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La represión institucionalizada

Fuentes: Rebelión

Hace pocos días hemos conocido dos noticias muy preocupantes para quienes en nuestra ingenuidad pensamos que en este país la Ciudadanía aún tiene derechos imprescriptibles respaldados por la Ley. Una tiene alcance nacional, la otra local. La primera refleja el temor de Amnistía Internacional a que España llegue a los niveles de represión social alcanzados […]


Hace pocos días hemos conocido dos noticias muy preocupantes para quienes en nuestra ingenuidad pensamos que en este país la Ciudadanía aún tiene derechos imprescriptibles respaldados por la Ley. Una tiene alcance nacional, la otra local.

La primera refleja el temor de Amnistía Internacional a que España llegue a los niveles de represión social alcanzados por Ucrania, Turquía y Rusia. En la segunda, gracias a la información de Cordópolis nos enteramos que numerosos activistas cordobeses están recibiendo notificaciones de multas por participar en actos de protesta o repartir octavillas denunciando la situación de emergencia política, social o económica y que para hacer más visible el problema y recaudar fondos que ayuden a l@s arbitrariamente sancionad@s se celebrará el domingo 27 de Abril una fiesta Antirrepresiva en el Rey Heredia.

La denuncia no es nueva. Hace año y medio dejamos constancia por escrito («Las multas gubernativas») de la indisimulada querencia de la Subdelegación cordobesa de Gobierno a reprimir cualquier intento de contestación a los desmanes.

El incuestionable perfil ideológico de derecha extrema y rancia, común a todos los mandamases locales del PP, está provocando una paradójica situación: mientras que en la zona peatonal Tendillas /Cruz Conde se pueden instalar sin problema alguno tenderetes que ofrezcan banderitas rojigualdas (aunque lleven el aguilucho franquista), mesas petitorias de todo tipo, incluyendo las que intentan colocar pegatinas de la Agrupación de Hermandades en Semana Santa y repartir a discreción publicidad de bares, comercios, tiendas de telefonía… te arriesgas sin embargo a recibir una sanción que llega a tu casa el día menos pensado por haber tenido la desfachatez de -ejerciendo el derecho, hoy presunto, a la libertad de expresión- repartir octavillas en las que informas a los cordobeses sobre los verdaderos culpables de esta crisis inducida.¡Al hacerlo estás cometiendo un delito!

En esta ciudad puedes cortar cuando se te antoje una calle. O ralentizar el tráfico si te viene bien. Pero para hacerlo debes llevar como salvoconducto una talla religiosa o portar un trono. No lo intentes con la fútil excusa de pedir vivienda o trabajo dignos.

El entramado de leyes que el Partido Popular ha tejido desde su llegada al poder absoluto -con la aquiescencia y silencio cómplice en la mayoría de las ocasiones de su pareja de baile del Sistema Juancarlista -está configurando un paisaje político muy peligroso, cada día más parecido a una dictadura de «baja intensidad».

Las intenciones futuras del PSOE acaban de quedar meridianamente claras con la última perla de la cabeza de lista a las Europeas sra.Valenciano («Los trabajadores alemanes agradecen que el SPD pactara con Merkel»), así que es de ilusos esperar una mejora que nos venga por la vía del Bipartidismo.

Ya sufrimos diariamente las decisiones políticas de unos dirigentes que encarnan a la perfección el ideal de la Gran Bretaña victoriana de «vicios privados, públicas virtudes». Ya sabemos la falsedad del soniquete,»Etica, respeto a la Constitución y respeto a la Ley«. Al pregonarlo clavan el dicho popular «Díme de lo que presumes y te diré de lo que careces».

Delante de los ciudadanos de a pie hoy se abren dos caminos. Merece la pena pararnos un momento para decidir «¿Qué hacemos? ¿Cogemos el de la Derecha y, amedrentados, entregamos la cuchara? ¿O cogemos el de la Izquierda y combatimos?». Puestos en la tesitura y aunque sólo sea por Estética, resulta más atractivo el rótulo que señala «luchar de pie». Aunque al final terminemos de rodillas porque nos venzan, en el subtitulo tendrán que poner «pese a ellos» o, como tanto gustaba a los abuelos de los actuales mandatarios «por desafectos al régimen». Al menos el tortuoso recorrido lo haremos bien acompañados. Por la Acampada Dignidad, Stop Desahucios, Marchas, Mareas, creyentes de base, laicos consecuentes, gentes honradas sin etiquetas…

Eso sí, como los que intentan obligarnos a pacer y quieren exterminar a las ovejas negras, son de pluma fácil a la hora de sancionar a discreción, el camino lo haremos cargados de multas. Las suficientes, diría el castizo, para alicatar tres cuartos de baño.

Juan Rivera. Colectivo Prometeo/ FCSM

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.