Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
He leído muchas veces artículos escritos por israelíes en los que se afirma que cuando se estableció Israel los judíos vinieron a una tierra (Palestina) poco poblada o habitada únicamente por unos pocos grupos nómadas e incivilizados, como los beduinos, y que fue el Estado judío el que trajo la civilización y la prosperidad a Palestina.
Cada vez que leo estos comentarios ridículos me siento indignada. Por esa razón he querido hablar de los intelectuales palestinos que crearon una nación con el porcentaje mayor de personas con estudios de Oriente Próximo, antes incluso de que «Israel» hubiera nacido. Los palestinos componen el porcentaje más alto de población del mundo que tiene cualificación académica superior en proporción a la población total. Por ello he querido compartir la biografía de una de los muchos destacados académicos palestinos. Esta mujer fue la primera mujer en el mundo árabe que obtuvo el título de profesora universitaria y que creó un instituto en Rusia.
Su biografía cuenta la historia de una mujer árabe palestina cristiana de Nazareth llamada Kulthum Odeh (1892 -1965). Kulthum es un modelo para muchas decididas mujeres palestinas que buscan el progreso y el cambio contra viento y marea.
Muchas figuras palestinas procedentes de Nazareth son académicos reconocidos de cultura y literatura árabes. Algunos de ellos son Mikhail Naima, Wadeea Albustani, Nicola Ziyadah y Kulthum Odeh, que emigró a Rusia en 1914 y llegó a convertirse en uno de los mayores iconos de los estudios de lengua y literatura de la cultura árabe. Su confianza en sí misma llegaba hasta el punto de criticar a Stalin cuando éste reconoció el establecimiento del Estado judío en Palestina, lo que provocó su encarcelamiento inmediato. Hasta que no intervinieron sus amigos académicos rusos no fue liberada.
Kulthum Odeh nació el 2 de abril de 1892 en una conocida familia del barrio romano de Nazareth. Fue la quinta hija de ‘Nasr Odeh’, el cual estaba deseando tener un hijo varón, un hijo que mantuviera el legado de la familia. Pero sufrió una desilusión porque el recién nacido era una niña y además no demasiado guapa.
Kulthum escribió acerca de su nacimiento: «Mi llegada la mundo fue recibida con lágrimas ya que todos sabemos cómo nos sentimos los árabes cuando se nos comunica el nacimiento de una niña, especialmente si esta desventurada niña da la casualidad de ser la quinta de sus hermanas y la familia no ha sido bendecida todavía con un varón. Este sentimiento de odio me acompaño desde muy temprana edad. No recuerdo que mi padre haya sido nunca compasivo conmigo. El hecho de que mis padres pensaran que yo era fea hizo que aumentara el odio que sentían por mí. Por ello crecí evitando hablar, esquivando a la gente y centrándome sólo en mi educación».
Kulthum escribió cómo su madre y todos los miembros de su familia solían insultarla por permanecer callada la mayor parte del tiempo y cómo su madre solía recordarle una y otra vez que era fea, tenía la piel oscura, era delgada y que no había la menor posibilidad de que se casara. Su madre le dijo muchas veces que acabaría como criada en casa de la mujer de su hermano durante el resto de su vida. Esta continua degradación aumentó su determinación de seguir con sus estudios y de tratar de malograr las profecías de su madre.
Kulthum acabó sus estudios primarios en Nazareth y pasó al instituto «Seminario Ruso» de la ciudad de Beit Jala donde se albergaba a profesoras. Una de ellas era Khalil Sakakini, uno de los iconos palestinos en el campo de la literatura árabe. Sakakini tuvo una influencia directa en la educación y progresos de Kulthum.
Tenía diecisiete años cuando acabó el instituto. Al volver a Nazareth encontró trabajo como profesora en la Asociación Rusa. Durante aquel periodo solía visitar las escuelas una asamblea de inspectores enviada por la Sociedad Rusa.
Kulthum empezó a publicar artículos en varias revistas como «Alnafaes Alassryah» de Haifa, «Alhilal» de El Cairo, y «Al-Hasnaa» de Beirut. Durante todo este periodo la prensa palestina conoció un gran auge, especialmente en Jerusalén, Haifa y Jaffa. En aquellos días circulaban cincuenta periódicos palestinos.
Durante su trabajo como profesora conoció al famoso orientalista ruso Raczkowski de visita en Palestina entre 1908 -1910. En su libro With the Arabic Manuscripts escribía: «Conocí a Kulthum Odeh en Nazareth; entonces trabajaba de profesora además de otros trabajos que hacía sobre estudios relacionados con la lengua árabe».
Su mujer, Vera Karachi Wskaia, escribió sobre la visita de su marido a Nazareth y mencionó que le presentaron a dos profesoras de las escuelas de la Sociedad Palestina, que ambas habían estudiado en la escuela Al-Seminar de Beit Jala, y que ambas acompañaron a su marido en sus visitas por Nazareth. Kulthum Odeh era una de las profesoras.
Kulthum se enamoró del médico ruso Ivan Vasilev que trabajaba en el Hospital General de Nazareth y se casaron en 1913. Lo hicieron sin tener en cuenta las muchas barreras que había entre ellos, como la tradición y la lengua. Kulthum tenía 22 años, pero su familia se oponía fuertemente a ese matrimonio. Habló de sus recuerdos de aquel momento con el poeta palestino Abdelkarim Al-Karmi, conocido como Abu Salma, cuando se conocieron en Moscú en 1957. Ella le contó que algunos miembros de su familia pidieron a un grupo de jóvenes brutales que la empujaran desde el tejado de la casa familiar para librarse de la vergüenza que traía a la familia al decidir casarse con un extranjero. Sólo contaba con la ayuda del primo de su padre, Najib Odeh, que permaneció a su lado y les acompañó, a ella y al doctor Ivan Vasilev, a Jerusalén donde se casaron. Celebraron la ceremonia en la iglesia rusa de Jerusalén. Después Najib los acompañó de vuelta a casa. Entonces la familia no pudo hacer nada porque se había casado en la iglesia. Tiempo después Kulthum acompañó a su marido a Rusia.
Tras la Revolución de Octubre y el estallido de la guerra civil en la Unión Soviética, el doctor Ivan, ‘el marido de Kulthum’, se alistó como voluntario en el Ejército Rojo. En 1919 cayó enfermo en una epidemia de fiebre tifoidea y murió después de cinco años de matrimonio. Su mujer y sus tres hijas pequeñas tuvieron que luchar por sí mismas. Kulthum trabajó en el campo para alimentar a sus hijas y seguir su formación académica ayudada por varios orientalistas rusos, a la cabeza de los cuales estaba Kraczkowski, al que había conocido años antes en Palestina.
Kulthum no se rindió y siguió estudiando y trabajando a la vez. Llego a ser profesora de lengua árabe en la Universidad de Leningrado (San Petersburgo) tras obtener el doctorado en 1928. Después fundó el Instituto de Dialectos Árabes de la Universidad de Moscú. Fue la primer mujer árabe que obtuvo el título de profesora universitaria.
En 1928 Kulthum visitó Nazareth y estuvo de gira por Palestina donde le dieron la bienvenida varios precursores, pensadores y escritores palestinos del café «Al-Saaleek», centro de reunión de los intelectuales palestinos en Jerusalén. Entre ellos estaban Khalil Alskakini, Adel Jabr, Lindly Saliba Aljawzi, y Georgi Halabi.
Kulthum defendió los derechos de su pueblo. Cuando la Unión Soviética reconoció al Estado de Israel en 1948, Kulthum envió a Stalin una dura carta de condena. Inmediatamente se ordenó encarcelarla. Pero sus amigos académicos rusos encabezados por el famoso orientalista Kraczkowski se pusieron de su parte y se aseguraron de que fuera liberada. Según sus familiares, fue detenida al menos dos veces durante el reinado de Stalin.
Cuando llegó a Rusia Kulthum estudió también enfermería. Más tarde, durante la Revolución de Octubre de 1917, se le concedió un terreno para que pudiera ganarse la vida. Además de este trabajo, Kulthum estuvo enseñando a campesinos y obreros a conocer sus derechos. En 1941 trabajó como profesora de árabe en la facultad de lenguas orientales de San Petersburgo. En 1928 había obtenido el doctorado por una tesis sobre ‘dialectos árabes’.
Kulthum llegó a ser una autoridad y una referencia en los círculos académicos rusos y publicó varios libros acerca de la enseñanza y el aprendizaje de la lengua árabe. También tradujo varios libros del árabe al ruso y publicó numerosos artículos en diferentes revistas árabes como la egipcia » Al-Hilal» .
A principios de los cuarenta sintió nostalgia de su tierra y volvió a Palestina para visitar a su familia. A su vuelta a casa muchas relevantes figuras palestinas acudieron a visitarla y a darle la bienvenida.
A la cabeza de ellos estaba Alhaji Ameen Husseini, que le pidió que se quedara en Palestina y trabaja en el ministerio de Educación palestino. Kulthum le pregunto si podría garantizar su seguridad si permanecía en Palestina, dado que ella era marxista y Palestina estaba bajo el mandato británico. Le contó que el personal británico se había mostrado preocupado a su regreso a Palestina y que habían estado vigilando cada uno de sus movimientos, como si fuera una espía.
Alhaji Ameen Husseini se señaló la barba y contestó: «Hija mía, no puedo garantizarle nada. Ni siquiera puedo garantizar la seguridad de mi propia barba». Así que ella volvió a Rusia.
Después de la Segunda Guerra Mundial Kulthum se trasladó a Moscú donde siguió enseñando en la universidad y fue un miembro activo de la Asociación de Relaciones Culturales Soviéticas con los Países Árabes. Ganó la «Medalla del Honor» en 1962 el día de su 70 cumpleaños. Antes de ello había ganado dos medallas de oro en reconocimiento por sus investigaciones.
Murió el 24 de noviembre de 1965 y fue enterrada en un famoso cementerio de personalidades de Moscú. En su lápida está esculpido en árabe ‘Un ejemplo de vida’.
Uno de sus más destacados alumnos fue el escritor ruso Molood Attalov que posteriormente publicó varios estudios sobre la economía de los Estados árabes liberales. Fue uno de los muchos traductores rusos que se graduaron en el Instituto creado por Kulthum.
El conocido poeta, periodista e intelectual Salem Jubran escribió: «La biografía de Kulthum es la de una gran mujer, llena de talento y trabajadora incansable. Dedicó su vida a la investigación y al estudio de la cultura árabe clásica, con lo que construyó un puente de conocimiento entre las dos grandes civilizaciones, la rusa y el mundo árabe».
La vida y la lucha de Kulthum es similar a la lucha de muchos palestinos. Su familia se vio obligada a exiliarse. Su primos fueron a Damasco, mientras que sus sobrinas acabaron como emigrantes en Estados Unidos. El resto de la familia se preparó para emigrar también a ese país. Eso significó que no iban a tener ningún contacto con ella, una destacada figura rusa lo que habría acabado con las posibilidades que tenían sus familiares de que les permitieran entrar en Estados Unidos. Estas circunstancias contribuyeron a que las relaciones con sus familiares se enfriaran aún más.
Mientras estuvo trabajando en Rusia no pudo volver a Palestina, pero Palestina acudió a ella. La visitaron muchas destacadas figuras árabes y palestinas, especialmente escritores socialistas como el poeta y escritor de Nazareth Tawfeeq Ziyad, el escritor y periodista palestino Emile Habibi y el historiador, político y escritor Emil Touma, uno de los más destacados intelectuales árabes del siglo XX. Fue dirigente del Partido Comunista de Palestina. Nació en Haifa en 1919 y vivió en esta ciudad hasta su muerte en 1985. Su vida fue similar a la de Kulthum. Se dedicó a la investigación, a la creación y a la lucha por una paz justa y por la libertad humana. Al morir dejó una herencia de más de 15 libros, un legado de pensamiento práctico y teórico para promover la paz, la justicia, la libertad y la dignidad humana.
Palestina nunca fue el lugar primitivo y vacío que los sionistas trataron de retratar. Por ejemplo, uno de los primos de Kulthum, conocido como Abu Saleem, fue actor de teatro. Interpretó 24 obras en el teatro Alnahda de Nazareth hasta 1948 cuando el Estado sionista cerró el teatro. La destacada figura teatral del mundo árabe Yosif Wahbi acudió desde Egipto para ver algunos eventos teatrales en Nazareth donde asistió a la última representación de la obra palestina «El asiento de la confesión» antes de que Israel decidiera reescribir la obra y cambiar la escena palestina para siempre.
Las contribuciones de Kulthum fueron al campo de la historia de la literatura árabe, el lenguaje teatral y la literatura comparada. Publicó además un libro sobre la enseñanza de la lengua árabe, «Árabe para rusos», y otro titulado «Antología de la literatura árabe moderna». También tradujo al ruso varias obras literarias árabes como «Tierra, trabajo y agua» de Thi Elnoon Ayub Al-Iraqi. Del ruso al árabe tradujo varios libros de Raczkowski sobre Mohamad Ayyad Tantawi (1810 – 1861).
Durante aquellos años floreció en Palestina la traducción del ruso al árabe gracias a muchos palestinos, como Faris Nicola Maduuar, Abdel Karim Samaan, Lutfallah Khouri Sarraf, Soliyman Bolos, Ibrahim Jabir, Bandali Saliba Aljawzi y los alumnos de la escuela «Alscimenar Russian» de Beit Jala. Varias de esas traducciones se publicaron en revistas como » Alnafaies Aladabiyah» editada por Khalil Beidas, el primer prisionero del levantamiento de 1919.
Enlace con el original:
palestinethinktank.com/2008/10/04/iqbal-tamimi-the-palestinian-kulthum-odeh-1892 -1965-the-first-woman-to-hold-the-professor-title-in-the-arab-world/