El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, anunció ayer su intención de proceder al adelanto de las elecciones presidenciales y legislativas, cuando todavía no se ha cumplido ni un año de la victoria de Hamas. La medida, saludada por Israel, se produce en un contexto de creciente tensión en Palestina y ha […]
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, anunció ayer su intención de proceder al adelanto de las elecciones presidenciales y legislativas, cuando todavía no se ha cumplido ni un año de la victoria de Hamas. La medida, saludada por Israel, se produce en un contexto de creciente tensión en Palestina y ha sido rechazada por todas las formaciones excepto por Al Fatah.
«Es un derecho constitucional. Puedo hacerlo cuando quiera», subrayó el presidente , durante un esperado discurso de carácter político, en la sede de la Presidencia, en Ramala. Abbas explicó que él firmó el decreto para la formación del Gobierno, tras el triunfo de Hamas en las legislativas del pasado enero, y que, por tanto, puede «cesarlo». «El cese del Gobierno no es como (el ministro de Exteriores) Mahmud Zahar dijo, una fórmula para la guerra civil. No me asustan», agregó.
El mil veces adelantado anuncio de Abu Mazen fue recibido entre los aplausos de decenas de sus simpatizantes que asistían al discurso. «Decidí convocar elecciones presidenciales y legislativas. Volvamos al pueblo, a escuchar su palabra, y dejémosle ser el juez», dijo. El presidente explicó que tratará con la Comisión Electoral Central la manera de que los comicios se celebren «lo antes posible».
Entretanto, un ayudante del presidente, Yaser Abed Rabbo, indicó poco después que la fecha de las elecciones se fijará en el plazo de una semana, y que la cita con las urnas será en un plazo de tres meses. Inmediatamente después, cientos de personas salieron a las calles de la ciudad cisjordana de Nablús para celebrar el anuncio, con disparos al aire y gritos de apoyo a su presidente. «Abu Mazen, vamos, vamos, estamos contigo hasta la liberación», coreaban sus simpatizantes, refiriéndose a Abbas por su nombre de guerra.
«Intento de golpe de Estado»
El Gobierno de Ismail Haniyeh (Hamas) reaccionó también de manera rápida, con un comunicado en el que calificaba de «intento de golpe de Estado» la convocatoria. Además, un diputado del movimiento de la resistencia islámica, Mushir al Mashri, aseguró que se trata de una «medida ilegal».
El movimiento islamista, que arrasó en las elecciones de enero, ha puesto en marcha una gran demostración de fuerza en las calles para «dejar claro al presidente que tenemos la mayoría y que no se puede aceptar esta convocatoria electoral», en palabras de Ahmed Yussef, asesor político del primer ministro Ismail Haniyeh.
Miles de personas salieron ayer a la calle en las poblaciones de la franja de Gaza para protestar contra la decisión del presidente. «Abu Mazen, espía», «De Dahlan al presidente, nuestra autoridad palestina es una autoridad de colaboradores» y «No y cien veces no a las elecciones anticipadas», corearon los manifestantes en la ciudad de Gaza. En Rafah y en Jan Yunes, los manifestantes se encontraron con los partidarios del presidente, con efectivos armados en ambas partes. Los choques dejaron un mínimo de dieciocho heridos.
Ahmed Yussef, desde la cama del hospital donde se recupera de las heridas que sufrió durante el atentado contra Haniyeh del pasado jueves por la noche en Rafah, informó de que el Gobierno se plantea luchar contra la convocatoria también en el plano jurídico.
Lo que parece descartarse, al menos por ahora, es que las milicias islamistas vayan a contribuir a tensar más la situación, en sintonía con las palabras de Jaled Meshaal, exiliado en Damasco, que llamó a mantener la calma. «Ofrecemos a nuestros mártires para luchar contra el enemigo sionista, no para participar en una guerra civil», manifestó a France Presse Abu Obeida, portavoz de las Brigadas de Ezzeddin al Kasam.
Rechazo de la izquierda
Dirigentes de las principales organizaciones palestinas con sede en Damasco también rechazaron la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas anticipadas. Hamas, Jihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP, izquierdista) instaron en un comunicado a la reanudación de las negociaciones para la formación de un gobierno de unidad nacional.
Calificaron de «ilegal e injustificada» la convocatoria y afirmaron que la decisión «carece de un consenso palestino real». El comunicado fue dado a conocer en una rueda de prensa en la capital siria en la que intervinieron el director de la oficina política de Hamas, Jaled Meshaal; Maher Taher, dirigente del FPLP; el líder de la Jihad Islámica, Ramadan Shalah; así como Faruk Kadumi, director de la Oficina Política de la OLP y uno de los principales detractores del presidente dentro del movimiento que fundó Arafat.
En su discurso, Abbas explicó que durante el periodo interino deberían continuar todos los esfuerzos para establecer un Gobierno de unidad formado por tecnócratas, aunque precisó que su partido, Al Fatah, no está interesado en compartir el poder con Hamas. «En cualquier Gobierno que se forme, Al Fatah permanecerá al margen», apostilló.
Al Fatah y Hamas han negociado durante semanas la formación de un Gobierno de unidad nacional que ayudara a aliviar la situación crítica que se vive en los territorios ocupados, agravada por el bloqueo de la ayuda internacional, impuesto por las potencias de Occidente tras la victoria electoral de Hamas. Sin embargo, las conversaciones han fracasado, aunque en muchos momentos el acuerdo parecía muy cercano.
En su discurso, Abu Mazen acusó a Hamas de la crisis que viven los territorios ocupados y subrayó que lo que sus compatriotas necesitan es un Ejecutivo que logre acabar con el bloqueo internacional. Asimismo, insistió en la necesidad de alcanzar un acuerdo político para acabar con los choques interpalestinos, que han hecho que aumenten los temores de que estalle definitivamente una guerra civil. «Sin un acuerdo político, la seguridad continuará perturbada», agregó.
Abbas señaló que aprovechará la ocasión para nombrar, como paso previo a las elecciones, a nuevos dirigentes del partido, en lo que supondría un relevo generacional que abriría las puertas a los miembros más jóvenes, de cara a acabar con los restos de la nefasta «Vieja Guardia», a la que el presidente dice contemplar como un «factor obstaculizador» para la evolución del partido tras su derrota electoral.
Además, Abbas confirmó la reactivación del departamento negociador de la desprestigiada Organización para la Liberación de Palestina (OLP), para alcanzar un acuerdo de paz con Israel, independientemente de la agitación política. En teoría, con la convocatoria electoral quedará congelada durante los próximos meses cualquier iniciativa para reanudar las negociaciones de paz con Israel.
Algunos observadores destacan que Abu Mazen ha corrido un enorme riesgo político al intentar poner fin a sus diferencias con Hamas mediante el recurso de las urnas, lo que podría degenerar en una guerra abierta. Además, la consulta podría quedar sin legitimidad si los islamistas deciden boicotearla.