Usualmente, tanto para los poco informados sobre la actividad de espionaje israelí a nivel internacional, incluso para los investigadores de los crímenes del estado sionista, prevalece la confusión sobre quiénes son los ejecutores de la guerra sucia que libra Israel en el mundo, caracterizada por el asesinato selectivo de líderes palestinos y árabes, desapariciones y […]
Usualmente, tanto para los poco informados sobre la actividad de espionaje israelí a nivel internacional, incluso para los investigadores de los crímenes del estado sionista, prevalece la confusión sobre quiénes son los ejecutores de la guerra sucia que libra Israel en el mundo, caracterizada por el asesinato selectivo de líderes palestinos y árabes, desapariciones y secuestros, robos de secretos vitales para otras naciones, oscuras confabulaciones desestabilizadoras, sabotajes terroristas, ataques informáticos e, incluso, una acentuada guerra desinformativa. Cuando algo siniestro ocurre, de inmediato pensamos en el Mossad como el ejecutor de tales hechos, olvidándonos que el estado sionista cuenta con un complejo andamiaje de inteligencia y contraespionaje que opera más allá de sus fronteras y que incluye también a la Dirección de Inteligencia Militar (AMAN) y a la Dirección de Contraespionaje (SHABAK). Las confusiones son, hasta cierto punto de vista, lógicas. Estos servicios, con cierta regularidad, realizan operaciones conjuntas en escenarios internacionales, de forma tal que las operaciones interangencias tienden a desinformar y engañar a la opinión pública, sobre la base de un uso más eficaz de los recursos técnicos, financieros y de agentura.
Secciones del Mossad, como la Metsada, coordina con unidades del Shabak y de la AMAN actividades operacionales en las que coinciden los objetivos políticos del gobierno hebreo. De esta forma, la política se convierte en patrocinador de espionaje y guerras sucias.
ESCENARIOS ACTUALES
La reciente captura y posterior expulsión del agregado militar israelí en Rusia, Vadim Leiderman, fue resultado de la detección de la labor de espionaje que involucró tanto a la Dirección de Inteligencia Militar (AMAN), como a uno de los departamentos del Mossad, el Kaisarut, cuyos oficiales sirven de enlace en las embajadas de Israel en otros países. Fue un trabajo lento, de búsqueda de fuentes susceptibles a convertirse en informantes dentro del Ministerio de Defensa de Rusia, realizado por los Katzin Issuf u oficiales de servicios especiales, trillando el camino a otros oficiales reclutadores del AMAN. Esta operación desarticulada por el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, muestra no solo la agresividad de los servicios de inteligencia israelíes sino también su coordinación de tareas entre dichas agencias en la búsqueda de información sobre la cooperación militar rusa con países árabes.
Esta actividad de espionaje tiene, desde luego, un fin político: evaluar la respuesta rusa a la solicitud del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y varios altos funcionarios de Israel en los últimos tiempos para que Rusia cese la venta de armas a sus potenciales enemigos árabes. La contraparte rusa, por su lado, no las tiene todas con Israel pues le acusa de haber suministrado armamento a Georgia en el 2008, durante los intentos separatistas ocurridos en Osetia del Sur.
El empleo de los servicios de inteligencia hebreos como el Mossad y el Aman por parte del gobierno israelí para la consecución de fines políticos no es nuevo. El propio jefe del AMAN, el general Yusi Bdaotis, en una inusual declaración, ha defendido a ultranza al régimen jordano, aliado incondicional de Israel al declarar: «la existencia de demanda de reformas constitucionales en Jordania en el sentido de establecer una monarquía parlamentaria provocaría un cambio radical en los planes estratégicos de Israel», (…) «esa previsible trasformación del régimen jordano desembocaría sin remedio en una modificación de las relaciones establecidas hace décadas entre Israel y Jordania». Israel teme que la sustitución de la monarquía afecte su esfera de influencia en ese país y le haga perder a un fuerte aliado.
La actividad de la Dirección de Inteligencia Militar (AMAN) planea ser fortalecida en los últimos meses con la incorporación de un sistema satelital de espionaje más sofisticado y que envíe información en tiempo real. Un funcionario del Ministerio de Defensa de Israel declaró no hace mucho: «Estamos buscando maneras de poder bajar material de satélites incluso cuando no están sobre Israel y en vista de estaciones terrestres. Esto nos dará la habilidad de recibir tomas en vivo de un área de interés». Ello hará más rápida la recepción de información que reciben actualmente de los satélites Ofek 9, Ofek 7 y Ofek 5, TecSar, Eros A y B, incorporando el satélite Amos-4 dentro de dos años.
Tal como ocurre con Jordania, los servicios israelíes han prestado especial atención a los procesos de levantamientos populares en Túnez, Egipto, Yemen, Libia y otras naciones árabes, realizando no solo una labor de monitoreo de los mismos, sino elevando los niveles de contingencia y rebeldía casuísticamente en cada país en correspondencia con los intereses del gobierno hebreo.
REBUSCANDO EN LA HISTORIA
La Dirección de Inteligencia Militar (AMAN) tiene una larga historia desde su creación en 1950, actuando con cierta independencia con respecto a las fuerzas armadas, lo que lo convierte en un proveedor de información para las mismas a la par que ejecutor autónomo de las políticas de estado, tanto en los países árabes como en otras regiones del mundo, a la par que sirviendo de coordinador de operaciones con otros servicios de inteligencia de países aliados.
AMAN cuenta con una estrecha cooperación sección militar del Shabak conocida como HENZA, fundamentalmente para ejercer la represión en los territorios ocupados, a la par que abre las puertas a planes de infiltración dentro del cuerpo diplomático acreditado en Tel Aviv y a labores de monitoreo e interrogatorios a judíos procedentes de otras naciones como Rusia y Europa del Este que emigran a Israel, con la finalidad de detectar espías.
AMAN cuenta con varios grupos o divisiones con un amplio espectro de tareas operacionales como es la División de Seguridad, encargada de la protección de las instalaciones gubernamentales, sedes diplomáticas, centros de investigación, industrias militares y protección a los vuelos de la compañía israelí El-AL. De la misma manera subordina a unidades personales como el Cuerpo de informaciones del Departamento de Cobranzas.
Dentro de AMAN cobran relieve diversas unidades élites y de búsqueda de información como la Unidad 8200, Unidad Hatzav y la Rama de Inteligencia Visual. Para poner un ejemplo de este tipo de unidades basta analizar el desempeño de la Unidad 8200 (Unidad Central de Recolección de los Cuerpos de Inteligencia), cuya finalidad es la de captar señales de inteligencia de otros países y su ulterior descifrado de códigos. Cuenta con sofisticados equipos y un gran dispositivo militar, realizando labores similares a la NSA norteamericana desde la base de Urim SIGINT, ubicada en el desierto de Negev. Aún mantiene su carácter de dependencia militar y su jefatura es top secret. A pesar del secretismo que encierra lo concerniente a la Unidad 8200, se especula que ha recibido, al menos, un sabotaje con bombas por parte de Hezbollah, en febrero de 1999.
A la labor de la Unidad 8200 se le ha adjudicado dos triunfos operacionales: el vulnerar la red siria de vigilancia por radares y la implantación del gusano informático Stuxnet en las instalaciones nucleares iraníes.
AMAN cuenta con otras divisiones como el Departamento de Información de Seguridad, el Censor Militar Israelí, el Departamento de Supervisión, el Departamento de Relaciones Externas y el Sayeret Matkal, entre otros.
En su caso particular el Sayeret Matkal o Unidad de Reconocimiento General de Estado Mayor, conocida también como Unidad 269, constituye una unidad de élite de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), la que se dedica a tareas de contraterrorismo, el reconocimiento de zonas que constituyen amenazas potenciales y a la Inteligencia militar. Dentro de sus misiones está la de infiltrar agentes y operativos en la retaguardia enemiga, realizar tareas de rescate de rehenes en otros países, así como otras misiones especiales. Fue la fuerza élite de Sayeret Matkal, creada en 1957, la ejecutora de la Operación Entebbe u Operación Trueno, mediante la cual se llevó a cabo el rescate de un centenar de pasajeros de un avión de Air France en Uganda por una rama de la OLP palestina.
El Sayeret Matkal ha sido la cuna donde han emergido políticos y militares de posiciones ultra conservadoras en Israel, como son los casos de Ehud Barak, primero comandante de la unidad, luego Comandante en jefe de las FDI y, posteriormente, Primer Ministro de Israel; Benjamín Netanyahu, inicialmente jefe de equipo de la unidad y graduado del MIT, y posteriormente Primer Ministro de Israel; Shaul Mofaz, primero comandante de la unidad, luego Comandante en jefe de las FDI y , posteriormente, Ministro de Defensa Israelí; Danny Yatom, inicialmente comandante de la unidad, ascendido luego a general, a jefe del Mossad y a miembro del Knesset (Parlamento); Avi Dichter, combatiente de la unidad y luego jefe del Shabak; así como otros generales y miembros del Parlamento.
Una de las primeras acciones de AMAN, iniciadas el 2 de junio de 1954, fue la conocida como Operación Susannah, consistente en una serie de acciones de sabotaje en Egipto para beneficiar a los ingleses de los intentos norteamericanos de apoderarse del Canal de Suez. El ejecutor de la oleada de atentados fue la Unidad 131 integrada en parte por judíos egipcios.
Otras operaciones de AMAN realizadas en 1968 fueron la Operación Choque, dirigida a sabotear una central eléctrica y varios puentes en el Nilo, en Egipto, así como la Operación Regalo, consistente en un sabotaje a 14 aviones árabes de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Beirut, Líbano.
Un año después, en 1969, AMAN realizó cuatro operaciones; la Operación Huerta 22 y la Operación Huerta 37, consistente en sabotear el cableado de alta tensión y de una antena del control en Egipto. La otra, Operación Bulmus 6, fue un ataque al fuerte egipcio de Isla Verde, en una acción conjunta con la Shayetet 13 de la Marina israelí. Ese año culminó la actividad terrorista de AMAN con la Operación Gallo 53, que permitió la captura de una instalación de radares de Egipto.
Luego, en 1970, el AMAN realizó la operación Rhodes, la que conllevó al asalto a un fuerte egipcio en la Isla Shadwan. En 1972 AMAN realizó dos operaciones conocidas como Operación Isótopo, la que puso un desenlace al secuestro de un avión de Sabena, vuelo 572, en Israel, y la Operación Cajón 3 que culminó con el secuestro de cinco oficiales sirios de los servicios de inteligencia de esa nación árabe. Para 1973, el AMAN se dedicó a la eliminación física de dirigentes de la organización Septiembre Negro en la ciudad de Beirut, en el Líbano, realizando durante ese año otras acciones como emboscadas dentro de territorios sirios y egipcios.
Varias operaciones de rescate de dudosos resultados realizó el AMAN entre los años 1974 y 1980, destacándose la ocurrida en Ma´alot (1974), la Operación Col Rizada (1975), la masacre del Camino Costero en 1978 y el rescate de varios rehenes israelíes del Kibbutz en Misgav. Sin embargo, el caso más significativo fue el del autobús KAV 300, ocurrido en 1984 y que tenía como objetivo recatar a un numeroso grupo de rehenes.
Otras operaciones en las que se vio envuelto AMAN fue el de los asesinatos de líderes palestinos como la eliminación física en 1988, en Túnez, de Abu Jihad; el secuestro del Jeque Abdul-Karim Obeid, en 1989, en Líbano, y el secuestro de Mustafa Dirani en 1994, en esa misma nación.
CASOS FAMOSOS DE CONTRAESPIONAJE DEL AMAN
Según el AMAN, uno de los casos de contraespionaje más destacado fue el reclutamiento de Shimon Levinson (Lavi), un oficial reserva militar y coronel de la inteligencia del ISA y el Mossad, quienes operaron al servicio de la KGB desde abril de 1983 hasta mayo de 1991. Los contactos entre Levinson y la KGB tuvieron lugar en Europa y en la propia Moscú, siendo su motivación principal los móviles financieros. El agente reclutado por la KGB había logrado escalar altas posiciones dentro de la inteligencia militar israelí, llegando a ser, incluso, jefe de la Sección de Documentación del AMAN. Luego de ocupar algunos cargos diplomáticos, Levinson llegó a ser coronel de enlace del FDI en la ONU. En 1985 fue nombrado jefe de seguridad de la Oficina del Primer Ministro.
Luego de arduos interrogatorios, Levinson confesó haber entregado a los soviéticos información sobre la estructura de la comunidad de inteligencia israelí y su funcionamiento, sacando a la luz nombres de jefes y oficiales cuya identidad era guardada celosamente hasta ese momento. Asimismo ofreció información sobre la cooperación con las agencias de inteligencia norteamericanas y otros importantes secretos de estado. Por estos hechos fue condenado a 12 años de prisión, siendo liberado en 1999 por buena conducta.
Otro caso de espionaje detectado por el AMAN fue el de un agente del servicio de inteligencia (Securitate) de Rumanía en 1958, quien arribó como inmigrante a Tel Aviv y que se convirtió en doble agente a favor del estado hebreo con el seudónimo Rasko. El traidor ofreció amplia información al AMAN sobre los planes de Rumanía y sobre la formación de la agentura por parte de la Securitate. Igualmente ofreció información sobre la identidad de otros agentes rumanos que operaban en Israel. A partir de esos momentos el AMAN desarrolló un largo y amplio juego operativo contra los servicios rumanos, desinformándolos permanentemente.
Otro caso de espionaje descubierto por el AMAN el 31 de marzo de 1961, fue el que involucró a Israel Bar, un ex teniente coronel en el ejército israelí y entonces trabajador civil en el Ministerio de Defensa. Luego de haberse trasladado desde Hungría en 1938, llegó a ser, en 1949, uno de los dos asistentes del jefe de la División de Operaciones y el Jefe Adjunto del Estado Mayor General, en calidad de jefe de la División de Planificación de la División de Operaciones. Ya en 1959 fungió como jefe de Abogados del Departamento de Historia Militar en la Universidad de Tel Aviv. Como agente de la KGB logró viajar a varios países europeos y acceder a altas personalidades como el jefe de inteligencia alemán y el Ministro de Defensa de ese país. Lo mismo hizo con el jefe de la inteligencia francesa.
El 31 de marzo de 1961, Israel Bar fue capturado por sus reiterados contactos con un oficial de la KGB nombrado Vladimir Sokolov. Bar falleció en prisión en mayo de 1966.
Un caso muy peculiar ocurrió el 17 de abril de 1986 en el Aeropuerto Internacional de Heathrow, en Londres, cuando oficiales del AMAN frustraron un sabotaje contra el vuelo 016 de la compañía aérea israelí EL-AL, con ruta Nueva York-Londres-Tel Aviv, donde viajaban más de 400 personas. Los involucrados fueron un árabe jordano llamado Nizar Hindawi y una joven irlandesa nombrada Anne-Marie Murphy, ésta última comprometida inocentemente en el caso. Según AMAN esta operación fue preparada por la inteligencia siria desde una red que operaba en Londres. Finalmente, luego de las investigaciones, Anne-Marie Murphy fue exonerada de cargos y Nizar Hindawi recibió una condena de 45 años de privación de libertad.
La actividad de AMAN demuestra, por tanto, un alto nivel de preparación de sus operativos, capacidad de monitoreo y eficacia de sus redes en el exterior, así como una alta coordinación con agencias y secciones del Mossad y el Shabak para cumplir sus misiones. La experiencia alcanzada en materia de estudios de perfiles de su posible agentura, la agresividad de sus katzas (espías) en la búsqueda de información, los niveles de compartimentación entre sus oficiales, así como su relación directa con los altos puestos gubernamentales y del ejército, le hacen un servicio dinámico, de alta eficiencia y suma peligrosidad. Sin embargo, el AMAN cuenta con páginas muy oscuras que ensombrecen cualquier autocomplacencia de sus jefes y agentes, pues no todo ha sido color de rosa para ellos.
NO TODO HA SIDO GLORIAS PARA LA DIRECCION DE INTELIGENCIA MILITAR AMAN
Una de las chapuzas del AMAN tuvo lugar en 1973 cuando disponiendo de información suficiente sobre las intenciones egipcias de realizar un ataque contra ellos, usando los Segundo y el Tercer ejército, mediante un movimiento de penetración de cerca de 10 kilómetros por los pasos de Mitla y Gidy, cruzando el Canal de Suez, para despejar el avance de las tropas, así como información sobre el ataque de paracaidistas y fuerzas navales por Sharm-el-Sheikh, Sinaí, menospreciaron esta información, al igual que los planes que estaba elaborando Siria al mismo tiempo. Esta subestimación de la información por parte de los analistas de AMAN no les permitió preparar una respuesta militar a tiempo. En esta oportunidad, AMAN sucumbió ante la labor desinformativa de sus enemigos.
En julio de 2006 AMAN sufrió otra sonada bofetada en relación con el misil iraní C-802, al desconocer totalmente la existencia de esta nueva arma fabricada en un absoluto secreto que no pudieron vulnerar, lo que trajo como consecuencia la destrucción de una de sus naves misilísticas por parte de Nasrallah. Esto ha colocado al AMAN en la coyuntura de reforzar desde ese tiempo los estudios y análisis sobre los arsenales de sus enemigos, particularmente Irán, Siria y la organización Hezbollá.
Una operación conjunta entre el AMAN y el Shabak en 1984 relacionada con el rescate de rehenes en un autobús, conocida como KAV 300, como señalamos con anterioridad, colocó a ambos órganos en una situación de crisis y su actividad fue duramente cuestionada por los propios políticos que muchas veces les apoyaron en sus oscuras actividades. La ejecución extrajudicial de las dos personas que secuestraron el autobús y el intento de ocultar el hecho mediante falsificación de testimonios, conllevó a que el jefe del Shabak, Avraam Shalom, fuera obligado a renunciar a su cargo. Tanto el AMAN como el Shabak fueron reprendidos a espaldas de la opinión pública, aunque mantuvieron sus métodos de represión, secuestro y violencia descontrolada con posterioridad.
Como ya señalamos, el AMAN tiene entre sus segmentos estructurales a la División de Seguridad, encargada de la protección de las instalaciones gubernamentales. La que fue seriamente cuestionada en 1995 luego del asesinato del primer ministro israelí Isaac Rabín, a manos de Yigal Amir. No escapó tampoco el Shabak, cuyo jefe, Carmi Gillon, tuvo que dimitir por las fallas evidentes de seguridad en la custodia del premier Rabín.
La aureola de crueldad que ensombrece al AMAN, al Shabak y a la propia Mossad, denunciadas públicamente en múltiples ocasiones, ha conducido a un constante cuestionamiento en todo el mundo. Incluso, dentro de sus filas, hay muchos oficiales que son reticentes al empleo de métodos crueles e inhumanos.
En este sentido, fueron tales los escándalos sobre la forma de ejecutar criminalmente las operaciones y el salvajismo de los asesinatos cometidos por el Sayeret Matkal del AMAN que, el 21 de diciembre de 2003, varios reservistas pertenecientes al mismo, dirigidos por el mayor Rav Seren, escribieron una carta al primer ministro israelí negándose a cumplir sus servicios en territorios ocupados. El sentir expuesto en la carta es evidente: «Hemos venido a decirle, señor Primer Ministro, que nosotros ya no seremos cómplices en el reinado de la opresión en los territorios y la negación de los más elementales derechos humanos de millones de palestinos, ni vamos a ser el escudo de los asentamientos erigidos en tierras confiscadas».
Sobran, pues, los comentarios.
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