La comisión designada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar la represión sobre las protestas antigubernales en Siria anunció ayer que todavía espera el permiso de Damasco y la disposición del Gobierno para desplazarse al país. Aunque, por el momento, la posibilidad de que la OTAN lance otra operación militar similiar […]
La comisión designada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar la represión sobre las protestas antigubernales en Siria anunció ayer que todavía espera el permiso de Damasco y la disposición del Gobierno para desplazarse al país. Aunque, por el momento, la posibilidad de que la OTAN lance otra operación militar similiar a la desarrollada en Libia parece descartada, según aseguró el secretario general de los aliados, Anders Fogh Rasmussen. Un riesgo que agravaría el peligro de una guerra civil de la que ya han alertado expertos arabistas.
«No tenemos intención de intervenir en Siria o en otros países» de Oriente Medio (en relación a Yemen, donde también se están desarrollando protestas antigubernamentales duramente reprimidas) aseguró ayer el jefe militar occidental durante una comparecencia en Bruselas. En opinión de Rasmussen, la diferencia de estos países con Libia es que «no cuentan con el mandato de Naciones Unidas».
El mismo día en el que el secretario general de la OTAN realizaba estas declaraciones, los expertos designados por la ONU para evaluar los posibles abusos cometidos por el régimen de Bashar Al Assad, comparecieron públicamente para ofrecer detalles sobre su misión. El brasileño Paulo Pinhero (ex relator especial del Consejo de Derechos Humanos), la turca Yakin Ertürk y la estadounidense Karen Abu Zayd son los integrantes de este grupo, que confía en que Damasco avale su investigación. «Es muy importante que el Gobierno de Siria colabore con nosotros», aseguró Pinheiro, que destacó que, de este modo, «será la oportunidad» para que el régimen de Al Assad «ofrezca sus puntos de vista».
Conclusiones en noviembre
En principio, está previsto que la comisión publique sus conclusiones a finales de noviembre y que estas sean actualizadas en el marzo de 2012. Sin embargo, todavía no han logrado reunirse con ningún funcionario del gobierno sirio. «Con o sin la cooperación de Siria tendremos un informe», advirtió el coordinador.
Mientras, en Siria, continúa el clima de enfrentamiento. Según los opositores, al menos 23 personas murieron ayer y varias resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad en una nueva jornada de protestas. El Observatorio sirio de Derechos Humanos precisó que cinco civiles y seis desertores del Ejército perdieron la vida en la localidad de Kafarzita, en la provincia central de Hama, en enfrentamientos contra las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar Al Assad.
Además, el Observatorio y los opositores Comités de Coordinación Local confirmaron la muerte de ocho personas en la provincia central de Homs -tres de ellos en la localidad de Al Rastan, tres en los alrededores de Damasco y una en la capital-.
El embajador de EEUU en Siria, Robert Ford, fue hostigado por decenas de manifestantes favorables a Assad en Damasco, lo que motivó las quejas de los portavoces norteamericanos.