí que es tan necesaria, una voz que arañe las conciencias, una voz inquebrantable. No existe, no se escuchan.
Bueno, yo sigo pensando, la situación la verdad requiere mucho cariño y mucha generosidad, hay que ponerse a pensar los días que uno esté de buen humor, con un vasito de vino o lo que se tercie por delante. Y seguir trabajando.
Tenemos que encontrar entre todos la explicación y con ello la salida ¿no? Sigo en ello.