En algunos estados, quemar la bandera nacional es un crimen. En otros, mostrar la bandera nacional puede significar 5 años de prisión. Los crímenes de las fuerzas de ocupación israelíes en Palestina son bien conocidos. Un eje fundamental de esta política criminal, es la represión sistemática de los niños y jóvenes palestinos. Se estima que […]
En algunos estados, quemar la bandera nacional es un crimen. En otros, mostrar la bandera nacional puede significar 5 años de prisión.
Los crímenes de las fuerzas de ocupación israelíes en Palestina son bien conocidos. Un eje fundamental de esta política criminal, es la represión sistemática de los niños y jóvenes palestinos. Se estima que unos 350 menores, entre ellos niños de 12 y 13 años, se encuentran detenidos (el 5% de los detenidos palestinos). Desde septiembre del 2000 (principio de la segunda intifada) más de 2500 menores han sido encarcelados. Sólo en el año 2003, se detuvieron a 650. 245 de ellos fueron juzgados por cortes militares en Israel. (Un hecho que viola las normas internacionales.) La mayor parte de las condenas son por tirar piedras. Pero también se efectúan detenciones administrativas con las cuales menores palestinos quedan detenidos durante meses sin ninguna acusación.
Las detenciones se efectúan en su mayor parte por la noche, en operativos violentos e intimidatorios. Gran parte de los detenidos han sido torturados o intimidados.
Bilal, un chico de 14 años de un pueblo cerca de Jerusalén fue detenido el día 20 de abril 2004. Soldados israelíes cercaron la casa familiar a la una de la noche y sacaron a Bilal de su cama. Sus manos fueron atadas y los ojos vendados. Le llevaron a la estación de policía Ma’ale Adumim, dónde le interrogaron durante 4 horas. También fue golpeado por un oficial. Bajo amenazas de seguir golpeándolo y aplicar electroshocks, fue obligado a confesar que había tirado piedras y cócteles molotov. Después de la ‘confesión’ fue llevado al centro de detenciones de Gush Etzion dónde fue encerrado en condiciones precarias. El de 7 de mayo fue juzgado por una corte militar.(1)
La represión de los menores palestinos no es nada nuevo. Durante la primera intifada, Israel encarceló hasta el 2% de todos de los niños palestinos entre 9 y 17 años. Durante los 6 primeros meses del 2004, el ejército de Israel asesinó a más de 80 niños y niñas. Más de 300 están encarcelad@s. Además, el Mosad recluta de forma sistemática a niñ@s palestin@s como informantes.
El encarcelamiento de los niñ@s tiene efectos traumáticos. Centenares de jóvenes que pasaron por las cárceles israelíes tienen problemas de insomnio, miedo y nervios.
Israel ha firmado la cuarta convención de Ginebra sobre los derechos de los niños, pero sólo lo reconoce para los israelíes, no para los palestinos. Una actitud que refleja la política de Apartheid generalizada que aplica el estado de Israel para todos los árabes en Israel y los territorios ocupados. (El Apartheid es considerado como un crimen contra la Humanidad.)
Dentro de los estatus de la Corte Penal Internacional, el «crimen de Lesa Humanidad» es definido como cualquier de los actos de asesinato, la deportación o traslado forzoso de población, la encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de las normas fundamentales de derecho internacional (…) cuando se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil.
La actuación del ejército israelí en los territorios ocupados, no sólo contra los niños sino contra la totalidad de la población, cumple con creces esta definición.
Todos estos crímenes son perfectamente conocidos por la comunidad internacional. Existen informes amplios de Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Defence Children International y otras organizaciones internacionales de Derechos Humanos. Al apoyar política, económica (comercio preferencial) y militarmente (venta de armas) al gobierno de Israel, el anterior gobierno de Aznar, y el actual gobierno de Zapatero (que no retira el apoyo económico y logística a la guerra contra los palestinos) se convierten en cómplices de estos crímenes contra la Humanidad. Aznar y Zapatero (igual que sus homólogos europeos que siguen mirando para el otro lado) por lo tanto son unos criminales que merecen ser juzgados ante el tribunal internacional de la Haya, no solamente por omisión (no actuar para detener estos crímenes), sino por apoyar activamente al régimen israelí responsable.(2) Además, los líderes europeos se niegan a someterse al mínimo control democrático, al negar la petición del parlamento europeo de suspender el Tratado de Comercio preferencial que mantiene la Unión Europea con Israel.
Notas
1. Fuente: Defence Children International/ Palestine Section. (DCI/PS). Página web (en inglés): http://www.dci-pal.org/first.html
2. La Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de Lesa Humanidad (entró en vigor en noviembre 1970) estipula en su articulo 2: «Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I [los crímenes de guerra y de Lesa humanidad], las disposiciones de la presente Convención se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración.»