En la lectura de la tragedia y el sometimiento de la ocupación estalló el leit motiv de la Intifada (rebelión popular) el 8 de diciembre de 1987, surgiendo desde los escombros como un Ave Fénix para imponer la piedra de la liberación por sobre los tanques de la ocupación. Es verdad que el precio fue […]
En la lectura de la tragedia y el sometimiento de la ocupación estalló el leit motiv de la Intifada (rebelión popular) el 8 de diciembre de 1987, surgiendo desde los escombros como un Ave Fénix para imponer la piedra de la liberación por sobre los tanques de la ocupación. Es verdad que el precio fue muy alto y la sangre palestina bañó las llanuras. El propio Departamento de Estado de los Estados Unidos, reconoce en 1988: «Numerosas muertes y heridas evitables fueron causadas por los soldados israelíes…Los soldados del ejercito israelí utilizaron garrotes para quebrar extremidades y golpear a palestinos que no estaban involucrados en disturbios…». En este sentido, vale recordar que Israel es el único país del mundo que la tortura esta legalizada por su Tribunal de Justicia.
Con el peso del dolor y la fortaleza del honor, en 1987 el pueblo palestino recobró su dignidad y su nombre. En 1948, para la comunidad internacional la cuestión palestina, era solo un caso de «refugiados». En 1965 cuando la resistencia palestina tomo legítimamente las armas en defensa de su autodeterminación fue llamada injustamente «terrorista» . Gracias a la fuerza de la Intifada, quien desenmascaró definitivamente el rostro israelí de la ocupación y el terrorismo de estado, el mundo los volvió a llamar por su nombre: «Palestinos».
La agresiva política israelí fue esbozado intelectualmente por el Nóbel de Literatura portugués José Saramago, quien equiparó el «sufrimiento judío en manos de los nazis, con el sufrimiento palestino en manos de los israelíes».
Extracto del Ensayo «Diagnostico de Palestina (2002)» por el embajador Suhail Hani Daher Akel
http://www.suhailakeljerusalem.com/diagmosticoesp.htm