El ex presidente estadounidense Jimmy Carter comenzó este lunes una visita de tres días a Cuba que genera esperanzas de una solución humanitaria al caso de su compatriota Alan Gross, condenado a 15 años de prisión imputado de atentar contra «la independencia o la integridad territorial del Estado». Carter, quien gobernó Estados Unidos de 1977 […]
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter comenzó este lunes una visita de tres días a Cuba que genera esperanzas de una solución humanitaria al caso de su compatriota Alan Gross, condenado a 15 años de prisión imputado de atentar contra «la independencia o la integridad territorial del Estado».
Carter, quien gobernó Estados Unidos de 1977 a 1981, «es la personalidad más importante de su país que llega a la isla en más de medio siglo y conocerá de manera directa, sin intermediarios, como fue el proceso llevado a cabo contra Gross», comentó a IPS el académico Esteban Morales, investigador especializado en el estudio de las relaciones entre La Habana y Washington.
En ese sentido, el experto consideró que ese caso podría estar en el primer plano de las conversaciones que el visitante sostendrá este martes con el presidente de Cuba, Raúl Castro, y otras autoridades. «Washington ha dicho que un avance hacia mejores relaciones depende de que se resuelva la situación de Gross», recordó.
Morales agregó que la ocasión es también propicia para que Carter conozca «de primera mano» la situación de los cinco cubanos presos en Estados Unidos desde hace más de 12 años, la cual definió como un problema de derechos humanos que el presidente del país norteño, Barack Obama, podría resolver con el indulto.
«Carter es una personalidad de prestigio, ética, correcta y la más indicada para hacerle comprender a Obama esa situación y la importancia que tiene. Solucionar ese caso beneficiaría la imagen interna y externa de Estados Unidos», consideró el experto.
Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 y condenados a severas penas de cárcel, acusados de conspiración para cometer espionaje. A uno de ellos (Hernández) se le imputó el cargo de conspirar para cometer asesinato.
Gross, contratista de la estatal Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), fue arrestado en diciembre de 2009, cuando intentaba regresar a su país por vía aérea, tras finalizar su quinto viaje a Cuba en nueve meses. Las autoridades cubanas sostienen que hacía llegar tecnología da comunicación satelital a opositores.
Según Estados Unidos, Gross es una persona de «buena voluntad», que ha ayudado a mucha gente en el mundo y cuya actividad en Cuba se limitaba a entregar computadoras y celulares a organizaciones judías para mejorar sus condiciones de comunicación y acceso a la información.
Las expectativas en torno a eventuales gestiones de Carter en favor de este ciudadano de su país de 61 años crecieron luego de conocerse que el primer punto de su agenda habanera incluyó visitar una comunidad hebrea del barrio habanero El Vedado. Pero cuando fue consultado sobre el tema, el ex mandatario se limitó a responder que lo haría «en la conferencia» de prensa.
A su vez, Adela Dworin, presidenta de la comunidad hebrea visitada por Carter, optó también por la discreción y aseguró que en el encuentro no se habló de política.
En declaraciones de prensa el año pasado, Dworin y otros líderes religiosos deslindaron a la comunidad judía de las actividades relacionadas con Gross.
Durante la jornada vespertina, Carter y su comitiva también fueron recibidos por el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, en un encuentro que se prolongó cerca de una hora y fue considerado «positivo» por el purpurado.
«El señor Carter manifestó al cardenal Ortega su complacencia por el proceso de diálogo que conduce la Iglesia Católica en Cuba con el gobierno del presidente Raúl Castro Ruz, uno de cuyos resultados ha sido la excarcelación de más de cien prisioneros cubanos», dijo una nota de prensa del arzobispado.
Según el reporte, esta es la «primera ocasión en que ambas personalidades se encuentran». El ex mandatario visitó Cuba en mayo de 2002, invitado por el entonces presidente cubano Fidel Castro, quien lo recibió y despidió en el aeropuerto y acompañó a buena parte de sus recorridos de una semana.
Aunque no figura en el programa entregado a la prensa extranjera por la cancillería, se considera altamente probable que realice una visita de cortesía al líder cubano, quien enfermó gravemente en julio de 2006 y se alejó de todos sus cargos públicos.
Morales consideró muy importante que Carter pueda obtener de sus conversaciones en Cuba una visión certera y actualizada de la situación interna de este país, incluido las reformas económicas puestas en práctica y las que se prevé implementar.
Recordó que durante su administración se instalaron en Washington y La Habana sendas Secciones de Intereses, encargadas de representar a cada nación ante su contraparte, y se permitieron los viajes a Cuba de los inmigrantes cubanos en Estados Unidos.
Sin embargo, las tensiones se intensificaron nuevamente hacia fines del mandato de Carter, cuando en 1980 más de 125.000 residentes cubanos partieron en lanchas por el puerto de Mariel rumbo al sudoriental estado estadounidense de Florida.