Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Varias de las principales facciones de la oposición de Siria declararon el lunes [18 abril] que se disponían a lanzar una respuesta armada ante las «violaciones» del acuerdo de alto el fuego por parte del gobierno sirio en el devastado país.
«Tras el aumento de las violaciones por las fuerzas del régimen, que incluyen ataques contra personas desplazadas y continuos bombardeos de barriadas residenciales, anunciamos el comienzo de la batalla como respuesta», decía un comunicado firmado por diez grupos rebeldes armados.
La tregua, negociada por Rusia y Estados Unidos, ha posibilitado una disminución significativa de la violencia por toda Siria, aunque recientemente se han intensificado los combates en varias regiones, especialmente alrededor de la segunda ciudad más importante del país, Alepo.
Los combates en Alepo han acabado con la vida de al menos 22 civiles durante el fin de semana, lo que ha provocado que los grupos de la oposición amenacen con abandonar las conversaciones de paz en Ginebra si no se producen progresos hacia una transición política.
Una andanada de cohetes y disparos de francotiradores de grupos de la oposición sobre los distritos occidentales bajo control del gobierno mataron a 16 civiles, incluyendo diez niños y dos mujeres.
Los ataques se produjeron después de que al menos seis civiles murieran y ocho resultaran heridos bajo los ataques aéreos del gobierno del pasado sábado sobre las zonas orientales de la ciudad, bajo control rebelde.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos dijo que la cifra de civiles asesinados en la ciudad de Alepo era una de las más altas desde que el 27 de febrero entró en vigor la frágil tregua.
«Hay una clara escalada. Este ha sido el incidente más sangriento en Alepo y su provincia desde que empezó el alto el fuego», dijo Rami Abdel Rahman, director del Observatorio. «Esta escalada es una amenaza directa a la tregua».
El Alto Comité para las Negociaciones (ACN) de la oposición dijo que las indirectas negociaciones podrían venirse abajo si el gobierno de Siria se niega a comprometerse tanto en las cuestiones políticas como humanitarias.
«Si las cosas siguen por este camino, podríamos suspender nuestra participación en las conversaciones y entonces no habrá perspectiva alguna para cualquier solución política», dijo Abdulhakim Bashar, miembro del ACN.
Casi todas las partes combatientes en Siria -el gobierno, los rebeldes, los islamistas y los kurdos- se han hecho con zonas de control en la asolada provincia de Alepo.
El ACN ha cuestionado el compromiso del gobierno con una solución política para la guerra siria que dura ya más de cinco años, sobre todo a raíz de la reanudación de la violencia en Alepo.
«La situación humanitaria está continuamente deteriorándose, la cuestión de los detenidos no ha avanzado en absoluto, el alto el fuego se ha venido prácticamente abajo y Alepo está siendo atacado ahora desde tres zonas», dijo Abdulhakim Bashar en Suiza.
«Teniendo en cuenta todos esos factores, estamos revisándolo todo, continuaremos hoy con las reuniones [17 de abril] y mañana decidiremos qué hacer.»
Callejón sin salida en las conversaciones
Un segundo integrante de la delegación del ACN, hablando bajo condición de anonimato, dijo que las negociaciones estaban prácticamente en «punto muerto».
«Las negociaciones están prácticamente en un callejón sin salida debido a la negativa del régimen a negociar el destino de Asad en las mismas», dijo.
El futuro de Asad sigue siendo el principal escollo de las negociones de paz, con la oposición siria, por otra parte, aferrada a su llamamiento para deponerlo desde que estalló el conflicto en 2011.
Pero el gobierno ha rechazado la salida del dirigente, proclamando que esa cuestión es una «línea roja».
En Teherán, la representante de la política exterior de la U.E., Federica Mogherini, utilizó sus conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Sarif, y el jefe de la seguridad nacional, Ali Shamjani, para presionar a Irán para que a su vez empuje a Damasco hacia un proceso político que podría terminar con reformas constitucionales y elecciones libres tras cinco años de derramamiento de sangre, según informó el Wall Street Journal.
«Irán no sólo tiene una gran influencia sobre Damasco sino también un profundo conocimiento del régimen que podría ayudar a la comunidad internacional a encontrar fórmulas útiles para emprender un proceso político con éxito», dijo Mogherini a un pequeño grupo de periodistas el sábado por la tarde.
El plan de paz esbozado por el enviado de la ONU Staffan de Mistura, apoyado por las potencias mundiales, prevé una transición política, una nueva constitución y elecciones parlamentarias y presidenciales en septiembre de 2017.
Pero el gobierno de Siria celebró sus propias elecciones parlamentarias programadas para la semana pasada, en las que el partido gobernante de Asad, el Baaz, ganó con facilidad.
Como era de esperar, el partido Baaz y sus aliados ganaron la mayoría de los 250 escaños parlamentarios en unas votaciones que sólo tuvieron lugar en las zonas del país controladas por el gobierno.
La oposición denunció esas elecciones por constituir una «farsa».
En Ginebra, el pasado sábado, el jefe de la delegación del ACN pidió ataques renovados contra las fuerzas del gobierno, a pesar de la frágil tregua existente.
«No confiéis en el régimen y no esperéis piedad de ellos», escribió en Twitter Mohammed Alush, un destacado dirigente político del grupo rebelde Yaish al-Islam [el Ejército del Islam].
«Dadles en el cuello hasta matarles. Golpeadles en todas partes», dijo.
Una figura de la oposición dijo que la dura declaración de Alush no representaba la posición del ACN.
El acuerdo de alto el fuego para el cese de hostilidades, auspiciado por Rusia y EE.UU., excluye los combates contra el grupo del Estado Islámico y los afiliados a al-Qaida en Siria.
La tregua se había mantenido en gran medida en diversas zonas de Siria desde finales de febrero a pesar de las frecuentas acusaciones de violaciones de la misma por ambos bandos.
Pero la reciente violencia ha generado gran preocupación y temor de que el alto el fuego pueda extinguirse, en parte porque los rebeldes también están involucrados en las batallas.
El grupo del Estado Islámico se ha apoderado de nuevos territorios de los grupos rebeldes en el norte de Siria, amenazando a la importante ciudad de Azaz, bajo control de la oposición, a sólo ocho kilómetros de la frontera turca.
La carnicería ha obligado últimamente a huir a 30.000 sirios, y decenas de miles más corren el mismo peligro de desplazamiento.
Desde que el conflicto de Siria se inició en 2011, la mitad de la población del país se encuentra desplazada, entre ellos los cinco millones que han escapado a los países vecinos.
Más de 270.000 personas han sido asesinadas en el curso de la guerra.
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, a la traductora y a Rebelión como fuente de la misma.