Mientras la Administración Trump se prepara para hacer público su tan cacareado plan de paz entre Israel y los palestinos probablemente tenga que hacer frente a una opinión pública árabe que desconfía de su política exterior en la región, particularmente sobre la cuestión de Palestina. En una encuesta presentada en Washington DC en la que […]
Mientras la Administración Trump se prepara para hacer público su tan cacareado plan de paz entre Israel y los palestinos probablemente tenga que hacer frente a una opinión pública árabe que desconfía de su política exterior en la región, particularmente sobre la cuestión de Palestina.
En una encuesta presentada en Washington DC en la que fueron entrevistados más de 18 mil ciudadanos y ciudadanas árabes de 11 países, la mayoría de los encuestados afirmaron tener una opinión negativa de la política de Estados Unidos hacia Palestina: el 87%, frente al 79% en 2016.
El Índice de Opinión Árabe que lleva a cabo el Centro Árabe de Investigación y Estudios de Políticas en Doha (Qatar) indica que el 81% de los árabes también percibe negativamente la política exterior estadounidense hacia la Siria devastada por la guerra, al igual que el 82% hacia Iraq.
«Hemos estado diciendo durante años ‘esto no puede ir a peor’, y ha ido a peor» señala Shibley Telhami, encuestadora y profesora del Anwar Sadat para la Paz y el Desarrollo de la Universidad de Maryland.
«Es asombroso observar los puntos de vista de la opinión de los y las árabes sobre la política exterior estadounidense y su clasificación de la política exterior de Estados Unidos en comparación con la de otros países. No deja de sorprender que Estados Unidos ocupe el último puesto de todos incluyendo a Irán, Rusia, Francia, Turquía y China».
El índice, que se viene publicando anualmente desde 2011, se ha convertido en un barómetro de la opinión pública árabe de Líbano a Mauritania en temas que van desde la economía local hasta los asuntos internacionales.
Acuerdo del siglo
La encuesta muestra que más del 75% de la población mundial árabe considera que la causa palestina es asimismo una causa árabe, al tiempo que identifica a Israel y a Estados Unidos como las dos principales amenazas para la seguridad nacional. Casi el 90% de los y las árabes citan a Israel como fuente de inestabilidad en la región.
«Hemos visto cómo el equipo para la paz de Oriente Próximo de la Administración Trump intenta vender a los dirigentes árabes el acuerdo del siglo», dice Tamara Kharroub, directora ejecutiva y miembro del Centro Árabe de Washington DC. «Lo que destaca en este acuerdo es la profunda falta de comprensión de lo que quiere el pueblo palestino, pero no solo eso: subestima absolutamente lo que sienten los árabes sobre Palestina». Y añade que a los palestinos, los principales actores de cualquier plan de paz, se les ignora. «Es contraproducente. A la Administración Trump le beneficiaría comprender las preocupaciones reales del pueblo palestino, que no son económicas, como probablemente piensa el equipo de paz de Trump».
Mientras los países del Golfo como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin cortejan abiertamente a Israel (unidos en su animosidad hacia Irán), la encuesta revela que una abrumadora mayoría de los encuestados (87%) desaprueba que sus países de origen reconozcan a Israel. Cuando se les pidió que explicaran sus razones, muchos citaron el maltrato de Israel a los palestinos y sus políticas coloniales.
Solo el 8% afirma que aceptaría algún tipo de reconocimiento diplomático formal pero sólo si estuviera condicionado al fin de la ocupación de Israel de Cisjordania y de la Franja de Gaza y a la formación de un Estado palestino independiente.
Según Dana al Kurd, investigadora del Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos, cuando se preguntó si los países árabes deberían reconocer a Israel o no los encuestados esgrimieron razones políticas y no religiosas.
«La oposición árabe a Israel se descalifica con frecuencia en términos religiosos o se la señala como una especie de antisemitismo inherente pero nuestros datos muestran que en diversos grados de religiosidad auto-identificada, la mayoría de los encuestados se oponen al reconocimiento de Israel. La religiosidad o el islam versus el judaísmo no son las razones que justifican el rechazo».
Saudíes reticentes
Por primera vez desde 2011 los encuestadores han afrontado dificultades para evaluar a los ciudadanos saudíes en relación con Palestina; un gran número de encuestados saudíes abandonaron la encuesta cuando se les preguntó sobre la causa palestina. Aproximadamente el 36% de los encuestados de Arabia Saudí manifestaron
no saber o no respondieron, en contraste con el 5% en el resto de los países árabes encuestados.
Para los encuestadores es la represiva atmósfera política de Arabia Saudí junto al ascenso de Mohammed bin Salman a la posición de príncipe heredero y el cambio regional en las relaciones entre el Golfo e Israel, lo que ha influido en la participación de los saudíes en la encuesta.
Comentaristas saudíes vienen utilizando plataformas públicas para normalizar las relaciones con Israel. En una columna publicada por Alsharq Al Awsat en mayo, el autor saudí Amal Abdul Aziz Al Hazzani, por ejemplo, restó importancia al impacto del traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y elogió a Trump como
hombre de palabra.
Al Kurd informó que los encuestadores utilizaron diversos métodos de encuesta -como el que se conoce como ‘experimentos de lista’ que evalúa las verdaderas opiniones sobre supuestos ilícitos- con los que se ha podido determinar que los saudíes siguen apoyando a los palestinos a pesar de ciertos informes que indican lo contrario.
«La causa palestina sigue siendo relevante para la muestra saudí pero el miedo a responder con sinceridad explica la falta de respuesta y la alta tasa de abandono de la encuesta», sostiene al Kurd.
«La cuestión de Palestina sigue siendo un tema central para todos los árabes», coincide Kharroub. Desde que comenzaron las encuestas en el mundo árabe, los datos han demostrado que la causa palestina es «una cuestión de justicia que los y las árabes consideran que falta en el enfoque regional de Estados Unidos. Es por eso que sigue siendo un factor determinante que impulsa los acontecimientos regionales, desde el reclutamiento de grupos extremistas hasta la estabilidad de la región pasando por las actitudes árabes hacia Estados Unidos e incluso por la seguridad nacional estadounidense».