Traducción para Rebelión de Loles Oliván
La popularidad de Estados Unidos en el mundo árabe se ha desplomado a niveles inferiores a los del último año de gobierno de George W. Bush, según una nueva encuesta de opinión realizada en seis países árabes publicada en Washington el miércoles pasado.
La encuesta «Actitudes árabes» ha hallado que las calificaciones favorables sobre Estados Unidos han disminuido a un 9% o más en Marruecos, Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) en los últimos dos años.
En Egipto han disminuido del 30% a apenas un 5%. La opinión positiva respecto a EEUU se mantiene constante en Líbano solo con un 23%.
La encuesta, que ha consistido en cuatro mil entrevistas realizadas personalmente la empresa Zogby International entre mediados de mayo y mediados de junio, también ha hallado que el 10% o menos de los árabes en todos los países encuestados aprueban la política del presidente Barack Obama.
Las calificaciones favorables hacia Obama fueron las más bajas con mucha diferencia entre los cinco dirigentes nacionales incluidos en la encuesta. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y el rey saudí Abdulah Ibn Abdul Aziz son los más respetados de los cinco, incluyendo también al presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad y el presidente francés Nicolás Sarkozy.
El descenso en las calificaciones de Estados Unidos y de Obama se debe principalmente a la decepción causada por en el incumplimiento de las expectativas creadas tras la elección de Obama en 2008, según James Zogby, presidente del Instituto Árabe Estadounidense (AAI, en sus siglas en inglés),
Patrocinador de la encuesta anual.
Esas expectativas parece que aumentaron aún más después del discurso en El Cairo de Obama en junio de 2009, donde se comprometió a «buscar un nuevo comienzo» entre Estados Unidos y el mundo musulmán y donde, en particular, expresó su simpatía por la situación apremiante de los palestinos.
«Estamos hablando de expectativas planteadas y expectativas frustradas», dijo Zogby, autor del libro Arab voices, y cuyo hermano, John, es el director general de Zogby International.
«Obama no ha creado el problema [de la ira sobre la política de Estados Unidos]. Él creó la expectativa de que el problema se resolvería», explicó.
De hecho, preguntados si Obama cumplió las expectativas que estableció ensu discurso, una abrumadora mayoría de los encuestados en Marruecos, Egipto, Líbano, Jordania y Arabia Saudí contestan que no. La mayoría de los encuestados en Emiratos Árabes Unidos coinciden con esta evaluación.
Además de las conclusiones sobre las actitudes hacia Estados Unidos y Obama, la encuesta ha establecido que los árabes sitúan la «continua ocupación (israelí) de tierras palestinas» y la «interferencia de Estados Unidos en los países árabes» como los mayores obstáculos para la paz y la estabilidad en Oriente Próximo.
Al pedir que identifiquen el mayor obstáculo para la paz y la estabilidad regional entre cinco opciones, una pluralidad de los encuestados en Marruecos (36%), en Egipto (37%) y en Jordania (49%) cita a la ocupación israelí de tierras palestinas, seguido de cerca por la interferencia de Estados Unidos en la región.
Una pluralidad en Líbano (50%) y en Emiratos Árabes Unidos (45%) cita la interferencia de Estados Unidos como la mayor amenaza, mientras que en Arabia Saudí, la ocupación israelí, la interferencia de Estados Unidos y la «interferencia de Irán en los asuntos árabes» son citados por el 26%de los encuestados.
Consultados sobre las políticas específicas estadounidenses que afectan al mundo árabe, la mayoría en los seis países señala que la gestión de Obama sobre la cuestión palestina ha empeorado las relaciones árabo-estadounidenses.
La opinión sobre la cuestión de los esfuerzos de Obama de dialogar con el mundo musulmán también es muy negativa.
«Es de destacar que las dos cuestiones sobre las que la administración ha invertido considerable energía -«la cuestión palestina» y «el compromiso con el mundo musulmán»- reciben los más bajos índices de aprobación, menos del 9% en todos los ámbitos de la encuesta», según Zogby.
Las opiniones están más mezcladas respecto a otras tres cuestiones -poner fin a la guerra de Iraq, el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia, y los esfuerzos para detener el programa nuclear de Irán- aunque hay variaciones entre los países.
En Arabia Saudí, por ejemplo, la friolera de 84% de los encuestados mantiene que la zona de exclusión aérea sobre Libia ha contribuido positivamente a las relaciones árabo-estadounidenses, mientras que sólo el 7% de los egipcios están de acuerdo con ello.
A excepción de Emiratos Árabes Unidos, donde la mayoría de los encuestados dicen que consideran los esfuerzos de Obama para detener el programa nuclear de Irán ha ayudado a las relaciones árabo-estadounidenses, la mayoría de los encuestados en los otros cinco países piensa que tales esfuerzos no tendrán ningún impacto.
Preguntados sobre qué es lo que más necesita abordar Estados Unidos para mejorar las relaciones con el mundo árabe, la mayoría de los encuestados señala resolver el conflicto palestino-israelí como lo más importante.
Casi tres de cada cuatro egipcios y seis de cada 10 encuestados en Jordania y Marruecos, sitúan la cuestión palestina como lo más importante.
«Estados Unidos puede hacer correctamente todo lo demás pero si no avanza en el conflicto árabe-israelí, los árabes no se darán cuenta o sospecharán de las intenciones (de Washington)» afirma a IPS Shibley Telhami, un experto en opinión pública árabe y destacado miembro del Instituto Brookings.
«La política exterior estadounidense se evalúa a través del prisma del conflicto árabe-israelí», añade.
Una pluralidad de Líbano (34%) cita que poner fin a la guerra de Iraq es la principal prioridad para mejorar las relaciones con el mundo árabe, mientras que para el 51% de los encuestados en Arabia Saudí lo es el programa nuclear de Irán.
En otros países, sin embargo, poner fin al programa nuclear de Irán se sitúa en el lugar más bajo o en el segundo más bajo entre las cinco políticas ofrecidas por la encuesta.
Consultados sobre el impacto en sus puntos del asesinato por parte de Estados Unidos de Osama bin Laden el 2 de mayo, la mayoría de los encuestados en cada país responde que fue desfavorable.
Una mayoría sustancial en los seis países considera asimismo que la muerte de Bin Laden empeorará la situación en la región o no tendrá ningún impacto.
La encuesta también pregunta a los encuestados sobre el impacto de los recientes levantamientos en el mundo árabe o en sus países o en la región en su conjunto.
Una pluralidad de los árabes en cuatro de los seis países, incluyendo casi la mitad de los egipcios, dice que es «demasiado pronto para decir» si el mundo árabe estará mejor como resultado de la «primavera árabe», mientras que sólo en Emiratos Árabes Unidos la mayoría dicen que será bueno para la región.
En cuanto a países concretos, una pluralidad en Marruecos, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos considera que el levantamiento ha mejorado la situación en sus países.