José Ramón Fernández Álvarez, vicepresidente del Consejo de Ministros de la República de Cuba, cofundador del Partido Comunista de Cuba y presidente del Comité Olímpico Cubano. La siguiente entrevista se hizo durante su estancia en España.En un contexto internacional tan complicado para su país como el que estamos viviendo en la actualidad ¿cómo está transcurriendo […]
José Ramón Fernández Álvarez, vicepresidente del Consejo de Ministros de la República de Cuba, cofundador del Partido Comunista de Cuba y presidente del Comité Olímpico Cubano. La siguiente entrevista se hizo durante su estancia en España.
En un contexto internacional tan complicado para su país como el que estamos viviendo en la actualidad ¿cómo está transcurriendo su gira institucional por el Estado español?
Bueno, se enmarca dentro de la lucha que Cuba está librando con toda la fuerza, con toda la energía y con mucho entusiasmo frente a todas las circunstancias adversas, especialmente la agresividad de la Administración norteamericana contra Cuba, que se expresa en un bloqueo que abarca todas las actividades económicas, comerciales e incluso políticas. Hay que señalar que llevamos más de 40 años en esta situación y que últimamente estas medidas se han recrudecido con lo promulgado recientemente por el presidente de los Estados Unidos (EE.UU), el señor Bush, donde lleva hasta el máximo las posibilidades del bloqueo y de las restricciones de un modo verdaderamente criminal e inhumano. Y en estas condiciones difíciles transcurre mi gira, pero el pueblo cubano sigue luchando con independencia, energía, firmeza y con la resolución determinada de no rendirse ante ningún tipo de acción.
¿Qué posibilidades hay de que se produzca una invasión estadounidense contra Cuba?
Aunque se amenaza permanentemente con ella, ojalá que no se produzca la agresión armada. En cualquier caso muchos pueblos están demostrando que un país puede ocuparse, pero que otra cosa bien diferente es gobernarlo y administrarlo. Esto sucedió antes en Vietnam y hoy lo estamos viendo en Iraq. Por esta razón quiero dejar claro, que pueden tener confianza en nosotros porque resistiremos.
Después de tantos años de agresiones contra Cuba, ¿qué tienen de novedoso las recientes medidas que acaba de adoptar el Gobierno de Bush?
Tienen mucho de novedoso, por ejemplo las remesas de dólares que los cubanos emigrados en EE.UU enviaban a sus familiares en la isla se reducen a la mitad. Los viajes que estas personas podían realizar a Cuba se limitan a uno cada tres años; así como el dinero que pueden gastar allí, que no puede sobrepasar los 50 dólares diarios, una cantidad que no es suficiente para cubrir los gastos de transporte, alojamiento, alimentación y demás que requiere alguien que visite el país. También está la amenaza que supone tener un avión volando permanentemente frente a nosotros para transmitir la señal de una radio y una televisión contrarrevolucionarias, cuando actualmente ya hay 2000 horas semanales de radio contra Cuba. Las novedades se ven también en numerosas restricciones y acciones adicionales que pretenden asfixiar al pueblo y a la sociedad cubana para intentar que la Revolución se rinda, cosa que no va a suceder.
¿Es posible que estas medidas que acaba usted de resumirnos puedan resultar impopulares para la emigración cubana en Estados Unidos, incluidos algunos sectores de Miami?
Por supuesto, son medidas tan brutales que a muchos les resultan impopulares. A ningún hombre racional le puede gustar que, salvo una vez cada tres años, le prohíban viajar a su país y ver a su familia.
Un año después de aquellos fusilamientos que tanta polémica y tantas críticas generaron contra Cuba, ¿Cómo evalúa la gestión de la crisis que el Gobierno cubano realizó en ese momento?
No nos gusta la pena de muerte, pero nos vimos obligados a tomar esa decisión por las amenazas y las circunstancias que se produjeron en aquel momento y que tantas veces explicamos. Hay que decir también que el delito que se castigó no fue el deseo de emigrar a Estados Unidos, sino un brutal acto de secuestro que se sancionó tal como está tipificado en el Código Penal. Aquellas personas no eran simples ingenuos que querían emigrar, ya que tenían amplios antecedentes delictivos. Eran asaltantes, secuestradores y terroristas que con armas en la mano secuestraron una embarcación y tomaron como rehenes y amenazaron de muerte a sus tripulantes y pasajeros para llegar a EE.UU.
¿Cómo considera la posición que en los últimos tiempos está manteniendo la Unión Europea con respecto a Cuba?
La considero negativa, injusta, arbitraria y alineada con EE.UU, de lo cual los norteamericanos se enorgullecen y se sienten muy satisfechos. La considero absolutamente injusta porque nos miden de modo desfavorable con un rasero distinto al de otros países y situaciones que presentan casos mucho más graves que los nuestros, pero contra los que no se hace nada. Están ensañados con la Revolución cubana.
¿Existen posibilidades de que esta situación cambie a corto plazo?
Eso depende de la Unión Europea, no de nosotros.
Y aquí en concreto, en el Estado español, ¿Cree que el cambio de Gobierno servirá para mejorar las relaciones diplomáticas con la República de Cuba? ¿Vislumbra algún cambio?
No tenemos ninguna información de momento. Hasta donde conocemos el Gobierno español no ha tomado ninguna decisión y hay que esperar para saber que va a ocurrir.
Durante su estancia en Andalucía usted ha tenido la oportunidad de compartir su tiempo con distintos partidos y asociaciones que apoyan a la Revolución cubana, ¿cómo ha visto al movimiento de solidaridad con Cuba que tenemos aquí?
Firme, sólido, bueno, entusiasta y solidario de verdad. Los saludo y, a través de la revista ‘Tiempo de Cuba’, les envío un cálido saludo y agradecimientos.
¿Cuál es el principal reto al que aspira la Revolución cubana en el futuro?
Procurar cada día un mundo más justo para sus ciudadanos. Ese mundo más justo puede lograrse como ha dicho recientemente Fidel en sus discursos, y lo seguiremos buscando garantizando la educación, la salud pública, el trabajo para todos y defendiendo la soberanía de la patria.
Y ya para terminar, nos gustaría saber su valoración acerca de las nuevas generaciones revolucionarias y de los nuevos dirigentes jóvenes que se están consolidando en Cuba.
Yo fui más de veinte años ministro de educación, por lo que creo en los jóvenes. Deben ser más firmes y estar más preparados que sus mayores, ser mejores que nosotros en general. Estoy seguro de que sabrán defender las conquistas que a lo largo de tantos años y a costa de sangre y sacrificio ha alcanzado el pueblo de Cuba. Ellos las sabrán defender para ellos y para las nuevas generaciones que vengan después.