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La trampa de la austeridad

Fuentes: Rebelión

El estremecedor informe que Intermón-Oxfam hizo público el pasado 18 de septiembre, nos informa de que la brecha entre ricos y pobres está aumentando estos años, y de que, si todo sigue igual, en el 2025 en España habrá 8 millones de nuevos pobres. Uno de cada tres nuevos pobres europeos será español. Esta noticia […]


El estremecedor informe que Intermón-Oxfam hizo público el pasado 18 de septiembre, nos informa de que la brecha entre ricos y pobres está aumentando estos años, y de que, si todo sigue igual, en el 2025 en España habrá 8 millones de nuevos pobres. Uno de cada tres nuevos pobres europeos será español. Esta noticia no pillará de sorpresa a nadie. Las encuestas que elabora el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) para confeccionar su barómetro de opinión, muestran que desde principios de este año los españoles piensan que la situación económica y política es desastrosa. Cerca del 90% de los españoles cree que la situación económica es mala o muy mala y muy pocos pronostican que vaya a mejorar próximamente. Otro tanto opina que situación política es muy mala, y tampoco se cree que vaya a mejor.

La cuestión es si los españoles van a dejar que todo siga igual, y si la resignación es el sentimiento predominante entre nuestros conciudadanos. Aunque ya ha habido algunas reacciones ante la calamidad que se nos avecina, la movilización de la ciudadanía resulta todavía escasa para la magnitud de los problemas que tenemos por delante. La razón de esa atonía puede tal vez encontrarse en que los españoles todavía están despertando del sueño del bienestar en el que han estado sumidos. El sistema político y económico español parecía muy sólido a la mayoría de los españoles hace tan solo cinco años. Si miramos los resultados electorales del 2004, con una participación de más del 75%, el bipartidismo alcanzó más del 80% de los votos. En el 2008, con una participación similar, el bipartidismo alcanzó el 83,7%. Según auguran las encuestas el resultado de las próximas elecciones europeas en mayo de 2014 será muy diferente, y se pronostica que entre los dos grandes partidos de la monarquía, PP y PSOE, apenas juntarán entre el 50% y el 60% de los sufragios.

Sin duda será en ese momento cuando comience el proceso de cambios que requiere nuestro orden social, para evitar el vaticinio de Intermón-Oxfam. Pero ¿realmente sabemos qué resulta necesario para evitar caer en el abismo? A tenor de las experiencias de este último lustro, el pasado desde que sufrimos la crisis, la respuesta a esa pregunta debería ser no. Ni los gobernantes saben qué hacer, ni los ciudadanos saben a quién encomendarse. Pero las recomendaciones del Informe son claras: Invertir en personas (dar prioridad al empleo, al estímulo económico y al desarrollo). Invertir en los servicios públicos (educación y sanidad). Fortalecer la democracia institucional (participación y transparencia, y democracia en el ámbito laboral). Desarrollar sistemas fiscales justos (reformas fiscales progresistas). Justo todo lo contrario es lo que hace el actual gobierno de España. Como consecuencia, si queremos que nuestro país no se hunda completamente, parece necesario cambiar urgentemente este gobierno y las políticas que nos están llevando a la miseria. Esperemos que esa conciencia no llegue demasiado tarde a la ciudadanía.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.