Lejos de calmarse, la situación en Siria sigue siendo de máxima tensión. Ayer, como cada viernes, los opositores al presidente, Bashar al Assad, salieron a las calles, esta vez bajo el lema «Viernes de la congelación de la membresía», en alusión a la petición a la Liga Árabe para que suspenda la participación de Siria. […]
Lejos de calmarse, la situación en Siria sigue siendo de máxima tensión. Ayer, como cada viernes, los opositores al presidente, Bashar al Assad, salieron a las calles, esta vez bajo el lema «Viernes de la congelación de la membresía», en alusión a la petición a la Liga Árabe para que suspenda la participación de Siria. Hoy se reunirán los ministros de Asuntos Exteriores de esta organización para analizar la situación en el país. Ayer lo hizo el comité ministerial, que acusa a Damasco de no cumplir los compromisos acordados a principios de mes, que incluían la puesta en libertad de los detenidos, la retirada del Ejército de las calles y la entrada de medios de comunicación extranjeros.
El Consejo Nacional Sirio (CNS) ha emprendido una campaña entre los países árabes para pedir medidas severas contra el Gobierno, al que acusa de «matanzas bárbaras».
También reclama la apertura de un proceso en la Corte Penal Internacional contra el régimen por «genocidio», protección internacional para la población civil y ser reconocido como «el representante legítimo» del pueblo sirio.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) denunció ayer en un comunicado la muerte de diez personas en Homs, de otras tres en la provincia meridional de Deraa y de una en la septentrional de Idleb.
Según indicó, las fuerzas gubernamentales utilizaron en Homs vehículos blindados y armamento pesado para reprimir las manifestaciones, sobre todo en el barrio de Al Bayada, donde murieron cuatro personas.
Añadió que en Idleb, otro de los feudos opositores, los tanques y carros blindados entraron en la ciudad de Jan Shijun.
En un informe publicado ayer, HRW culpó al Gobierno de cometer crímenes contra la humanidad en Homs y de «abusos sistemáticos» contra la población civil, que incluirían «torturas y ejecuciones extrajudiciales».
La directora de HRW en Oriente Próximo, Sarah Leah Whitson, sostuvo que «Homs es un microcosmos de la brutalidad del Gobierno sirio» e instó a la Liga Árabe a que pida al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga un embargo de armas y sanciones a las personas responsables de esos abusos y remita a las autoridades sirias al Tribunal Penal Internacional. «La Liga Árabe tiene que decirle al presidente Al Assad que está a favor de que el Consejo de Seguridad actúe para poner fin a la matanza», remarcó.
En contrapartida, el Gobierno de Assad anunció la pronta visita de una delegación de la Liga Árabe para conocer «la realidad del país in situ».
«Esta visita contribuirá a mostrar la realidad del compromiso de Siria con el plan y revelar los motivos y las agendas de algunas partes internas y externas que están buscando hacer descarrilar el plan de trabajo árabe», manifestó el embajador sirio ante la Liga Árabe, Yousef Ahmad, según la agencia oficial de noticias SANA. Precisó que Damasco invitó a la organización hace un mes para estuviera sobre el terreno y conociera de primera mano la realidad.
El representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar al Jafari, incidió en que la protección de los civiles en conflictos armados no puede ser tratada de manera «selectiva».
Instó al Consejo de Seguridad a que explique «la muerte de 130.000 civiles libios bajo el pretexto de defenderlos». Preguntó también «¿Cómo se puede explicar el llamamiento del Departamento de Estado de EEUU pidiendo a los grupos armados sirios que no dejen las armas cuando el Gobierno ha dado una amnistía a todas las personas que así lo hagan?».
http://www.gara.net/paperezkoa/20111112/302945/es/La-oposicion-pide-calles-salida-Siria-Liga-Arabe