En un comunicado, la organización sostiene que el consumo medio de agua en Israel es 3,5 veces superior al de Cisjordania, territorio que, según advierte, sufrirá una grave carestía de agua debido a su escasez y la sequía acumuladas
La organización humanitaria israelí en los territorios ocupados palestinos Betselem, advirtió hoy de que en Cisjordania hay una severa falta de agua provocada por una ‘política discriminatoria de Israel’ en la distribución del bien líquido.
En un comunicado, la organización sostiene que el consumo medio de agua en Israel es 3,5 veces superior al de Cisjordania, territorio que, según advierte, sufrirá una grave carestía de agua debido a su escasez y la sequía acumuladas.
‘La escasez tendrá serias consecuencias en la economía y salud de decenas de miles de palestinos. La falta crónica de agua es resultado en gran medida de la política discriminatoria de Israel en la distribución de los recursos hídricos conjuntos en Cisjordania, y las reservas que pone a la Autoridad Palestina para cavar nuevos pozos’, sostiene el documento.
Betselem cita datos de la Autoridad Palestina del Agua, que indican que faltan entre 40 y 70 millones de metros cúbicos de agua para cubrir las necesidades de la población palestina en Cisjordania.
En la actualidad el consumo per cápita en ese territorio se sitúa en 66 litros por día y persona, unos dos tercios de la cantidad mínima recomendada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para cubrir las necesidades cotidianas como son asearse, cocinar o lavar alimentos.
La ONG israelí señala que en algunas zonas de Cisjordania, el consumo llega a ser de un tercio del mínimo recomendado por la OMS, ‘y los datos de consumo incluyen agua para el ganado’.
El consumo diario por persona y día en Israel es 3,5 veces superior al promedio palestino.
Centenares de miles de palestinos en Cisjordania no están conectados a una red de agua y tienen que comprarla de tanques cisterna que cuestan entre tres y seis veces más, dependiendo de la localización de sus aldeas y las restricciones al movimiento.
Muchas familias pobres extraen agua de pozos clandestinos, lo que incrementa la posibilidad de enfermedades infecciosas en muchas comunidades rurales en verano.
Existen aldeas en el norte de Cisjordania no conectadas a ningún sistema de canalización y que reciben agua tres veces a la semana, mientras que otras se ven obligadas a construir mecanismos para hacer acopio de agua de lluvia en los tejados de sus casas.
La organización denuncia que incluso palestinos que están conectados a redes de agua no disfrutan de su consumo de forma constante.
Según testimonios recogidos por Betselem, numerosos residentes dijeron haber padecido largas interrupciones en el suministro, pues durante la estación estival la compañía de agua israelí Mekorot reduce su abastecimiento a la población palestina en las aldeas a fin de atender las crecientes necesidades de la población de los asentamientos judíos.
La falta de agua también se debe al robo de la misma por palestinos en partes de zonas C, que se encuentran bajo completo control civil y militar de Israel, agrega la nota, aunque añade que las autoridades legales israelíes fracasan a la hora de afrontar apropiadamente este fenómeno.
Mientras alerta de que el acceso al agua sin discriminación es reconocido como un derecho humano fundamental, Betselem exhorta al Gobierno israelí a poner fin a su ‘política discriminatoria’ para garantizar el suministro adecuado a cada residente de Cisjordania y permitir a la Autoridad Palestina abastecerse de nuevas fuentes.