Traducido del inglés para Rebelión por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.
Dependiendo de cómo responda Netanyahu a la operación de la resistencia palestina que mató a dos soldados israelíes, Gaza podría vivir pronto el retorno a la guerra total.
Con pasos rápidos y sin hacer ruido Gamal, de 19 años, regresaba a las 6 de la mañana del sábado a su casa en el pueblo costero de Al-Zwaida en el centro de Gaza después de otra noche de vigilancia en el frente este del campamento de refugiados de Al-Maghazi. El campamento está ubicado frente a su pueblo hacia el este, cerca de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel. Como otros miles de miembros de Ezzeddin Brigadas Al-Qassam, el ala militar de Hamás, Gamal ayuda a proteger la frontera oriental en Gaza, pasando las noches de vigilancia y transmisión de cualquier movimiento por parte del ejército israelí.
Hay varios turnos de vigilancia durante todo el día. El viernes un grupo de vigías de las brigadas Al-Qassam avistó una unidad israelí de operaciones especiales dentro de la frontera, al este de Khan Younis, en el sur de Gaza. Se produjo un tiroteo que dio como resultado la muerte del líder de la unidad israelí, cuyo rango era el de comandante, de un soldado y otros cuatro heridos. A pesar de que varias facciones palestinas se atribuyeron la responsabilidad de la operación, los observadores de asuntos palestinos están de acuerdo en que el autor fue Hamás.
Esta ha sido la primera operación de combatientes de la resistencia palestina desde el final de la guerra en Gaza que ha tenido lugar en el corazón de Gaza, no dentro de Israel o en la frontera. También vino a raíz de una creciente demanda de respuesta a las políticas de Israel de la colonización y judaización de Cisjordania y Jerusalén. Más recientemente el Primer Ministro israelí decidió añadir las mezquitas de Hebrón y Bilal a la lista de lugares del patrimonio judío, y algunos creen que éste es motivo suficiente para una tercera Intifada palestina. Al mismo tiempo, el incidente se produjo poco después de que una legendaria figura de Hamás, Mahmoud Al-Mabhouh, fuera asesinado en Dubai por el Mosad israelí, al que siguieron promesas de venganza por parte del movimiento de resistencia palestino.
Salah Al-Bardawil, un importante miembro de Hamás, dijo que la operación al este de Khan Younis demuestra que a pesar de los esfuerzos por minar a Hamás, especialmente las acusaciones de que ha abandonado los métodos de resistencia, el grupo es el más capaz de entre las facciones palestinas de ocasionar daños a la ocupación utilizando recursos militares y humanos de forma creativa. «Hay indicios de que miles de partidarios de Hamás se dirigieron a la casa del mártir Al-Mabhouh para informar a su familia de que la operación fue para vengar su muerte», dijo Al-Bardawil al semanario Al-Ahram Weekly. «Hamás prometió que respondería a su asesinato, y eso es todo».
El líder de Hamás considera que la operación fue «un fuerte golpe para una camarilla dentro de Fatah que en repetidas ocasiones afirmó que Hamás estaba actuando como Fatah en Cisjordania al reprimir y ahogar la resistencia». Al-Bardawil añadía que, «los líderes de esta pandilla están avergonzados y molestos, y ni uno solo de ellos ha hecho ninguna declaración después de que la operación demostrara la falsedad de todas sus afirmaciones».
A raíz del incidente, la cuestión apremiante en Gaza es ahora si esto marca un cambio cualitativo respecto a las condiciones en Gaza y pone fin a la tregua tácita que ha prevalecido hasta el momento. Roni Daniel, corresponsal militar para el Canal 2 de Israel, informó de que aunque el ministro de Defensa israelí Ehud Barak admite una respuesta militar a la operación, insiste en que esto no debe degenerar en una guerra total del alcance de la última guerra israelí contra Gaza. Daniel agregó que fuentes cercanas a Barak declararon que, «mientras Hamás no lance misiles y se conforme con explosivos, entonces la respuesta de [Israel] se mantendrá limitada a objetivos específicos en Gaza».
Mientras tanto varios generales del ejército han llamado a continuar con la política de seleccionar dirigentes y activistas de grupos de la resistencia para asesinarlos. Esto apuntalaría el poder de disuasión de Israel, que ha disminuido últimamente, según el alto mando militar. La página hebrea del periódico Maariv citó a Zvika Fogel, comandante de artillería en el comando del sur de Israel, diciendo que la calma que prevaleció después de la última guerra permitió que Hamás se vuelva más fuerte, lo cual dio como resultado el último incidente.
«La respuesta de Israel es bien conocida por los grupos palestinos: atacar los depósitos de armas y los túneles de Rafah», dijo Fogel a Maariv. «Pero estos métodos ya no disuaden a estas organizaciones». Dijo que el ejército debe cambiar su política para hacer frente a la escalada por parte de los grupos palestinos, es decir que los objetivos vitales ahora deben ser cuidadosamente seleccionados y conviene precisar los asesinatos a llevar a cabo contra los líderes de grupos. Fogel afirmó que esto había sido una política exitosa en el pasado y ayudó a disuadir a la resistencia palestina. «A esos líderes hay que acosarlos y enviados bajo tierra, y que no tengan la oportunidad de moverse ni operar», añadió.
Mientras tanto el ministro israelí de Finanzas, Yuval Steinitz, amenazó con que se podría volver a ocupar Gaza y acabar con el régimen de Hamás. «Israel no puede permitir que Hamás se rearme con misiles de largo alcance», dijo Steinitz a Radio Israel. «Puede que Israel tenga que volver a ocupar Gaza y poner fin al control de Hamás si no tiene otra opción.»
Es destacable el hecho de que la oposición de Israel también apoya la idea de responder al incidente. El ex ministro de Seguridad Interna, Avi Dichter, uno de los principales miembros del opositor Partido Kadima, cree que el principal dilema al que se enfrenta Israel es Gaza, no Jerusalén. «La situación estratégica es cómo destruir la infraestructura terrorista que Hamás está construyendo en Gaza con la ayuda de Irán», opinó Dichter. Si la Autoridad Palestina es incapaz de poner fin a la misma con la ayuda de los estados árabes, Israel debe hacerlo por sí mismo», dijo.
Muchos observadores en Gaza, Cisjordania e Israel creen que Israel está determinado a responder a la escaramuza del viernes, y de momento, se está discutiendo. Amos Harel, comentarista político del periódico Haaretz, argumentó que la operación fue el primer desafío real a la seguridad para el Primer Ministro Benjamín Netanyahu desde que llegó al poder hace un año. Al igual que otros dirigentes de la derecha, Netanyahu afirma que él es el más capaz para enfrentarse a los retos de la seguridad.
Harel explicó que la respuesta de Israel sería dictada por una serie de factores que Tel Aviv no puede ignorar. Aunque Netanyahu está dispuesto a responder, teme que una operación militar a gran escala ponga fin a la relativa calma en los asentamientos del sur de Israel. El Primer Ministro ha afirmado que esta tregua es una clara evidencia de que la última guerra tuvo éxito en el logro de sus objetivos. Harel señaló que el enfrentamiento del viernes se produjo en momentos en que las relaciones entre Netanyahu y el presidente de los EE.UU., Barack Obama están en un punto crítico debido a la continua construcción de colonias de Israel. Netanyahu es consciente de que una nueva guerra en Gaza requiere un apoyo de Washington y una cobertura internacional que no está disponible por el momento.
Los observadores israelíes también afirman que Netanyahu cree que la cuestión más fundamental que hay que abordar durante su mandato es la capacidad nuclear de Irán, y que no se deben desperdiciar tiempo y esfuerzos en cualquier otro asunto. Mientras tanto están las implicaciones del informe Goldstone acompañadas del desplome del prestigio de Israel en el escenario mundial. Sin embargo otros observadores sostienen que las razone políticas y estratégicas no son los únicos factores que influyen en la conducta de Israel bajo Netanyahu. Habitualmente trata de apaciguar a los extremistas de su coalición gubernamental, incluso a expensas de los intereses de Israel, como se demostró en la última debacle con EE.UU.
En cualquier caso parece que Gaza pronto podría ser testigo de una grave escalada. Cualquier respuesta por parte de Tel Aviv a la última operación de la resistencia podría obligar a los combatientes palestinos a iniciar el lanzamiento de nuevos cohetes hacia Israel, lo que podría desembocar en una guerra total.