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Quim Boix se disponía a asistir a la reunión del Comité Central

La policía golpea y detiene en el aeropuerto de Barcelona a un dirigente del PCPE

Fuentes: Rebelión

Los hechos sucedieron el pasado viernes y han sido dados a conocer por la oficina de prensa del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Quim Boix, responsable de relaciones internacionales del CC del PCPE, se encontraba en el aeropuerto de Barcelona para viajar a Madrid y participar en el primer encuentro del Comité […]

Los hechos sucedieron el pasado viernes y han sido dados a conocer por la oficina de prensa del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Quim Boix, responsable de relaciones internacionales del CC del PCPE, se encontraba en el aeropuerto de Barcelona para viajar a Madrid y participar en el primer encuentro del Comité Central de la organización comunista tras el 8º Congreso del Partido, celebrado recientemente.

Tras mucha demora, y un largo periplo por diversos mostradores de Spanair la línea aérea informó de la anulación del vuelo. Ante la protesta de los usuarios, pues Iberia además no se comprometía a recoger a todos los pasajeros ese mismo día, el responsable del PCPE quiso organizar de forma pacífica la protesta colectiva de los afectados. Explicando sus opiniones ante los que estaban en la cola y ello puso nerviosa a la supervisora de Spanair quien llamó a la policía.

Boix fue abordado en un primer momento por empleados de una empresa de seguridad, ante los que rellenó una hoja de reclamación, y posteriormente por 4 policías nacionales que se presentaron en actitud chulesca.

Poco después otros 4 agentes se sumaron a los primeros, y a los insultos siguieron los empujones, ordenando al miembro del PCPE que se pusiera al final de la cola. No contentos con eso, continuaron acosándole, rodeándole, pidiéndole la documentación, hasta que de golpe uno de los policías se abalanzó a la carrera contra Boix, al que casi derriba, y se lo llevaron a la comisaría del aeropuerto.

Por el camino fue agredido por el policía nacional nº 095.833, quien le torció la muñeca izquierda al menos en tres ocasiones. Pese al dolor y a las quejas del agredido, la policía hizo caso omiso y fue encerrado en una furgoneta que lo trasladó a la comisaría.

Una vez en comisaría, Boix reclamó atención médica y pese a la resistencia inicial de los agentes, fue trasladado a la enfermería del aeropuerto. Allí le atendieron comprobando que estaba en estado de gran tensión (lógica por la agresión sufrida) y que debía ser trasladado a un hospital.

Durante el traslado al centro sanitario la policía le acusó de haber insultado a los agentes. Una situación que a Boix le llevó a revivir las tristes experiencias de sus anteriores 11 detenciones bajo el franquismo (en una de ellas fue tan duramente torturado que a pesar de ser en plena dictadura unos centenares de curas hicieron una manifestación contra la tortura por las calles de Barcelona).

Una vez en el Hospital, y tras una prueba radiológica, se le detectó un esguince en la muñeca izquierda que fue escayolada con un periodo mínimo de convalecencia de 15 días.

De vuelta a comisaría, ya de madrugada, Boix decidió realizar su declaración con el fin de poder quedar en libertad y tranquilizar a su compañera, con la que no había podido comunicar por los impedimentos de la policía.

El dirigente comunista, previo asesoramiento jurídico, emprenderá las acciones legales que correspondan frente a las falsas acusaciones de la policía de desobediencia y falta de respeto.