Hosni Mubarak. (Foto: AP) BEIRUT.- El ejemplo llegó de Egipto el 6 de abril, cuando la ‘oposición silenciosa’ representada por movimientos civiles como Kifaya (Basta) celebró una jornada de ‘desobediencia civil’ convocada mediante Facebook dos días antes de la celebración de elecciones municipales para protestar por la mala gestión del régimen. La protesta, tímida pero […]
Hosni Mubarak. (Foto: AP)
BEIRUT.- El ejemplo llegó de Egipto el 6 de abril, cuando la ‘oposición silenciosa’ representada por movimientos civiles como Kifaya (Basta) celebró una jornada de ‘desobediencia civil’ convocada mediante Facebook dos días antes de la celebración de elecciones municipales para protestar por la mala gestión del régimen.
La protesta, tímida pero destacada, fue violentamente reprimida por las fuerzas de Seguridad, que realizó arrestos preventivos. Sin embargo, no han bastado para que el descontento social se traduzca de nuevo en otra convocatoria, ésta para el domingo, coincidiendo con el 80 cumpleaños del ‘rais’ Hosni Mubarak.
Lanzada por Kifaya y apoyada por los Hermanos Musulmanes (la formación ilegal aunque tolerada con más seguidores del país) la protesta pretende, según el comunicado oficial de Kifaya, provocar una revuelta que «ponga fin al papel del dictador y su familia». A juicio del portavoz de la organización, Abed al Halim Qandil, el 4 de mayo es un día «negro en la Historia egipcia, dado que marca 27 años de dictadura, pobreza, hambre, enfermedad y persecución», de ahí que llame a los ciudadanos a protestar aún con más fuerza de hace un mes.
Y tienen posibilidades de conseguirlo. Pocos días después de ser convocado el llamamiento, de nuevo mediante Facebook -una de las redes sociales más populares de Internet-, el grupo en cuestión ya batía récords de participación: según el diario cariota Al Masri al Yaum, el 18 de abril contaba con 250.000 seguidores. En la página se aclara que el objetivo es exigir la dimisión de Mubarak, se pide a los asistentes que vayan vestidos de negro para simbolizar su duelo por «la muerte de las libertades y la democracia en Egipto» y se planea distribuir billetes falsos con la consigna «No a Mubarak, No a Gamal«, en referencia al hijo del presidente, quien pretende ‘heredar’ el régimen autoritario de su padre.
El líder de Hermanos Musulmanes, Mohamed Mahdi Akef, pidió a sus seguidores que participen en la convocatoria el pasado 30 de abril aunque a título individual, dados los problemas que ya tiene su organización con las autoridades, que lo consideran ilegal pese a permitir algunas de sus actividades. Para tratar de prevenir el éxito de la revuelta, Mubarak anunció el 1 de Mayo, coincidiendo con la festividad del Trabajo, una subida del 30% en los salarios del sector público que alivie la creciente miseria egipcia, principal motivo, junto a la falta de libertades, de una población exhausta.
Arrestos preventivos
El precedente del pasado 6 de abril ha tenido mucho que ver en la promesa de Mubarak. La jornada de desobediencia civil convocada entonces fue abortada por la intervención policial en casi todos los puntos del país con la excepción de Al Mahalla Al Kubra, localidad situada a 100 kilómetros de El Cairo, en el Delta del Nilo, y donde el descontento de los trabajadores de una gran fábrica textil originó la protesta convocada por Kifaya.
De nada sirvió que las autoridades arrestaran de forma masiva a dirigentes de Kifaya y los Hermanos Musulmanes, así como a bloggers y escritores, entre ellos la apodada como ‘la chica Facebook’, Isra Abdel Fatah, de 27 años, cuyo grupo de Facebook acogió a 70.000 usuarios deseosos de protestar contra el régimen.
En Al Mahalla, las protestas se extendieron tres días en los que, según diferentes medios de la oposición, un adolescente murió y más de un centenar de manifestantes resultaron heridos. Según fuentes consultadas por Al Arabiya, en la primera jornada llegaron al hospital casi 70 personas: la mitad eran protestantes y la otra mitad agentes de Seguridad, signo la ferocidad de los enfrentamientos. Según el diario Al Misriyun, hubo 331 arrestados que fueron retenidos durante 15 días: la versión oficial hablaba de 157 detenidos.
De ahí la preocupación que genera la convocatoria para este domingo. Para prevenir una participación masiva, las autoridades han prohibido varios canales por satélite considerados cercanos a la oposición, y 15 ONG de Derechos Humanos tanto árabes como egipcias han advertido a Facebook sobre la intención del régimen de prohibir su portal en el país.
Jordania se contagia
No sólo la sociedad egipcia está dispuesta a demostrar su descontento en las calles pese a la represión del régimen: en la vecina Jordania se ha seguido el ejemplo para convocar una jornada similar que también tendrá lugar mañana, según publicó el 24 de abril el diario árabe editado en Londres Al Quds al Arabi. El grupo de Facebook inaugurado por estudiantes jordanos llama a la huelga parcial para protestar, casi de forma simbólica, por la crisis económica que padece la población del reino hachemí. «Por el bien de Jordania y el bien de Egipto, en solidaridad con nosotros mismos y con nuestros hermanos que organizan la huelga en Egipto […], no vayamos a trabajar y quedémonos en casa hasta las 11.00 de la mañana. No es algo político, sino popular, popular, popular…«, rezaba el anuncio de Facebook. «No queremos manifestaciones ni sentadas, sino una simple, pacífica y civilizada forma de expresión que condene la opresión sobre los jordanos».
El citado rotativo señalaba que, en menos de 24 horas, 6.000 jordanos (de una población de casi 6 millones, frente a los casi 80 millones de egipcios) se sumaron a la huelga, algunos expresando el deseo de que estas campañas sean un signo del cambio en la región que implique el nacimiento de un Gran Oriente Próximo alejado de Estados Unidos y de los actuales regímenes. Las razones son muchas y similares a las que empujaron el 6 de abril a protestar a los egipcios: exigir que el Gobierno controle la inflación y que aumente los salarios públicos para permitir que la población haga frente al encarecimiento de la vida. Las dos convocatorias constatan que la estabilidad en dos grandes aliados de Occidente en Oriente Próximo, los únicos que mantienen relaciones con Israel, es más frágil que nunca.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/05/03/internacional/1209826810.html