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La reinvención de la resistencia en el Medio Oriente

Fuentes: TeleSur

El pueblo libanés ha dicho No al colonialismo israelí, y ha logrado mantener su posición. Esto al contrario de otros países de la región que sometieron a sus pueblos, haciéndolos incluso cómplices de la presencia y los crímenes cometidos diariamente por la entidad sionista en el Medio Oriente.

El 14 de agosto Líbano celebra la Victoria, en conmemoración a la guerra de 2006, en la que Israel reconoció su fracaso ante el Líbano. Además, esta fecha cambió totalmente el panorama del Medio Oriente y la correlación de fuerzas.

Los pueblos recuperaron su esperanza, se planteó un nuevo modelo de lucha, y se cayó el mito de que Israel era el poder invencible en la región.

A esta victoria, le precedieron otras tantas, siendo las más importantes la del retiro de la ocupación Israelí del sur del Líbano en el año 2000 y la del intercambio de prisioneros en el 2004. Esta nueva tendencia del éxito de la resistencia ha convertido al pueblo libanés, y específicamente a su resistencia Hezbolá, en símbolo de dignidad, valentía, sinceridad, disciplina y preparación.

Ha convertido a un grupo de soñadores de libertad, un grupo de aventureros de la dignidad, en hacedores de justicia a cualquier precio, dando la vida si es necesario.

El éxito de la resistencia islámica libanesa se convirtió así en un fenómeno digno de ser estudiado e investigado. Es así como surgió, desde el Centro para el Conocimiento y la Integración Al Maaref, ubicado en Beirut, la idea de realizar encuentros permanentes entre distintos sectores, movimientos, analistas, pensadores, partidos, para dialogar en torno a la idea de resistencia desde la diversidad y el pluralismo.

Su objetivo es dibujar, retratar, describir las acciones de la resistencia, su historial, valores, bases, tendencias, desde distintos puntos de vistas; y a partir de esa experiencia, con la ayuda de investigadores, analistas, activistas, desarrollar la ideología o el pensamiento de la resistencia.

Es decir, ir de la acción, la experiencia, a la elaboración del conocimiento, tomando como base lo concreto, vivido, palpado. La idea es no dejar perder ningún detalle de esta experiencia y que esta pueda enriquecerse y renovarse, al estar en contacto con otras experiencias de resistencia.

A largo plazo, este encuentro permanente podría sentar las bases de una plataforma de resistencia global, en la que estarían incluidos, además de los movimientos de la resistencia iraquí, palestina, turca, iraní, libanesa, siria, movimientos de otros continentes, y muy especialmente del sur de la América Nuestra.

Continente donde el colonialismo masacró a los pueblos autóctonos, borrando su cultura y su dignidad, pero lugar también en el que los pueblos se levantan y dicen «Basta Ya», «No al Colonialismo», «No al Racismo», «Sí a la Dignidad», «Sí al Pueblo», «Sí a nuestra más preciada Hermana Bolivia con su digno pueblo heroico e infinitos saberes», «Sí a nuestro Presidente Evo Morales», «Sí al Poder Popular Organizado», «Sí a las comunidades Wayú de la Sierra de Perijá que sacrifican sus vidas por proteger su medio ambiente, por garantizar su supervivencia», gritando «No al Carbón», «No a las Corporaciones», «No a la Muerte», «Sí a la Vida».

No son distintas las razones por las que se movilizan nuestros pueblos. Hay una consciencia de una situación real de opresión, de la cual la comunidad internacional es cómplice. Los gobiernos se ven prácticamente atados e incapaces de garantizar la dignidad de los pueblos, así que las mismas comunidades se organizan y desarrollan sus formas de resistencia según sus particularidades.

Encuentro Permanente de la Resistencia

El Encuentro Permanente de la Resistencia parece ser el espacio ideal para fortalecer y articular las experiencias de resistencia a nivel global.

El director y fundador de este encuentro, el Sheikh Shafik Yaradi, explica que hay que desarrollar la consciencia de una resistencia plural, fortaleciendo las formas de lucha, pero sin imponer lineamientos, creencias ni ideologías.

«Por ejemplo, la resistencia islámica libanesa es plural, y no abarca necesariamente movimientos islámicos, también hay patrióticos y nacionalistas», expresa, al agregar que lo que importa es la claridad en la causa, y no las creencias o particularidades de cada quien.

El Sheikh Shafik Yaradi relató que la liberación del sur del Líbano en el año 2000, revivió el pensamiento de unidad árabe que había antes en los pueblos.

«Antes los pueblos árabes soñaban con la unión de sus países en torno a la causa palestina. Los partidos dejaban sus conflictos y visiones particulares, y hablaban en función de todos los pueblos árabes. La causa Palestina, el Qods, se convirtió en símbolo de fortaleza y rechazo al enemigo, símbolo de unión de los pueblos en rechazo a la opresión y el colonialismo en la región», comenta.

Agrega que esto no perduró, porque luego los partidos empezaron a enfocarse en sus asuntos particulares y olvidaron el proyecto común.

«Cada vez que se planteaba el proyecto de unidad, fracasaba, se caía». Una de las razones de esto, según Yaradi, es que no había acciones conjuntas de los pueblos, ejércitos y gobiernos, en torno a la causa palestina. Se hizo a un lado al enemigo israelí, y hubo sometimiento y complicidad de muchos gobiernos árabes ante la presencia israelí en la región.

Explica Yaradi que aunque la resistencia islámica del Líbano está basada en la causa árabe e islámica, o en una causa más bien humana, al mismo tiempo está limitada a los asuntos del Líbano. «Sin embargo, vimos que los pueblos empezaron a asimilar la idea de la resistencia, y la asumieron como propia. La causa volvió a estar presente. Renacieron sentimientos e ideales que se habían olvidado».

La receptividad de la resistencia islámica del Líbano fue masiva en los pueblos árabes e islámicos. «Se nos ocurrió que normalmente los partidos elaboraban proyectos y planes de lucha desde una visión particular y los planteaban como la única vía posible. Quienes compartieran la causa con ellos, y querían participar en la lucha, debían alinearse a un pensamiento particular». Explica Yaradi que por eso fracasaban o no gozaban de la receptividad en las distintas comunidades.

En el Encuentro Permanente para la Resistencia se aborda el tema desde distintos puntos de vista, con miras a la integración, enriquecimiento e inclusión.

Explica el Sheikh Shafik Yaradi, que en el caso de la resistencia islámica del Líbano, no hay un pensamiento particular para imponer a los otros, sino una causa de liberación y una vía de resistencia. «Hubo acciones de resistencia que dieron forma a la idea de la resistencia. Esto permitió la discusión sobre una experiencia palpable, y permitió la profundización, integración y pluralismo, manteniendo la causa.»

De esta forma, se empezó a crear conocimiento sobre la resistencia, sus victorias, sacrificios y valores para determinar cómo está conformada, cuál es su realidad y qué es lo que le espera. La idea es integrar criterios, investigaciones, análisis, aportes en torno a la resistencia. Por ejemplo, el primer encuentro fue dedicado a la guerra del verano del 2006. De allí surgió un libro llamado La Victoria.

Luego se realizó un libro sobre los Valores de la Resistencia. «Allí resaltamos la forma en la que la resistencia trataba a los prisioneros israelíes: como seres humanos, con honor y respeto, a pesar de que eran enemigos. Mientras que los israelíes trataban a nuestros prisioneros y mártires como números, cosas, no como seres humanos.

Otro tema de inspiración, fue la postura de humildad de la resistencia ante la soberbia de Israel. «Pensamos que si somos sinceros, valientes, fuertes, preparados, podemos lograr la victoria. Por eso profundizamos el tema de los valores», explica Yaradi.

Opina Yaradi que luego de la guerra del verano de 2006, se debería empezar a tomar a la resistencia como una realidad presente y necesaria para la construcción de un proyecto de nación. En ese entonces, se empezó a acusar a la resistencia islámica del Líbano, de querer imponer un país islámico.

Entonces realizaron un encuentro en el que revisaban las posibles alianzas entre la resistencia y el proyecto de nación, y en el que se desmintió la idea de que es necesario para los musulmanes conformar una nación islámica, sino que pueden vivir en naciones y espacios de diversidad. También se discutió sobre si es posible contar con un proyecto de nación, sin una resistencia que lo respalde.

Reitera Yaradi que la resistencia actual se basa en el islam, pero que esto no le impide ser una resistencia nacional. «La causa que representa, es la de un proyecto nacional. Si mi religión me exige rechazar la opresión y la injusticia, y me exige formar parte de un proyecto común de nación, de defensa del pueblo, del suelo. Entonces, no hay contradicción entre ser patriota o ser religioso. No hay duda de lo que somos. Somos una resistencia islámica patriótica».

Historia de la Resistencia

Recuerda Yaradi, que la zona en la que nació la resistencia, el Sur del Líbano, es de mayoría chií, por lo que ahora la mayoría que integra la resistencia es chií. Sin embargo, hay chiíes en contra de la resistencia, y también hay grupos de otras religiones, que han participado activamente en la resistencia. «Por ejemplo, Las Fuerzas del Alba, de Saida (Sidón), realizaban acciones de resistencia en alianza con Hezbolá, aunque eran un movimiento de musulmanes suníes», asegura Yaradi.

Relata que en la historia de la resistencia, hubo muchas personas que la apoyaron, pero no todos estuvieron dispuestos a ceder, ni a dar, ni a sacrificar de los suyos. «Hay una diferencia, entre querer estar para imponer protagonismo y condiciones, o querer luchar realmente». Recuerda que también hay muchas personas independientemente de sus creencias, que están dispuestas a dar su vida por la causa. Por ejemplo Samir Al Quintar, considerado símbolo de la resistencia.

Para Yaradi, la conciencia religiosa es importante, pero más importante es la preparación y la manera de luchar contra el enemigo. Recordó que la historia de las religiones está llena de acciones de resistencia, y que el islam chií ha desarrollado la consciencia de la lucha por la justicia. «Está el Imam Husein, nieto del profeta Muhammad, la paz sea con él, considerado el Señor de los Mártires; y el Profeta Muhammad y el Imam Ali, quienes comandaron las batallas y lucharon arriesgando sus vidas, en oposición a la opresión.»

Explica Yaradi que la resistencia reconoce la importancia de las religiones en general para fortalecer la conciencia de la resistencia. Según él, en la religión hay muchos incentivos e indicios de que el pueblo puede impedir la opresión. «Por ejemplo, ante la fuerza y el poder de los gobiernos opresores, como el de Estados Unidos, la religión nos dice que el poder de Dios es lo más fuerte, lo más grande. Si hubiese conciencia de esto, nos habríamos enfrentado a Estados Unidos sin problema».

Yaradi explica que la resistencia es la acción que rechaza la ocupación, la opresión, la injusticia y que defiende al pueblo, aunque sea usando las armas, y sacrificando sus vidas; por lo que cada pueblo resiste desde su espacio. «Sinceramente, consideramos que el enemigo, a nivel mundial, es el poder de Estados Unidos e Israel».

Asegura Yaradi que Venezuela es una nación de resistencia, porque rechaza de frente las situaciones de ocupación y opresión, y mantiene una posición fija al respecto. «Esperamos poder hacer algo en conjunto con Venezuela. Considero que la experiencia de Venezuela es fundamental, y debemos conocerla. No cabe duda, que en lo relacionado a la expresión de la resistencia ante los Estados Unidos, el símbolo central es Venezuela».

El próximo encuentro será en el 2009. Estará dedicado a la Resistencia y la Consciencia. ¿Cómo la resistencia se convierte también en una lucha por la conciencia y la victoria?

Para mayor información, ver www.resist-con.org o escribir a [email protected]