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Un proyecto mundial socialmente y ecológicamente destructor

La Palma africana

Fuentes: Alai-amlatina

La primera pregunta es el porque del enorme desarrollo de las plantaciones de la palma africana en el mundo actual, en los tres continentes del Sur, América Latina, Africa y Asia. La segunda cuestión es de conocer las condiciones dentro de las cuales se realiza esta extensión, condiciones ecológicas en primer lugar, porque remplazan en […]

La primera pregunta es el porque del enorme desarrollo de las plantaciones de la palma africana en el mundo actual, en los tres continentes del Sur, América Latina, Africa y Asia. La segunda cuestión es de conocer las condiciones dentro de las cuales se realiza esta extensión, condiciones ecológicas en primer lugar, porque remplazan en muchos casos cultivos o bosques existentes, y condiciones sociales, tanto para las poblaciones existentes que para los trabajadores del sector.

La intención de un estudio de este tipo es de alertar la opinión pública mundial y los líderes políticos sobre este desafío mayor, todavía poco conocido. La atención sobre el problema fue llamada en particular por la situación de varias regiones de Colombia, donde la extensión de la palma significó graves daños ecológicos y dramáticos incidentes sociales, implicando la intervención de paramilitares autores de masacres.

Por eso, una colaboración se inició entre la Comisión interreligiosa Justicia y Paz de Colombia y el Centro Tricontinental de Lovaina-la-Nueva, la primera concentrando su atención sobre la situación colombiana y el Cetri estudiando el aspecto internacional.

1.La importancia estratégica de la palma africana

El consumo general mundial aumentara presupuestamente de 60 % entre 2002 y 2030 (J. Michel Bezat, 2006), lo que significa una necesidad enorme de energía nueva. Las fuentes principales actuales, el carbón, el petróleo, el gas, no solamente disminuyen, sino que son la fuente principal de la degradación del clima.

La seguridad energética es una preocupación mayor de los principales polos económicos de la planeta. Ya no existe esta seguridad en caso de ruptura de la cadena del petróleo. La energía nuclear cubrirá según las previsiones, solamente el 4 % del consumo mundial en 2030 y provoca muchas objeciones por su peligroso potencial y por el grave problema de los deshechos (Pierre Eyben, 2006, 11-13) al mismo tiempo que de ser vulnerable técnicamente.

La energías solares, aeromotores, geotérmicas, marinas, conocen un desarrollo importante, pero son incapaces en un futuro previsible de satisfacer la demanda mundial en electricidad, estimada a 26 018 mil millones de Kw en 2025 (14 767,75 en 2000), sin hablar de la necesidad de disminuir la producción eléctrica gravemente contaminante (carbón, petróleo) que en 2004 representaba todavía más del 60 % (J.M. Bezat, 2006).

Un problema similar se plantea para lo medios de transporte que contribuyen por una parte importante a la producción de CO² en la atmósfera y que, a pesar de la disminución del consumo de los motores, padecen también del aumento del precio del petróleo (Stephane Lauer, 2006ª). Se calcula que el día que los Chinos compren tantos vehículos como los Europeos, su consumo de energía será equivalente a mil millones de toneladas equivalentes-petróleo (Stéphane Lauer, 2006b).

Todo eso hacer prever que estamos saliendo de la era del petróleo y que el carbón, todavía abundante, no será una solución adecuada inmediata por el costo que representa de su utilización con menos producción de CO².

Es así que se abre el camino a la utilización de la biomasa, es decir, la energía producida a partir de la madera, de los deshechos vegetales o también de la caña de azúcar, del maíz, del trigo, del colza, de la remolacha. Esta fuente de energía representa por el momento 14 % de la producción energética mundial (30 % en los países en desarrollo).

El director de la fundación Zeri en Ginebra, el Doctor G. Pauli, afirma que la palma africana produce 200 millones de toneladas de biomasa por año, de la cual se utiliza sólo el 10 %. Una parte importante está incinerada, lo que produce más CO². Se estima que cada hectárea produce 25 toneladas de deshechos vegetales (G. Pauli, 1999), que pueden ser utilizadas para producir energía a partir de la biomasa.

La producción de metanol de origen vegetal tiene varias aplicaciones. La más conocida es su transformación en biocarburante (petróleo verde o fresco). Se prevee que en 2010, esta fuente representará el 5,75 % del consumo europeo. Para eso se estima que 17 millones de hectáreas, sobre los 97 millones existentes, tendrán que ser utilizados a este fin (Dominique Gallois, 2006). Ya en 2005, el «fiul flexible» (alcohol incorporado a la gasolina) está utilizado por más de 300 000 vehículos en Brasil.

La otra aplicación es la utilización del hidrógeno, con la pila a hidrógeno, no contaminante y produciendo sólo agua y calor. La primera generación utiliza hidrógeno extraído del metanol proviniendo del carbón y del gas natural. La segunda generación utiliza el mismo gas extraído de la biomasa (electricidad que permite electrolizar agua y producir hydrógeno). Se trata del hydrógeno verde.

Jérémy Rifkin, presidente de la Foundation on Economic Trend, habla de una nueva era energética y de una tercera revolución industrial (J. Rifkin, 2006). La aplicación será una realidad desde 2007 para las computadoras y otros instrumentos de comunicación y, según el mismo autor, en 2010-12, para vehículos, buses y camiones, como para redes eléctricas. Aunque esta posición aparezca para muchos demasiada optimista, indica bien la dinámica del futuro.

Frente a esta situación se plantean estrategias de control económico de la escala mundial y también problemas geopolíticos tanto inmediatos como a medio y largo plazo. Es en este contexto que aparece la extensión del cultivo de la palma africana.

2.La extensión del cultivo de la palma africana

La palma africana (elaeis guineensis) proviene de Africa y fue utilizada desde millares de años para obtener el aceite. Representa casi el 25 % de la producción de aceites vegetales en el mundo.

Africa central fue el productor principal, el Congo en particular antes de su independencia, y ahora el Nigeria (64 % en los años 60). Desde los años 80, es Malasia que superó, pues dominó el mercado. Sin embargo, con la crisis asiática de 1997, la tendencia fue de invertir en otras áreas del trópico. En América Latina, después de un ensayo poco exitoso en el principio del siglo 20, se retornó al cultivo de forma extensiva desde el fin de los años 80.

El trabajo que empezamos, consistirá a estudiar la extensión del cultivo en los varios continentes del Sur, para saber como se extiende este tipo de cultivo y en la medida de lo posible cual es el uso de los productos de las palmeras.

Por el momento, el uso alimentario de aceites vegetales queda predominante, aún para la palma africana, pero se prevee que su papel en la producción de energías renovables aumentará rápidamente.

La palma africana produce dos tipos de aceite, proveniente respectivamente del fruto y de la semilla. Los arboles dan frutos después de 4 a 5 años y se encuentran al máximo de la producción a los 20 a 30 años. El aceite alimentario se comercializa en aceite comestible, margarina, cremas, etc. El aceite industrial se utiliza en la fabricación de cosméticos, jabón, detergentes, velas, lubrificantes, etc.

En 1997, sobre 6,5 millones de hectáreas, 17,5 toneladas eran del fruto de la palma y 2,1 toneladas de la semilla. La estabilidad de la demanda, debida en parte a las tendencias de interrelación con otros tipos de aceites y el incremento desproporcionado de la producción, además de otros factores, han provocado que en los últimos años el precio disminuya de manera constante. Es el caso de todos los productos agrícolas.

3.El impacto ambiental del cultivo extensivo de la palma africana

El cultivo extensivo de la palma africana requiere poca mano de obra, muchos fertilizantes químicos y mucho terreno. Por tratarse de una palmacea arborea, ha entrado en los planes de reforestación de muchos países donde ha sido presentada como una excelente inversión, incluso con matices ambientalistas. El modelo de cultivo que se presenta en estos casos sigue siendo hoy el modelo asiático de grandes extensiones de monocultivo. En otros casos, los campesinos ponen el trabajo y en muchos casos la tierra y luego obtienen un producto que puede procesarse, eventualmente de forma artesana, pero con bajísimos rendimientos. El procesamiento mecánico al contrario, ofrece altos rendimientos, pero los molinos o prensas, estando en manos de pocos terratenientes (generalmente transnacionales) que en muchos casos representan monopolios absolutos. Ellos pueden ofrecer precios muy bajos, donde no se reflejan, ni los gastos ecológicos, ni las consecuencias sociales. La caída de los precios afecta los pequeños productores.

Para la introducción de las nuevas plantaciones se utilizan en muchos casos zonas de bosque húmedo tropical, que son arrasadas, fertilizadas, plantadas y posteriormente rociadas de continuo con potentes herbicidas que, junto a los fertilizantes químicos, pasan al suelo contaminando las fuentes de agua. En los terrenos cultivados de esta forma resulta muy difícil introducir otros cultivos simultáneamente, debido a la propia acción de los herbicidas. El desplazamiento de las poblaciones autóctonas es en muchos casos forzoso y irrisoriamente compensado. Además está la construcción de embalses para la irrigación.

Las consecuencias del cultivo extensivo de la palma africana son conocidas fundamentalmente en el marco de las ONG y grupos ambientalistas, para la mayoría de la población mundial, es sólo un ingrediente más en el lápiz labial o en la cocina.

La investigación abarcará los últimos quince años, periodo en el cuál se ha incrementado considerablemente las zonas de cultivo extensivo de palma africana. Para ello, luego de hacer una breve reseña histórica, se pasará al análisis detallado de la situación, haciendo referencia a los antecedentes directos allí donde resulte necesario. Se abarcará toda la zona tropical, agrupada por continentes, con el objetivo de llegar a una generalización, pues, a este punto de la investigación se considera que la problemática analizada tiene muchos elementos de coincidencia, a pesar de las grandes diferencias entre los países que se tratan.

1.Los efectos para el medio ambiente

Se ha presentado este cultivo como protector del ecosistema, lo que no corresponde a la realidad. A veces entra como solución a la destrucción del ambiente, como compensación a la contaminación, según los acuerdos de Kyoto. De hecho, los estudios de los varios continentes demuestran, al contrario que existen daños enormes para el medio ambiente, tanto por la utilización de abonos, como para la destrucción de bosques existentes, sin hablar de todos los efectos habituales de la monocultura productivista. El estudio permitirá acumular datos recogidos en los varios continentes.

2.Los efectos sociales

Los efectos sociales en muchos casos son desastrosos, por la destrucción del ambiente tradicional y la expulsión de pequeños campesinos de sus medios tradicionales de producción. El caso de Colombia es bastante ejemplar en este sentido. Sin embargo, consecuencias sociales negativas han sido señaladas también en Indonesia, en Malasia, en Papuasia y en otras partes de los continentes latinoamericano y africano. Este cultivo forma parte de la eliminación de la agricultura campesina para transformar el sector en una producción concentrada con parámetros capitalistas.

4.Las hipótesis de trabajo

El creciente interés con que las transnacionales han promovido la introducción de cultivos extensivos de palma africana en numerosos países del área tropical, responde primariamente al interés por mantener controlada la fuente de materia prima de su industria de producción de aceites. Con esto logran mantener los precios de la materia prima a la baja. Siendo propietarios de todo el proceso de elaboración estos precios bajos de la MP no sólo no los afecta sino que les aporta jugosas utilidades ya que el precio del producto final es cada vez mayor. Al relocalizar la inversión, las transnacionales dejan además de compartir los importantes costos ambientales y sociales que esta práctica conlleva. Para los países productores en cambio, los bajos precios resultan en aumento de la dependencia exterior, salarios bajos, disminución en la ya baja calidad de vida y serias afectaciones ambientales y socio culturales.

La segunda hipótesis toca la extensión posible y probable del cultivo de la palma africana para producir energía renovable, en base de biomasa. Este tipo de utilización exigiría también una producción masiva y extensiva de la palma africana, bajo el modelo productivista, con todas la consecuencias ya indicadas. De la misma manera, para mantener precios bajos, este tipo de producción implica una extensión de la producción.

Estas prácticas se inscriben en la búsqueda de nuevas fuentes de acumulación para el capitalismo mundial. Junto a la destrucción de la pequeña agricultura campesina y a la extensión de monoculturas, en particular en los campos de la soja, del eucalipto y de otras plantaciones, la producción de palma africana entra dentro de esta estrategia.

5.Guía temática

Para realizar el estudio, pensamos primero recoger la información sobre los diferentes continentes de Asia, Africa, América Latina y Oceanía. Para cada uno estudiaremos los resultados económicos cultivo palma-producción aceite vegetal ; los efectos ecológicos ; las consecuencias sociales y la relación transnacionales-gobierno-oligarquía local. Se realizará también una recapitulación de las firmas implicadas en esta producción con sus relaciones mutuas y con el capital transnacional.

Los métodos y las técnicas de investigación permitirán de utilizar varios enfoques. Unas de las premisas del trabajo está en utilizar razonamientos abiertos económicos, sociológicos y ambientalistas. En un primer paso se utilizarán trabajos de especialistas de los países tratados, con lo que se pretende suplir la imposibilidad de visitar todas las zonas estudiadas para recopilar información primaria de observación, fuentes orales, encuestas y entrevistas. No obstante, la investigación futura no estaría completa si no se visitan algunos países que se avisoran clave en la comprensión del fenómeno, como Malasia, Indonesia, Nigeria, Colombia y otros que puedan surgir a partir de los resultados de la investigación.

El resultado de esta investigación, constituirá una herramienta muy útil para las aproximaciones sucesivas al tema pues aportará una visión transdisciplinaria de la evolución reciente y actualidad del fenómeno de la expansión de cultivos intensivos de palma africana y su impacto medioambiental, haciendo hincapié en el papel de las empresas transnacionales. Se presentará un informe de la investigación y se prevee que su publicación en forma de libro contribuya a divulgar una visión más abarcadora propiciando el acercamiento hacia formas alternativas de cultivo de la palma africana.

La finalidad de este trabajo es triple : dar la información necesaria para la toma de conciencia necesaria a una reacción de la opinión pública, de la sociedad civil y de los gobiernos : serán de base factual a una campaña internacional de ONG interesadas y proponer soluciones alternativas permitiendo responder a una demanda en expansión, a una producción socialmente equilibrada y al respecto del ambiente.

Bibliografía

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-GALLOIS D., La biomasse reste peu exploitée, Le Monde – Dossiers et Documents, n° 9, mars 2006.

-LAUER S.(a), Biocarburants : une fausse idée, Le Monde, 09.06.2006.

-LAUER S. (b), Réinventer la mondialisation, Le Monde, 11-12.06.2006.

-Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, varios documentos, www.wrm.org.uy/inicio.html, 2001 a 2005 y El amargo futuro de la palma aceitera, Montevideo, 2001.

-PAULI G., Forest product for a sustainable economy, in Forum for Applied Research and Public Policy, Vol. 14, n° 4, invierno 1999, 30-39.

-RIFKIN J., Un petit pas pour l’hydrogène, un grand pas vers une nouvelle ère énergétique, Le Soir, 22.02.2006