Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró el domingo el apoyo de su gobierno a una Jerusalén unida, llamando a la unificación de Jerusalén, uno de los «cimientos de la nación de Israel.»
Hablando en una reunión especial del gobierno celebrada en la Ciudadela de David en Jerusalén, el primer ministro dijo que Israel había ganado el apoyo del Congreso durante su último viaje a Washington, donde presentó la cuestión de la unificación de Jerusalén.
«El amplio apoyo a estos principios es un valor irrenunciable para el Estado de Israel», dijo Netanyahu. «El mundo sabe que la nación de Israel y nuestros amigos son leales a Jerusalén y su legado.
«El gobierno está obligado a la construcción de Jerusalén, ya que [Jerusalén] es el corazón de la nación», dijo Netanyahu.
El Primer Ministro habló la semana pasada Congreso de los EE.UU., donde dijo que Israel está dispuesto a hacer concesiones dolorosas para la paz, pero que no se dividirá Jerusalén.
«Jerusalén no debe dividirse nunca más», dijo Netanyahu en medio de una ronda de aplausos de los congresistas. «Jerusalén debe seguir siendo la capital unida de Israel.»
El día después del discurso del primer ministro en Washington, el portavoz de la Knesset y varios ministros más del gobierno asistieron a una ceremonia dedicada al nuevo asentamiento judío de Ma’aleh Zeitim, en el barrio de Jerusalén oriental de Ras al-Amud.
En la ceremonia, el portavoz de la Knesset Reuven Rivlin condenó a aquellos que tratan de «trocear» Jerusalén, causando el «desastre» en la ciudad y a sus residentes.
Los comentarios se producen poco después de un fin de semana en el que el presidente Barack Obama hizo un llamado a negociaciones entre Israel y los palestinos sobre la base de las fronteras de 1967, que Netanyahu rechaza como «insostenible».
Activistas en Zeitim Ma’aleh en Jerusalén, 25 de mayo de 2011. Foto: Olivier Pitosi